Narra Taehyung:
Mi corazón latía muy rápido, Jungkook y yo nos estábamos besando como nunca antes. El estaba sobre mi y yo bajo todo su cuerpo, el beso era tan apasionado que la saliva corría por nuestras mejillas. Por falta de aire me separe unos segundos de el y lo miré asustado.
—K-kook... ¿estás seguro de que quieres hacer esto conmigo?
Jungkook me miró a los ojos y me beso lenta y dulcemente.
—Nunca estuve mas seguro en mi vida...
Mis ojos se llenaron de lágrimas, aún no podía creerlo, iba a tener mi primera vez con Jungkook. Valió la pena esperar tanto. Rodee su cuello con mis brazos, su cintura con mis piernas y lo atraje mas hacia mi para besarlo intensamente. El pasó sus manos debajo de mi camiseta y empezó a tocar mi abdomen suavemente, sus suaves y tibias manos lo hacían sentir increíble.
—K-kook...
Jungkook se acercó peligrosamente a mi cuello y empezó a dar pequeñas mordidas causando marcas en el. Lentamente fue bajando mis pantalones y los suyos también. Estaba ansioso por quedar totalmente expuesto a el por lo que quité mi camiseta y también la suya. Solo estábamos en boxers, en los míos podía notarse un gran bulto causado por Jungkook. Cubrí mi cara con mis dos manos ya que me avergonzaba que me viera así pero el las quitó suavemente rozando nuestras narices de una manera muy tierna.
—No te cubras, quiero verte...
Jungkook sin dejar de mirarme fue bajando poco a poco mis boxers, mi cara ardía de verguenza, nunca había estado desnudo frente a nadie. Cuando finalmente los quitó por completo sus ojos se enfocaron en mi amigo.
—Vaya Tae... necesitas mucha ayuda.
El se arrodillo en la cama y señaló con sus manos sus boxers.
—¿Que no vas a sacarlos TaeTae?
¡¿QUE?! N-no puedo hacerlo, que verguenza, nunca he hecho esto. Me acerque tímidamente hacia sus boxers y empecé a bajarlos lentamente hasta que quedo completamente sin nada encima, al igual que yo. Estaba alucinando con su cuerpo, era tan perfecto, su cuerpo tan trabajado y su amigo... vaya. Jungkook me empujo de espaldas a la cama y se colocó sobre mi mirándome a los ojos.
—Tengo que prepararte Tae... dolerá un poco pero intenta aguantar ¿si?
Yo asentí un poco asustado y cerré mis ojos. De pronto sentí el dedo de Kook entrar en mi, dolió mucho.
—¡Ahh! D-duele~
—Tranquilo, ya te va a gustar...
El empezó a mover su dedo, dolía demasiado pero luego se fue transformando en placer. Quité la mano de Kook de mi entrada y le sonreí coquetamente.
—Ya no quiero tu dedo Kookie, quiero otra cosa...
Jungkook rió traviesamente y subió mis piernas a sus hombros, se inclino hacia mi y me besó apasionadamente.
—Me gustas mucho Tae...
Luego de decir eso quedé atónito, no me había dicho que yo le gustaba, no directamente. Yo estaba apunto de decir algo pero de pronto el entro en mi, suave y lentamente pero dolió mucho.
—¡K-kookie! Ahh~ d-duele mucho...
—T-tae... si quieres paramos aquí.
Rodee su cuello y lo besé, no quería parar. De alguna manera este dolor era muy placentero.
—S-solo muévete ¿bien?
Jungkook asintió y empezó a moverse cada vez mas rápido y profundo. Entrelazamos nuestras manos de una manera tan tierna... Yo eché mi cabeza hacia atrás y cerré mis ojos disfrutando de la sensación. Era demasiado bueno, nunca había sentido tantas cosas a la vez.
—K-kookie~ nunca había... ahh... sentido algo a-así~
Jungkook se sentó y me empezó a mover de la cintura cada vez mas fuerte haciendo rechinar la cama. Estaba seguro de que en cualquier momento la rompíamos de los fuertes movimientos.
—T-Taetae... m-me corro~
Sentía que mi miembro no podía mas, en cualquier momento saldría todo.
—Y-yo también kookie~
De repente sentí que Kook soltó todo dentro de mi, yo segundos después arquee mi espalda y solté un fuerte gemido soltando todo lo que se acumulaba dentro de mi.
—Ahhh J-jungkook~
Ambos caímos a la cama exhaustos del acto. El me atrajo hacia sus brazos y yo apoye mi cabeza en su pecho. Mi primera vez con Jungkook... con la persona que siempre me gustó, ¿que mas puedo pedir?
—Te amo Taetae...
¡¿Dijo que me ama?! Antes que le gustaba... AHORA QUE ME AMA. Es demasiado en un día.
—Y-yo también Kookie...
Narra Jimin:
Suga y yo lo hicimos denuevo, como era de esperarse. Desde que tuvimos nuestra primera vez, hace apenas unas horas me he vuelto adicto a sentirlo, no puedo resistirme a sus grandes manos en mi mie.... ¿pero que estoy diciendo? yo soy una persona inocente que no debe estar hablando estas cosas.
—¿Te gustó nuestra reconciliación?
Suga me tenía abrazado con mi cabeza en su pecho. Todo su cuerpo estaba brillando gracias al sudor del cansancio.
—Me encanto hyung... pero ahora si debemos de levantarnos, es muy tarde.
Yo me levante y me coloqué la camiseta de Suga la cuál me cubría hasta un poco mas abajo de mi entrepierna. Voltee a verlo y estaba lamiendo sus labios, parecía como si estuviera sediento.
—¿Mi hyung tiene sed?
—No... tengo hambre, hambre de ti.
Cuando Suga hablaba así me daban ganas de empezar todo denuevo con el, pero también tenemos que hacer otras cosas.
—Lo se hyung, pero no podemos estar todo el día así, tenemos que también hacer otras cosas como... salir juntos, a veces estar solos, tener citas, ¿entiendes lo que digo?
El se sentó en la cama y empezó a vestirse para luego mirarme de pies a cabeza.
—Claro que te entiendo... tengo que decirte que te ves muy bien sin nada abajo...
El comenzó a quitarme la camiseta pero yo lo detuve. ¿Acaso no escucho lo que dije?
—¡Hyung! Ya te lo dije, vamos a hacer otras cosas ¿bien?
Suga bufó y se cruzó de brazos. Yo lo abracé por la espalda y lo llene de besos en su cara.
—No se enoje mi hyung... mas tarde podremos seguir, no todo en la vida es tener relaciones.
Yo reí y me coloqué delante de el mirándolo con mis ojos de cachorro. El apretó mis mejillas y planto un corto pero dulce beso en mis labios.
—Esta bien... pero esta noche no te dejaré dormir.
Como me encanta que Suga me hable así, me daban ganas de hacer todo con el pero como dije, tenemos que controlarnos un poco o nuestra relación solo será eso. Yo también quiero que sea tierno y romántico.
—E-esta bien... bueno, me gustaría que fuéramos a... quizás la playa, a tomarnos unos días se descanso nosotros solos.
El me miró con una gran sonrisa y me tomó en sus brazos para luego girarme en el aire.
—¡Me encantaría estar contigo Jimin! ¿Y cuando nos iríamos?
—Umm... quizás mañana, deberíamos de hacer las maletas hoy.
—Jimin, no sabes cuanto me encantas... ¡hagamos las maletas! Que mañana nos vamos...