16.

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Capítulo 16.

—Vaya, sí que se están divirtiendo —entre risas, Ale habló, haciendo que me despertara completamente.

Me levanté de golpe, sabía lo que había agarrado, tampoco era estúpida, solo fue el efecto de ebriedad que me acompaña al despertar. Estaba tan avergonzada que no quería estar ahí en ese momento, pero claro, Ale como siempre tan inoportuno.

Este tipo... ¿Podría ser más molesto?
Es más, ¡¿Qué hace aquí?!

Mauro despertó en cuanto lo escuchó —Creí haberte dicho que no molestaras —dijo bastante molesto y serio viendo ligeramente hacia la ventana. Claramente no quería ver a Ale.

Me acaba de dar un poco de miedo esa mirada...

Creo que es la segunda vez que lo veo molesto y para ser sincera, da miedo. Después de todo, la forma en la que se muestra siempre, es alegre.

Me levanté de la cama para ir al baño, cuando regresé a verlos antes de entrar, ambos se miraban de una manera en la que valía la pena decir "se están matando con la mirada", no decían nada, sus expresiones hablaban por si solas, tanto que hasta sentí haberlas entendido.

—No molestes y vete —Mauro mantuvo una actitud fría mientras se levanta de la cama.

—¿Sabes por qué estoy aquí verdad? —habló Ale con una sonrisa bastante sínica. Mauro lo fulminó aún más con la mirada —¿Lo entendés no?

Mauro estaba muy abrumado, estaba tan enojado, frustrado y desesperado mirando al piso. Las ganas por querer saber lo que pasaba, me inundaban. Una parte de mi lo añoraba pero la otra me decía "¿No lo estás viendo? Es claro que no quiere ni recordarlo". Solo me quedé en la puerta del baño mirándolos y apretando mis labios por la tensión que había.

Mauro rompió el silencio con una risa —Decile que no me encontraste está vez.

—¿No lo entendés? —Ale se puso bastante serio y se acercó un poco a Mauro —No vine a preguntarte si querés ir o no, vine a llevarte.

Mauro frunció más el ceño y alzó su voz —¿Vos no entendés? —lo miró fijamente a los ojos, estaba retándolo –No pienso ir aunque me quieras llevar arrastrando.

Ambos se miraban retandose uno al otro, había un silencio y atmósfera tan incómodos que me daban ganas de salir de ahí cuanto antes, pero Ale estaba en la puerta, era imposible salir.

¿Qué haces boluda? ¡Reacciona ya!
No quiero ver esta escena.

—¿Pueden salir los dos? —digo cabizbaja y molesta, casi puedo decir que lo grité.

Ambos regresaron a verme sorprendidos, tal parece que olvidaron mi presencia, pero no más, lo que más odio es que se pongan a discutir enfrente mío y peor aún después de la vergüenza que acabo de pasar. Las mañanas se inician feliz y comiendo una buena dona y si no se puede feliz, será solo comiendo una buena dona.

Realmente no supe de donde saqué el valor, pero me dirigí a ellos y los empujé fuera de la habitación. —¡Si van a discutir háganlo a fuera! —les cerré la puerta muy fuerte.

Tenía que calmarme, acababa de pasar vergüenza y los dos se ponen como si nada a matarse con las miradas y discutir. Sin mencionar que es fácil enfadarme cuando recién me despierto. Solo quería que la tierra me tragara hasta el puto núcleo. Y comer mi dona, lo más importante.
Debo admitir que me intrigaba saber qué es lo que pasaba, pero por el momento prefería tomar una ducha y relajarme un poco mientras ellos dos arreglaban su problema afuera.

AMOR A PRIMERA VISTA [TERMINADA] // LIT KILLAH // MAURO MONZONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora