Make Me Love You (TaeNy)

Capitulo 42

Mi mano izquierda toma la perilla de la puerta mientras que la otra sostiene el peso de mi cuerpo, mi mente cuenta lentamente los pasos que faltan para cruzar justo donde la necesito mientras que intento por todos los medios contener mi corazón que a cada paso suyo se desboca exigiendo su cercanía, respiro con pausa calmando la ansiedad... cuatro... tres... dos... uno... abro la puerta y en un raudo movimiento tomo su brazo jalándola hacia mi cuerpo, una sonrisa nerviosa se apodera de su ser, creo que ya era hora de que entendiera lo que se siente ser presa de un arranque por su piel, el sonido seco de la puerta cerrarse es la señal de atacar... varios besos húmedos le recorren el cuello mientras que su sonrisa rápidamente da paso su agitación, seguimos perdiéndonos en la otra sin siquiera poder o querer detenerlo.

-¿Por qué te demoraste tanto?- ­Le reclamo a la vez que mis manos no saben dónde quedarse, ella es mi perdición, la zona de mi cabeza que lejos estará de funcionar alguna vez y desde que es mi esposa bueno... acepto que ha sido como un golpe de adrenalina, una inyección de pasión que jamás pensé conocer, sigo sin comprender cómo pude tenerle tanto miedo al matrimonio, tal vez sea porque imaginaba que el casarse solo lograba apagar la llama pero eso en nosotras no aplica, la veo con intensidad, hundiéndome en esos color sol mientras que Tiffany muerde mi labio con fiereza al sentir como su trasero es tomado con firmeza.

-Estaba al teléfono con papá.-­ Mi pierna se acomoda en medio de las de Tiffany dejando ir el peso de mi cuerpo, sí... que mi cuerpo parece saber qué hacer sin que siquiera me consulte, su gemido suavecito hace ligeras cosquillas en mi oído. ­-Todos vienen mañana.­- Me detengo ante eso... verán, llevamos tres meses desde que nos casamos, sí... ni que lo digan, no sé cómo hemos logrado ocultarlo por tanto tiempo, o como nadie ha notado en este maldito hospital que últimamente no podemos quitarnos las manos de encima pero... todo ha sido por una buena razón, decidimos no hacer público nuestro matrimonio hasta conocer a mis suegros y a la vez hacerlos participes de la noticia junto a mis padres, así que hemos planeado un almuerzo familiar, y aquí... aquí es cuando mis nervios incrementan, que lo mío no son los suegros, me siento torpe de solo tener que presentarme y ahora... viene su familia completa, Dios... eso va a ser un circo, lo presiento.

-¿Todos?- ­Trago saliva mientras mis manos sudorosas indican mi ansiedad ante eso.

-Sí... todos, bueno...- ­Tiffany apunta los ojos hacia arriba mientras aferra los dientes a su labio inferior como quien intenta ordenar tantas ideas y eso... termina de quebrarme los nervios. -­Papá, mamá, los mellizos, Leo y Michelle, solo falta Kibum que tuvo que quedarse al frente del restaurante.- ­Carajo!!!... sí, ella me había dicho que su familia es grande pero al escucharla decir los nombres de los invitados me hace comprender de una buena vez que ese almuerzo de presentación será un circo, ya imagino la cara de todos cuando les digamos que estamos casadas. ­-¿Ya hablaste con tus padres?- ­Su pregunta me regresa a la realidad, sus ojos me inquieren con algo de malicia, presiente que estoy dejándome llevar por mis miedos, suspiro largamente antes de asentir.

-Sí... todo está listo para que las familias se conozcan, incluso mis hermanas vienen.- ­Sí, todo listo para que las familias Hwang y Kim convivan en un solo lugar y mi demonio interior, ese que muchas veces susurró en mi oído llevándome a malas situaciones se burla de mí, no... sacudo la cabeza, no es momento para eso, no con la mujer que tengo al frente viéndome de forma extraña ante mi errático comportamiento, ohhh no... no cuando tengo la dicha de que esta extraordinaria mujer me ame. ­-¿Esto está pasando?- ­La inquiero dudando del giro que está dando nuestras vidas... jamás imaginé que se pudiera ser tan feliz, no cuando por tanto tiempo solo la tristeza me acompañaba.

-Sí...- ­Sonreímos al tiempo como tontas, con esa simplicidad que da comprender que para ser felices solo se necesita determinación.

-Te extrañé.- ­Le digo justo antes de besarla y de nuevo sentir en el calor tibio de sus besos que el mundo es un lugar mejor.