Make Me Love You (TaeNy)

Capitulo 53

Las pesadas gotas aún se hacen sentir en la superficie impermeable hasta tocar el césped, respiro alargando el placer en la piel que niega a irse... necesitábamos tanto esto, desde el nacimiento de Taeyong las oportunidades de tener sexo desenfrenado han sido pocas... sí, que ya no podíamos hacer tanto ruido, que el tiempo ahora se nos va en él, en nuestro pequeño pero hoy... después de celebrar nuestro cumpleaños, jajaja ¿no les he contado aún?, bueno, mi pequeñito le dio por nacer dos días después de mi nacimiento, así que luego de hacer una celebración que era más pensada para él y cuando solo quedaba en casa la familia decidimos esperar a que recogieran el castillo inflable que alquilamos, con la casualidad que la lluvia no permitió mayor tiempo que ampararnos en este fortín infantil y sí... aprovechamos el lugar, el momento, el ruido de la lluvia y las ganas reprimidas de amarnos sin pensar en más... vuelvo a expulsar el aire con total desgano mientras enredo sus dedos con los míos, giro a verla con su pecho desnudo que aún salta, que forma esta de amarnos.

-Ya casi cesa la lluvia.- ­Le digo cortando el silencio que se había instaurado después del fuerte orgasmo que nos llegó en medio de besos torpes, mi esposa sonríe ante el comentario, con pereza giro mi cuerpo haciendo levemente a un lado la cortina azul y allí alcanzo a vislumbrar a mi hermoso hijo siendo consentido por sus abuelos, que ellos se desviven por hacerlo sentir amado, se ve feliz con las caras graciosas que le hace mi padre. ­-Todos están esperándonos en la sala.­- Hablo con suavidad a mi esposa que pareciera lista para quedarse dormida en cualquier momento, ha trabajado en exceso estos días y eso es mucho decir en nosotras, sé que está enfocada en ser la mejor, vuelvo a fijar mi vista en la casa y sí... mis ojos se desvían a ellas, a Yuri y Jessica que no saben cómo contener a sus dos pequeñas hijas, Yuri no da abasto en atenderlas mientras Jessica la ve enternecida, soy feliz por ellas, por ese matrimonio que terminó de sellar ese amor que nació cuando apenas eran unas niñas. ­-Jajaja tienes que ver la cara de Jessica...- ­ Hablo en tono algo burlón, no sé cómo pueden con ese par de gemelas que parecen dispuestas a ponerlas a correr a todo momento.

-No demoran en darnos la noticia de que está en embarazo de nuevo.- ­Mi esposa llega a mi lado viendo hacia la misma escena que fácil pasa de graciosa a tierna, que han formado un hogar hermoso. ­-Que se tomaron a pecho eso de tener una familia grande.- ­Las dos reímos al tiempo... que está fresco el día en que nos contaron que pretendían tener un equipo de baloncesto, cierro la cortina mientras volvemos a nuestras posiciones originales, paso mi vista por la ropa que sigue por toda la superficie roja.

­-¿Crees que alcancemos para otra ronda?- ­La inquiero a la vez que me subo a su cuerpo en medio de besos perezosos en su cuello.

-Estás loca.- ­Me replica golpeando suavemente mi trasero a modo de reproche.

-No... La loca eres tú amor.- ­Mi risita se estrella en su cuello mientras la siento ya dejarse llevar por la tibieza de mi piel que la desea con urgencia. -­Siempre lo has sido.- Beso su cuello siguiendo ese aroma que es tan suyo.

-Ujummm... y ¿crees que celebrar tu cumpleaños como una niña pequeña es muy normal?- ­Me pregunta en ese falso tono recriminatorio, que me dejé llevar por celebrar este cumpleaños junto a mi chiquito, no dudé en gastos... creo que nos lo merecemos. ­-Que hasta saltarín pediste.- Se ríe ampliamente de este inusual pedido... no sé, creo que necesitaba reencontrarme con mi niña interior, con esa pequeñita que dejé atrás tantos años.

-¿Y te quejas?- ­Le devuelvo la pregunta levantando las cejas repetidamente, que solo aquí pudimos volver a perdernos en el deseo que no se pierde ni un milímetro a pesar de los años.