Make Me Love You (TaeNy)

Capitulo 61

¿Recuerdan cuando estaban pequeños y temían a los monstruos?, tanto que ese miedo no los dejaba conciliar el sueño hasta que los obligaba ir a dormir a la cama de sus padres para sentirse protegidos... seguro muchos de ustedes ya no lo recuerdan, de seguro eso se quedó en miedos infantiles que olvidaron al crecer y tal vez para unos pocos de ustedes esos miedos nunca se fueron porque descubrieron que los monstruos realmente existen. Presiento que me estoy convirtiendo en uno, saben... está comprobado que las emociones de un sociópata son distintas a las de alguien normal... todo radica en que los sociópatas no tienen empatía alguna... por eso son capaces de hacer daño atrozmente a sus víctimas sin identificarse con el dolor ajeno, nada los mueve más allá que hallar el placer enfermizo que encuentran transgrediendo a los demás, son verdaderos monstruos... como Hyomin. Está comprobado que la delgada línea de la moral la da precisamente eso que perdí... la empatía, ¿ahora entienden lo complicado de mi situación?, que fácilmente puedo transformarme en lo que tanto pregonaba Hyomin... en su igual, sé que en alguna parte están mis sentimientos, retenidos... contenidos... pidiendo a gritos volver, pero yo... simplemente no puedo dejarlos salir.

Mentiría si no les dijera que me inquieta sobremanera, no sé en qué punto esta nueva realidad pueda explotarme en la cara, no sé qué haré cuando no sepa cuando contenerme y decida tomar riesgos innecesarios con mis pacientes solo porque no me va a importar sus vidas, no sé qué va a suceder con mis hijos si llegan a sentir que su madre no los abraza igual. No sé qué hacer con ella... con el amor de mi vida, con la mujer que tanto me hizo sentir y que ahora... presiento que nada sucederá con su cercanía, no quiero lastimarla, presiento que va a sufrir al no comprender lo que me sucede.

Mis dedos entrelazados sostienen mi mentón mientras mi padre sigue viendo maravillado los resultados de la operación, ahora Jimin tiene una larga expectativa de vida, lo que conseguimos aquel día es algo histórico y presiento es solo el comienzo.

-La operación fue un éxito...- ­Mi padre habla absorto mientras acomoda sus lentes con esa reluciente sonrisa que le abarca el rostro, arqueo las cejas dejando mis manos libres sobre el escritorio mientras nos vemos fijamente, sí... no siento su alegría, no puedo sentirla y eso me frustra, sé cómo debería sentirme pero simplemente nada pasa en mí. -Tenías todas las probabilidades en tu contra y aun así te arriesgaste con ella y lo lograste... estoy muy orgulloso de ti.- ­ Mi padre deja los resultados sobre el escritorio con esa maldita sonrisa de orgullo a la espera de que diga algo de una buena vez, y yo que me hundo en la pregunta de si realmente lo hice por ella o solo porque debía demostrarme algo, mi padre sigue mis gestos con esos ojos ónices tan iguales a los míos, que me la he pasado callada todo este tiempo, sola en mi mundo y en esta lucha que me carcome la energía.

-Gracias.- ­Replico con una tenue sonrisa, tan leve que es solo un pequeño arco de mis labios y que él es capaz de entender al acto que es forzada.

-¿Estás bien?- ­Me pregunta inquieto por mi plana reacción, que ya empieza a sospechar que algo no anda bien conmigo desde hace una semana, sí... una semana exacta desde que desperté de ese infarto y en la que me he enclaustrado en la casa de invitados de Yuri, incluso me he negado a ver mis hijos estos días, me mata la idea de que al verlos no sienta nada... solo este vacío en el pecho.

-Sí...- ­Levanto los hombros despreocupada, tratando de pasar desapercibido este dilema que ahora consume mis días, mi padre respira largamente como dándome tregua, tomo los exámenes organizando todo para salir a dar las buenas noticias a Seolhyun, solo deseo pasar este día trabajando, tratando de evitar la idea de que me he convertido en solo un robot que tiene toda la información de lo que es un sentir pero que no es capaz de percibirlo realmente.