Capitulo 48

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Doblar tu espalda, tomar las rodillas con tus brazos y en un intento fallido querer juntarlas a tu pecho... sí, cuando te sientes débil, frágil... tan nada, tu instinto te dicta volver a esa posición que tanto te reconfortaba cuando aún no veías la luz del mundo, suspiro pesadamente mientras mi esposa pasa sus manos por mi frente revisando mi temperatura, que nada raro sería que se sumara a mis otros síntomas, carajo!!!... estas semanas no han sido sencillas, desde esa fuerte discusión con Yuri no hemos hablado, he deseado con el alma buscarla pero sé que de nada serviría y eso me tiene en estado de exaltación quebrando mi buena salud.

-Si quieres puedo hablar con ella, llevan semanas así.- ­Mi esposa se acomoda en mi espalda envolviéndome en sus brazos, su suave voz acaricia mi alma, sí... nuestra amistad que parecía tan fuerte ahora parece querer languidecer, me duele... me duele en alma recordar sus ojos cristalinos con esa mirada rota, que Yuri solo llora cuando todas las fibras de sus ser se quiebran y yo... la que suponía era su amiga la empujó a eso, no debí hacerlo, ella detesta llorar, cierro los ojos con fuerza mientras ignoro el fuerte mareo que sacude mi cabeza, que todo mi cuerpo parece querer protestar el día de hoy sin entender que no pudo escoger peor momento.

-No... Debo darle su espacio, la conozco.- ­Sí, luego de años de querer forzarla a amarme, a corresponderme, me hicieron entender a las mala que con ella de nada sirve, solo Yuri dirá cuando es el momento para querer arreglar esto a pesar de que eso me joda, que lo mío no es esperar, mi esposa enreda sus dedos a los míos al ver este maldito desanimo. -­Pero gracias por ofrecerte amor.- ­Le replico levemente y con la boca algo seca, de nuevo... no comprendo la razón de que mi cuerpo hoy quiera renunciar a funcionar correctamente, resoplo fuertemente mientras mis ojos se fijan de nuevo en el aparato que se encuentra encima de la mesa de noche y que parece no querer quitarme el castigo, maldita seas Yul, tan solo llama.

-No me gusta verte pegada a ese celular esperando una llamada que no llega.- ­Tiffany habla con algo de molestia, que no le agrada verme así a la expectativa de que Yuri llame, que estar así raya en los límites de lo insano.

-Sí pero...- ­Ohhh no, me levanto de la cama en un solo impulso, corro por la habitación sin importarme sus ojos confusos ante mi acción, abro la puerta del baño y sin darme mayor tiempo estoy en esa posición incómoda que más de un mortal detesta, que la acidez quema mi garganta y todo mi vientre se contrae ante los movimientos bruscos, maldición!!!

-No debiste comer dos hamburguesas dobles con ración extra grande de papas fritas.- ­Levanto levemente la cabeza ante esa afirmación y sin siquiera poder detenerlo de nuevo la acidez recorre atropelladamente mi garganta, me sostengo débilmente con mis manos aferradas a la blanca taza y mi esposa en el umbral de la puerta no sabiendo cómo reaccionar ante mi inusitado malestar.

-Pero nunca me había enfermado por comer y menos hamburguesas.- ­Dejo el agua correr mientras me levanto hasta la encimera, rayos... hace tanto que no me pasaba esto, es más... mi estómago es uno de los más fuertes, que nada parece detenerme a la hora de comer y ahora, les dije... mi cuerpo quiere renunciar a funcionar como es debido. ­-Creo que todo esto de Yuri lo que me tiene así.- ­Le replico mientras sus manos sostienen una pequeña toalla que sin mediar palabra ya está pasando delicadamente por mi rostro. ­-No me veas así... voy a estar bien, lo prometo.- ­Mi esposa no deja de observarme con esos ojos color sol que no permiten escapatoria pero... a pesar de este creciente malestar no voy a permitirle que se quede, no ahora que es la directora general de oncología. ­-Amor... debes ir al trabajo.- ­Le señalo la puerta y ella que deja ir su vista allí en un largo suspiro, de seguro su cabeza y corazón debaten con fiereza ante la decisión a tomar.

Make Me Love You (TaeNy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora