Capitulo 29

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Mis parpados se sienten tan pesados haciendo difícil sostener la mirada... bostezo para justo después estirar mi cuello balanceando mi cabeza de un lado al otro con suavidad, la biblioteca está vacía a estas horas, solo yo que trabajo de más cuando ya todos deben estar locos por sus días de descanso que empezarón hace unas horas, incluso Nana que dijo ir a perderse en un spa y no volver hasta ser una mujer nueva.


Las letras en mi pantalla saltan y no se quedan quietas, de nuevo parpadeo luchado contra el maldito cansancio esperando que mi visión se normalice, estoy tan cerca... he trabajo sin cesar, poniéndole el alma a esto, no pienso fallar esta vez y que mis sueños de hacer algo trascendente con mi carrera se quede en nada, no más de ser del montón, me he dedicado a ser la mejor, en todo he sobresalido y eso ya lo han empezado a notar todos en el hospital, incluso mi padre que para su disgusto tuve que enfrentarlo en opiniones a la mitad de una cirugía, sí, nada agradable si me lo preguntan, pero no puedo parar ahora, debo destacar, así que vamos!!!


Abre tus ojos y concéntrate... sí, tu puedes Kim Taeyeon... ya me volví loca, solo los faltos de razón se dan ánimos a sí mismos... sus labios pegarse a mi pómulo en un instante que se siente tan tenue me hace despertar de una buena vez al resentir cuando se desprenden con ese hormigueo en cada poro.


-¿Deberías tomar un descanso?- ­Me dice para luego tomar puesto frente a mí, su gran sonrisa es una visión que roba mi calma, no comprendo cómo he podido seguir sin decirle lo que siento, que me muero por ella, que tenerla tan cerca y tan lejos es desesperante cuando todo en mí la anhela sin descanso... sus ojos sol se clavan en los míos y un ligero gesto de preocupación se instala, sí, debo verme como un guiñapo, esto de no dormir bien me tiene mal. ­-Ten... tu favorito.- ­Me dice al tiempo que pone sobre el escritorio la gelatina de limón que se mueve de forma graciosa, ella... sí, esas son las cosas que me sieguen enamorando de esta mujer y no me dejan renunciar, cada vez que estamos a solas es como si el mundo se paralizara solo porque así lo deseamos con tontos detalles como estos.


-¿Dime que no has hecho nada impropio con esto?- ­Le pregunto con burla mientras coloco la pequeña cuchara blanca en la temblorosa superficie verde, su ceño fruncido me dice que no entiende nada de lo que le digo... tiempos aquellos donde pelear por este postre era la excusa perfecta para luego buscarnos y desquitar la rabia a besos, sí... todo era más sencillo que tratar de conquistarla ahora que tiene novia, y para mi malestar una que parece hacerla feliz. Ella sigue viéndome con su gesto de confusión que para colmo me parece tan tierno, sí, el amor apesta, te jode la cabeza de modos insospechados.


-¿Qué?... no!!!... sin lamidas lo juro.- ­Al fin sabe de lo que hablo levantando su mano derecha prometiendo decir la verdad, decido entonces dar la primera cucharada mientras ella me sigue emocionada con la mirada... saboreo el cítrico sabor, delicioso, en verdad lo necesitaba. ­-Pensé que cuando no tuvieras que hacer tantos informes para tu padre tendrías más tiempo libre pero... por el contrario cada vez te veo menos.- ­Sí, lamentablemente tiene razón, me he concentrado tanto en esto que ya casi no la veo, y la verdad... a veces siento que es mejor así, sigo sin acostumbrarme a verla con Bora, eso es como un maldito golpe al hígado que cada vez se siente peor. ­-¿Se puede saber qué tanto haces?- ­Me inquiere mientras estrecha mi mano suavemente por encima del escritorio, suspiro con pesadez en parte por el cansancio y por el otro... que bien se siente su toque, ¿tan mal estoy acaso por sentir así?... mejor no contesten, ya sé la respuesta, vuelvo a probar la gelatina y me quedo con la cuchara en la boca, me gusta cómo se preocupa por mí.

Make Me Love You (TaeNy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora