Capítulo 2

1.3K 113 2
                                    


Ya no llores pequeño, vas a lograrlo.

—¿Cómo? Es tan difícil controlarlo ¿Por qué esto no le sucede a los demás?

—La vida nos da pruebas, y esto es lo que te ha tocado, por eso debes ser fuerte.

—¡Yo soy fuerte! Pero él es demasiado.

—Paciencia pequeño, ya lo dominarás.

Conversación entre Wendy Anne Turner y su hijo de siete años.






❄❇«————🐺————»❇❄

❄❄❄❄❄❄❇«————🐺————»❇❄

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Piedra, el techo era de piedra. Tenía una lámpara que colgaba de él, pero lo más extraño y llamativo era esa cuerda que colgaba de ella, era plana en su mayoría pero redonda y fina en su extremo.

Bajó la mirada siguiendo esa cuerda y notó que tenía su pierna envuelta en yeso y colgando de esa cuerda.

Dolía. Mucho. Pero entre la confusión, la incapacidad de reconocer dónde estaba y la dificultad que tenía para encontrar sus memorias, el dolor sólo era un aditivo que hacía su corazón latir inquieto.

Intentó concentrarse en otra cosa, ya había pasado demasiado tiempo viendo el techo. Enfocó su mirada en un objeto plano y negro a la distancia, parecía una pantalla de televisión, lo raro era que estaba colgada de una pared de piedra.

Debía ser una habitación, no de un hospital, si no de alguien que lo había puesto sobre la cama.

Al lado de la pantalla vio un armario de madera color caoba decorado por flores del mismo material, más allá de esté había una puerta de madera cerrada. Girando su vista lentamente, vio que en el otro extremo había otra puerta de madera más oscura que estaba entre abierta y por la cual se filtraba algo de luz amarilla.

La decoración terminaba con una enorme ventana con cortinas color violeta claro.

Toda la habitación en la que había despertado era de piedra, y eso le hacía sentir como si estuviese en un calabozo medieval.

Tragó saliva, tenía un horrible sabor a sangre en la boca, intentó mover sus manos, sus extremidades respondieron con lentitud a sus demandas, pero al final pudo levantarlas no sin sentir un dolor punzante.

Las cicatrices apenas se podían ver por la escasez de luz.

—Despertaste.

Sálvame [Serie Moon Fighters 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora