Capítulo 18

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Cuando yo sea grande, te llevaré muy lejos, a una cabaña en el bosque donde estarás segura y nadie podrá hacerte daño. Te lo prometo hermanita, pero por favor... Por favor... Despierta... No me dejes solo...

Oliver Mirianni (10) a su hermana Eleine (8)






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Para ser un policía maniático del control, Oliver tenía buena mano para la cocina, lo que sea que estuviese haciendo de comer, olía delicioso, Caleb no tardó en sentir hambre.

Pero el hombre aquel seguía viéndolo como el peor delincuente, y él ya estaba cansado de que lo mirara con mala cara. Caleb no era malo, o al menos eso quería creer, y estaba dispuesto a terminar con el asunto de sobre protección que Oliver profesaba contra Eleine. Vivir en una burbuja no facilitaba enfrentar los problemas que ella tenía.

—¿Te ayudo en algo? —preguntó en la puerta de la cocina.

Oliver continuaba amasando sobre la encimera de metal, un par de ollas tapadas hervían a fuego lento, habían cáscaras de verduras en el suelo, harina y líquidos que no quería averiguar su procedencia, el lugar era un desastre, pero olía demasiado bien.

—¿No estabas viendo una película? —Oliver respondió, trataba de quitárselo de encima, pero Caleb no le facilitaría el trabajo.

—Ya la he visto, sé cómo termina. —Entró a la cocina y se situó en un taburete de madera—. Para ser un bruto policía tienes un buen toque con la cocina.

Su estómago gruñó de acuerdo.

El lugar no era muy amplio, pero tenía ese toque hogareño que caracterizaba todas las habitaciones de la casa, paredes de roca y cemento, barnizada, y con terminados en madera. De un lado, la encimera, el refrigerador, el lavaplatos y el horno, del otro, estanterías pequeñas ancladas a la pared y cuatro taburetes fijos.

Dos puertas al final dirigían hacia dos direcciones, una al exterior, la otra al comedor.

Oliver alzó la masa en el aire y luego la dejó caer en la encimera llena de harina con un fuerte sonido que le sobresaltó.

—Con el tiempo tienes que aprender a ser independiente, las mujeres hoy en día no están para servir al hombre y eso está bien, no me importa alimentarme sólo.

El policía agarró un palo de amasar y comenzó a estirar la masa.

Desde su lugar, el físico de Oliver intimidaba un poco, era fuerte y de espalda ancha, de seguro haría mucho daño. Caleb observó también que había una línea negra y delgada que rodeaba todo su antebrazo, al principio cuando se percató de ese detalle pensó que podía ser una cadena, o un tatuaje, pero no sobresalía de la piel ni se veía la tinta, era algo extraño que le dio curiosidad por saber.

Sálvame [Serie Moon Fighters 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora