Capítulo 31

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¿Ya solucionaste el problema?

—Uno de los tantos que tenemos... La chica ya está capturada pero no sabemos si alguien más está enterado de lo que sucede.

—Bien, entonces ya no necesitas la ayuda de mi clan.

—Eso creo, puedes ir a buscar a tu gatita.

—No tientes a la suerte, lobo.

Conversación entre Sean Wells y Derek Miller.






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La puerta se abrió y con el movimiento entraron tres personas, Eleine levantó su cabeza y observó con mirada somnolienta a los extraños que murmuraban entre ellos, veía que movían sus labios pero no era capaz de oír nada, al momento tenía dos hipótesis o estaba todavía durmiendo o esos tres tenían un extraño lenguaje ajeno a su entendimiento.

La mujer era alta, bien parecida, tenía el cabello largo armado en una trenza, era de un tono plateado que se asemejaba al blanco bajo la luz del foco. Sus ojos eran marrones, casi como los suyos y su piel era menos bronceada.

—Venimos a llevarte —ella dijo con dureza—. Levantate.

Eleine no hizo caso, pasó su mirada por los dos hombres que esperaban detrás de la mujer. Quizá eran amigos de Caleb que venían a liberarla...

—¿Quién eres?

La mujer la analizó con su mirada oscura.

—Jeanine —una respuesta tosca—. Lugarteniente y mano derecha del alfa.

Sus esperanzas descendieron a un abismo profundo, esbozó una sonrisa nerviosa ¿Cómo había sido tan tonta para pensar que saldría libre? No tenía sentido alguno resistirse, su vida ya no era suya, al menos no por completo, ahora dependía de la raza que ella alguna vez odió. Y si en ese momento su sentimiento había disminuido, las acciones de ese clan pretendían reforzarlo.

Se levantó de la silla arrastrando sus pies, mirando de frente, porque de ninguna manera iba a mostrarse rendida.

La mujer de cabello plateado se giró hacia uno de los hombres, le hizo un gesto y este le entregó unas esposas de metal. En cuestión de segundos sus manos quedaron inmóviles, la sensación de frío no le abandonó incluso después de que su calor pasó al metal.

—¿A dónde iré? —preguntó.

—Ya lo verás.

El pasillo era igual de sombrío que la celda, el mismo color se repetía en las paredes, los mismos focos en el techo iluminaban todo resaltando la abrumadora monotonía. Eleine caminó detrás de Jeanine, sintiendo a los dos lobos demasiado cerca, cuidando de que ella no intentara ningún movimiento inadecuado. El pasillo terminaba en otro un poco más amplio que se abría en dos direcciones, izquierda y derecha, fueron hacia la izquierda, a ambos lados más pasillos se abrían, el lugar bien podría ser un ejemplo perfecto de una prisión.

Sálvame [Serie Moon Fighters 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora