Sting tenía una vida normal, hasta que llegó a su puerta una chica, Lucy, la que necesitaba de su ayuda y el creía conocer antes, ¿Que pasara con ellos en el camino? Continuará...
~Personajes Hiro Mashima
~Historia Completamente Mía
~No Se Permite C...
-Rogue está empezando a ser poseído, esta vez no es su interior, algo lo lastima...
-¿Algo? ¿O alguien?
-Bueno, no sabemos lo que está ocurriendo, pero Rogue ha estado empezando a evolucionar como un dragón, ¿Pueden verlo?
-Tiene escamas...en los brazos...¿Que estará ocurriendo en su mundo?
-No lo sé, pero me estoy asustando, no quiero perder a Rogue, tampoco sé lo que están pensando los jefes dragones o lo que están planeando hacer...
De momento escuché un grito, no era un grito normal como el de un humano, era el grito de un Dragón Slayer entrando en un estado de desesperación total...olfateé y era justo quien creí...
-¡¡ESE ES NATSU!! ¡No puede ser estamos llegando tarde! ¡Loke a la acción!
-¡Lucy tranquila! Alcanzaremos a llegar, síganme ahora puedo oler su esencia.
-¡Sting! ¡¿Qué demonios estás haciendo?!
-¿Esto? Lucy por dios, obvio esto es magia, te estoy cargando a ti y a la vez cargo a Rogue, no es algo de lo que debas sorprenderte ahora.
-Okey, ¡Vamos por Natsu!
-¡Claro!
Yo decía eso, pero por dentro mis celos ardían y no quería que esos celos salieran a la luz, lo peor es que...lo que vimos con Rogue aquella vez...me dejó atónito, los dragones no empezaran el sacrificio si no estamos Lucy y yo presente...
POV Natsu.
Aquí estaba yo, sufriendo en desesperación, el Rey Dragón no ha empezado su castigo para mi, sólo ha empezado a darme severos castigos con el látigo de piedras volcánicas...el látigo que juzga.
Esto me pasa por amar a alguien que luego no me puede corresponder, alguien que no me pertenecerá, que no podré hacer mía, ni llamarla....
Algo interrumpió mis pensamientos, era el Rey Dragón.
-Natsu, ¿Perdiste la cabeza? En el momento que supiste que Lucy gustaba de Sting y este gustaba de ella debiste hacer algo si tanto amabas a esa chica.
-¿Querías que los separara? ¿Qué hubiese ganado yo con eso?
-No lo sé, dime tú, hubieses ganado una familia con aquella chica.
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