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Ranma ½ y todas sus situaciones y personajes son propiedad de Rumiko Takahashi.

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Todo el olvido está lleno de memoria

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«Rojo—como el que más[...]

el balcón de geranios

la llama de tus labios»

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(VIII)

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¡No tomes el pedazo más grande, Akane! —se quejó Nabiki.

Es el trozo que Kasumi cortó para mí —se defendió la menor.

Vamos, no peleen —pidió la hermana mayor sonriendo amable—. Dámelo, Nabiki, te lo cambio por el mío.

Espera, mejor véndeselo por quinientos yens, Kasumi —dijo Akane con burla mientras sus hermanas intercambiaban los trozos de sandía.

La mayor rió alegre y la mediana hizo una mueca.

Ja-ja-ja —ironizó—. ¿Quién lo diría, Akane? Tú tan alegre aquí... pensé que sin tu maridito en la casa estarías más deprimida.

Vamos, Nabiki, sabes que es la primera vez en el día que está un poco animada —intervino Kasumi—. ¡Con lo que me costó sacarle una sonrisa en el almuerzo!

No es para tanto —comentó Akane sonrojada. Bajó la vista para concentrarse en sacar las semillas con su palillo.

Kasumi suspiró.

Cuantos recuerdos... —comentó—. ¿Se acuerdan cuando éramos niñas y mamá repartía la sandía? Ustedes siempre se peleaban por el trozo más grande, aunque todos eran idénticos —sonrió.

En realidad... no lo recuerdo —respondió Nabiki. Mordió la fruta y el flequillo tapó su cara.

Yo tampoco —admitió Akane avergonzada.

Kasumi las observó con una mezcla de ternura y tristeza.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces —dijo con calidez—. Mírense... Nabiki comenzando la Universidad... Akane casada y haciendo funcionar el dojo...

Eso está por verse aún, dos alumnos no es gran cosa —comentó Nabiki—. No sé cómo harán para levantar ese viejo dojo.

¡Lo lograremos!

Bien, bien. Seguramente necesitarán de mis servicios así que tal vez les haga descuentos especiales por ser familia. Digamos... —se puso el índice en la barbilla— un cinco por ciento.

Guiñó un ojo.

¡Qué generosa! —espetó Akane con ironía.

En ese momento sonó el teléfono y la menor hizo el ademán de ponerse de pie, pero después se quedó quieta, sintiendo la mirada de Nabiki clavada en ella.

¿Podrías contestar, Akane? —pidió su hermana mayor.

Mientras la muchacha se levantaba rápidamente para cumplir con el pedido, Nabiki rió.

Todo el olvido está lleno de memoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora