¿Quién eres?-Joel Pimentel

Capítulo once.

El guardia de seguridad que vigila la plaza nos observaba muy molesto, furioso más que nada. Nos regaño por estar en la fuente mojándonos  ya que dijo que no era una piscina pública y nos dio su largo discurso de la plaza, que cosas son buenas y malas, que ya no éramos niños pequeños que no entienden  y unos millones más. A ambos nos dijo que subiéramos a su patrulla para escoltarnos en nuestras casas, primero a la mía. Muy mala idea, Christopher estará dándome sus sermones, los cuales son nuevos. El guardia estaciono enfrente de mi casa, baje y dejo a Joel en su patrulla, tocó la puerta y salió mi hermano con su gesto de asombro.

—¿¡____!?

—Hola.— le sonreí apenada.

—Encontramos a esta chica jugando adentro de la fuente de la plaza. ¿Hay algún adulto responsable con quien pueda hablar?—Pregunto el guardia.

—No, mi padre está de viaje pero yo estoy a cargo.

—¿No dejo a alguien mayor para cuidarlos?

—Tengo 18 años.—bufo.

—De acuerdo. Esta chica está violando reglas de la plaza pero seré generoso y voy a pasarle esta, pero si la sorprendo una vez más a ella y al otro chico tendré...

—Espere, espere, espere...¿Otro chico?.

—Si, él que tengo en el auto estaba con ella.

Christopher observó a la patrulla mirando a Joel, él solo le sonrió incómodamente mientras Christopher lo fulminaba con la mirada.

—No se preocupe, guardia. Ella me va a escuchar.

—Gracias y aquí la dejo, con su permiso.

—Pase.

Christopher me abrió paso a la casa pero no iba a quedarme ahí, tenía la idea de correr escaleras arriba para encerrarme a mi habitación pero Christopher hizo un silbido con sus dedos en la boca para detenerme. Maldecía internamente apretando mi mandíbula, no quería escucharlo, quiere hacerle de hermano mayor pero ya no le queda. Gire a verlo y encarne una ceja.

—¿Qué sucede?

—¿Qué hacías con él?

—nada.

Christopher abrió la boca ofendido.

—¿Entonces qué? ¿El policía invento una historia para traerte a casa?

—si te digo que si, ¿me creerás?

—¿¡Por qué estabas con él!? —me grito.

—¡Estaba con Richard!—le regrese el grito.

—¿¡Y pasó a recoger a Joel el guardia o qué!?

—¡No!

—¿¡Entonces!?

—¿¡Por qué te importa tanto!?

—¡Porque eres mi hermana!

Y ahí lo tienen, ahora soy su hermana.

—¡Si fuera así me dejarías estar con él!

—¡Es un cretino!

—¡Por lo menos él no me golpeó!

Tape mi boca por lo dicho, fui demasido lejos,  lo partí en dos. Christopher se quedó boquiabierto, sus ojos se cristalizaron  de poco a muy rápido, bajo la vista limpiándose disimuladamente sus lágrimas pero no podía disimular bien, estaba templando y eso lo delataba.

—Fue un accidente—susurro aún con la mirada agachada.

—Lo sé —suspire— pero dudo mucho que los golpes hacía Joel fueran un accidente.

—Déjame expli...

—¡Espera!—Lo interrumpí.

Me quedé pensando en el recuerdo, en la plaza, en su rostro y no tenía ningún  golpe o moretón, estaba sano...sin ningún rasguño. Nadie puede sacarse los golpes en minutos o segundos, incluso horas, el mío aún no desvanece.

—¿Qué sucede? —Pregunto Christopher sacandome de mis pensamientos.

—Cuando vi hoy a Joel, no tenía ningún golpe en la cara. Estaba bien.

—Estás jugando— rió sarcástico.

—No, te juro que no tenía ningún golpe.

—Yo estoy lleno de golpes, ¿como es que él no?

—No lo sé, ¿Maquillaje?

—No creo que use eso—rió

—No pero tal vez, bueno no o quizás si...no sé. No lo conozco realmente.

—Es raro.

—Si, pero lindo.—declaré.

—¿Qué?—grito.

—Nada.

—Escuche perfectamente, ¿él te gusta?

—Quiero ir a dormir.—Bostece falsamente.—Es tarde y mañana debo ir al colegio.

Corrí escaleras arriba pero Christopher chiflo de nuevo, es tan frustrante escucharlo, no soy ningún perro.

—¡_____!—grito. Regrese con él.

—Él me gusta y creo que le gustó, Christopher.

—No, no, no y no.

—¿No, qué?

—Te prohíbo verlo.—ordeno.

Voten y comenten.

Ese Christopher celoso, pasen a ver las otras novelas que tengo.

¿Ya vieron la portada, qué tal?

C zuleymaanalid

Las quiero, bye.