¿Quién eres?-Joel Pimentel

Capítulo diez.

Caminé por la plaza tratando de encontrarlo, giraba a mis lados y nada, de seguro ya se había ido a casa. Mejor lo daba por perdido, es decir ¿Por qué se quedaría aquí? Él estaba triste, lo más seguro es que se fue a casa, desahogar toda esa tristeza o tal vez furia, no lo sé.

Me rendí, sólo seguí caminando por donde fuera que caminaba, tenía la vista baja así que me daba igual en donde caía de esta gran plaza. Seguí hasta topar con una fuente, alce mi vista y en esta misma fuente estaba Joel, sentado, leyendo su libro pero hacia unos quejidos cuando lo leía.

—Hola.— me acerqué

—Hola.— bajo el libro para mirarme. Efectivamente había llorado.

—¿Cómo vas con tu quinta vez leyéndolo?

—No tengo ni idea, no le estoy prestando atención  a este capítulo.

—Entonces deja de leer por hoy y vamos a divertirnos.—Sonreí, pero parecía más falsa que sincera.

—¿No estabas en una cita con Richard?

—No, sólo fuimos a comer.

—Ajá, como digas.—rodo los ojos para volver a leer su libro.

—Es la verdad.

No entiendo esta necesidad de darle explicaciones pero tampoco entiendo su comportamiento tan...¿celoso?

—Solo di que te gusta Richard y ya—volvió a verme. Levantándose de su lugar.

—No es así. —contraataque.

—¿Por qué eres tan terca?

—¿Y tú tan bruto?

—Porque así soy yo.

—No era de esperarse.—Bromeé.

Joel soltó un suspiro y regresó a sentarse, dejo el libro de lado pasando sus manos por todo su cara hasta su cabello. Me senté a su lado mirando al frente, también soltando un merecedor suspiro, estábamos callados y yo no sabía cómo evitar estar así.

—¿Por qué estás aquí y no con Richard?

—Quería estar contigo.

—¿Después de lo que te hice aun quieres  estar conmigo?

—Yo tampoco entiendo esta extraña sensación

—Estoy igual, tampoco sé que es lo que siento por ti.

Será imposible lo que preguntaré pero creo que es la única solución.

—¿Amor?

—No.—fruncio el ceño.— Ese no, estamos muy lejos del amor, esas cosas no existen a los 16.

—¿Y para ti cuando crees que existe el amor?

Respiro hondo y después lo saco, mirándome directamente a los ojos.

—Cuando te casas con la persona que crees que es correcta, la proteges, cuidas, amas. Después cuando haces el amor con ella y ese amor lo transformas  en un bebé, formas una familia y eres feliz. Yo creo que en ese momento existe el amor.

—¿entonces que crees que sentimos tu y yo por el otro?

—No lo sé, ¿atracción?

—¿Tú lo ves así?

—Haces muchas preguntas—bufo, a lo que yo reí.

—Solo quiero conocerte mejor.

—El golpe te afecto la cabeza, ¿verdad?—apunto a mi mejilla.

—¿Por qué lo dices?

—He sido un cretino contigo.

Entonces subió sus pies, escondiendo su cabeza mientras recargaba su frente en sus rodillas. Estaba muy triste por lo sucedido y yo muy molesta conmigo misma de seguir aquí, ahora se está comportando como el Joel que me gusta, no como ese Dylan que suele interpretar. A veces  creo que puede ser chantaje, mejor lo averiguó.

—Tienes razón —reí. Lo empuje y cayó a la fuente, salió rápidamente a tomar aire y me fulminó con la mirada, comencé a reír.— Es lo menos que mereces por ser tan imbécil.

—¿Satisfecha?—encarno una ceja.

—Sí

—Bien, mi turno.

Me tomó del brazo jalándome dentro de la fuente,  terminando toda empapada y buscando aire. Lo mire muy molesta mientras él carcajeaba.

—¿Qué te sucede? —gruñí.

—Quería que tomarás un baño conmigo.

No lo pude evitar, es un encanto.
Comencé a reír y él igual, esto parecía un juego de niños y me encantaba, no siempre lo vives. Joel comenzó a aventarme agua y me defendí, a los segundos nos aventamos agua, reíamos y de vez en cuando nos mirábamos directamente a los ojos,  es un momento único, con este olvide completamente al otro Joel.

—¿Qué hacen aquí? —Nos pregunto un guardia de la plaza, dejándonos anonadados.

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Muchas gracias.
Disfruten este capítulo.
Porque yo me emocioné jajaja.