Capítulo veinte.

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Todo el día y la noche me quedé pensando en lo que me dijo Joel, no pude pegar un ojo hasta que dieron las 3:50 am y tenía que levantarme hasta a las 7:00 am para irme al colegio. Aún sigo pensando en lo que me dijo porque un beso ser una respuesta no era algo que cualquiera persona diría para dar como excusa.

En fin, de seguro sólo busco un forma para esquivar la verdadera respuesta. ¡Estúpida estrategia!.

Pase al salón de química, encontrándome con la mayoría del grupo.  Erick y Richard muy animados hablando en su mesa.

—Hola- llegue con ellos, saludándolos cordialmente.

—Disculpen —dijo en voz baja Richard, saliéndose del aula.

Mire a Erick, confundida, pidiendo una explicación. No podía ser que ahora también Richard empezará a cambiar de humor drásticamente, ¿después qué? ¿Tendré que decirle su otro nombre cuando cambie de humor?.

—¿qué le pasa?—pregunte, tomando asiento en mi lugar.

—Tal vez está molesto porque lo dejaste plantado en 'italiano's'.

Golpee mi frente por recordarlo.

—soy una estúpida- me insulte.

—No lo eres- sonrió para calmarme, pero no lo iba a lograr.

—Dejar a mi mejor amigo solo por ir a buscar a Joel es cruel... Soy cruel.

—¿Fuiste por Joel mientras tenías una cita con Richard?

—No era una cita.

Erick golpeó su frente con la mesa y volvió a mi.

—¿No te dijo que quería una cita contigo?

—No, ¿por  qué lo haría?

—Porque le gustas- declaro, alzando sus brazos molesto— Enserio le gustas a Richard. Pero por lo visto a ti te gusta Joel.

—Ahora me siento peor.— cubrí mis ojos con una mano, triste por la situación.

—Tranquila, él tuvo la culpa por no decirte antes.

—El no tiene la culpa, nunca le di la oportunidad de decírmelo.

—Y si lo hiciera. ¿Estarías  con él?

Me quedé callada, la respuesta era obvia pero temía decirla. Erick es muy listo y con este silencio para él ya respondí.

—No lo harías ¿verdad?

—No—me reacomode en mi silla incómodamente —Es que, Joel me gusta.

—¿y a él le gustas?

—Si.

Por un momento me emocioné por responder con tanta seguridad, pero después el recuerdo cuando Christopher llegó para correrlo sin darme la oportunidad de responderle si quería ser su novia, me entristeció.   Sin contar la última escena que hicimos en la calle con el beso.

—¿Y por qué te pones triste? - pregunto notando mi nuevo estado.

—porque nunca tuve oportunidad de decirle que lo quiero.

—puedes hacerlo hoy —me ánimo, sinceramente  Erick es un chico súper dulce y muy bueno con las palabras de ánimo pero hoy era la excepción.

—Si se vuelve Dylan será muy difícil.

—¿Dylan? ¿Así le dirás cuando se ponga cretino?- carcajeó.

—Parace que le gusta.— me encogí de hombros, mostrando una forzosa sonrisa.

La campana había sonado, todos los que faltaban para entrar al aula lo hicieron, incluyendo Richard, a nadie le gustaría tener que lidiar con el profesor Matt. En cuanto vi el profesor pasar,  perdí cualquier esperanza de que Joel llegará al colegio, me puse un poco nerviosa que fuera la causa de su inasistencia.

El profesor iba a cerrar la puerta cuando alguien puso un pie en esta, impidiéndoselo. Joel, algo agitado de tanto correr -supongo-  llegó al aula pidiendo el pase.

—¿Puedo pasar?—pregunto, recuperando el aliento.

Matt lo miro dubitativo, observándolo atentamente provocando estremecerlo.  Este sólo rió al verlo y le dio paso al aula.

—Tres minutos tarde pimienta. — le reprendió, todavía con una sonrisa en su rostro. — Para la próxima, piensa dos veces antes de desafiarme. Pasa y toma asiento.

—Es Pimentel — susurro Joel, ya sentando a mi lado.

—Pensé que no ibas a venir.— le dije.

—Un pequeño inconveniente — me guiño un ojo, y después me dio un beso casto en mis labios.

Me quedé helada un momento, Joel tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras sacaba los libros de su mochila. Le miré atentamente y no parecía sorprendido, ya tenía planeado hacerlo.

—¿Y eso?— le pregunté, refiriéndome al beso casto.

—Somos novios ¿no es así?

—¿Lo somos?— me sorprendí aún más.

—Desde ayer —contesto dándome un último beso casto.

—Profesor llevan un rato hablando y no me dejan poner atención a la clase — se quejo Richard con la mano alzada.

20 votos y 5 comentarios y sigo.

¿Quién eres?-Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora