Between a Heartbeat - LuChen

Prólogo

Cuando Jongdae se levanta esa mañana soleada del sábado, sabe que el día será diferente. A pesar de ser uno de esos donde tiene descanso de la universidad y afortunadamente del trabajo también, patea las sabanas con demasiada energía, preparado para comenzar con la jornada. Carajo. ¿Quién en su sano juicio recibía bien el despertarse a las 8 am en pleno fin de semana?

Nadie. Absolutamente nadie lo hacía. Ni siquiera Jongdae.

Sin embargo, este día es especial y le pinta para ser prometedor. El ánimo prácticamente le llega hasta las nubes. Ha quedado con su vendedor en una hora y media más, por lo que se apresura para darse una ducha en su reducido baño y ponerse algo cómodo para caminar. Todavía tiene que andar en metro. Pero claro, eso pronto cambiaría. No se molesta cuando el pan se le quema en su intento de tostarlo un poco ni cuando el café le sale demasiado cargado.

Antes de salir se asegura de ir al pequeño mueble donde guarda esa caja de metal que contiene su trabajo producto de meses enteros ahorrando. Toma todo el efectivo y sale por la puerta. Ni la señora grosera del mostrador de su edificio logra cambiar su estado de ánimo y como todas las benditas mañanas, le da los buenos días enérgicamente. Solo que hoy le agrega una gran sonrisa y una sacudida de mano. Después de las mil vueltas que la vida le ha dado, Jongdae sigue siendo una persona amable con modales impecables, además de tener esa chispa que caracteriza su personalidad. Ojalá todos pudiéramos ser como él, ¿cierto?

El metro va demasiado lleno para ser las nueve de la mañana en punto y conforme se detiene haciendo más paradas, se vuelve apretado y comienza a sentir calor. Maldice el haber optado por usar esa sudadera. El señor a su lado no tiene el mejor olor del maldito mundo, pero eso no logra desanimarlo, porque sabe que pronto no tendrá por qué soportar esas cosas u olores. Así que se da ánimos mentales y resiste. A duras penas puede salir de la estación, respirando por fin aire fresco. Dios, pensó que en algún momento iba a desmayarse. La gente debería aprender a usar algo de desodorante. Limpieza personal señores por favor, no está de más.

Camina por las concurridas calles de Seúl y a lo lejos puede finalmente ver su destino. Repentinamente sus piernas dan un salto con cada paso que avanza y no se reprende, se lo merece. No le importa que tenga ya veintitrés años y este comportándose como un crío de cinco a punto de recibir un juguete nuevo. Pone un pie dentro del establecimiento y reconoce la voz del hombre con el que hablo por teléfono la semana pasada. Luce demasiado aburrido, dándole la bienvenida amargamente. El semblante del hombre cambia por completo cuando le dice porque está ahí. Sus labios se estiran en una gran sonrisa y lo conduce hasta lo que será su próxima compra.

Porque amigos, el día de hoy, Jongdae estará comprando su primer auto. Ese por el que ha tenido que doblar turnos y soportar viejos borrachos intentando sobrepasarse. Quien quiera que viera la vieja chatarra de segunda mano que va a comprar, diría que no, que definitivamente no ha valido para nada la pena. No obstante, le brillan los ojos porque aunque no sea un auto de último modelo, es uno que si ha podido costearse y lo mejor de todo, es que es el fruto de su esfuerzo personal y mental. No escucha más al vendedor y simplemente terminan con la transacción.

Jongdae no lo sabe, pero cuando ponga su trasero en ese asiento desgastado por primera vez, su vida daría un giro de 180 grados. Sin embargo, eso todavía está por descubrirse. 

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¡Hola!

Lo prometido es deuda y aquí les traigo mi nueva historia, estoy muy feliz de poder publicarla finalmente :)

No hay muchos fics con esta pareja, así que me he animado a escribir acerca de ellos dos, creo que combinan muy bien ^^

Actualizaré todos los viernes, por lo mientras les dejo aquí el prólogo para que me digan que opinan, ¡me ayudarían mucho votando y compartiéndola!

En fin, de verdad espero que les guste mucho.

Hasta pronto.