Between a Heartbeat - LuChen

Capítulo 4

"Fotos"

Jongdae se encuentra parado en medio de la sala con su caja de ahorros entre las manos. Lleva aproximadamente cinco minutos así. Trata de convencerse a sí mismo de que no es un estúpido. Aunque siendo sinceros, le está costando algo de trabajo. Sabe que por más que mire el contenedor, de este no aparecerá dinero mágicamente. Joder, sabía que esto pasaría. Suelta un suspiro frustrado y revuelve su cabello después de guardar la caja en su respectivo lugar secreto. Evita a toda costa empezar a patalear como un niño pequeño, optando por caminar hacia su reducida habitación y tirarse de espaldas en la cama.

Hoy es jueves. Es el noveno día en el que Luhan no ha hecho acto de presencia. Francamente, no está seguro si eso debería agradarle o preocuparle. Por un lado, no ha tenido que verle la cara a ese maldito arrogante. Y por otro, no puede olvidar que su vida sigue pendiendo de un hilo porque no han encontrado al culpable del asesinato de Kris.

En este lapso de tiempo apenas y ha tenido tiempo de respirar. No revisó su calendario y por ello, grande fue su sorpresa cuando Yixing le dijo que las pruebas estaban a la vuelta de la esquina. Paso gran parte de sus noches estudiando, por lo tanto, le había resultado imposible doblar turnos. Debe admitir que agradece mentalmente que Luhan no lo haya dignado con su presencia. A pesar de esto, el muy idiota sí que logró colarse en sus pensamientos durante sus horas de estudio. Jongdae inconscientemente se pregunta si volverá a verlo. Un parte muy, aclaro, muy en el fondo de su mente, le grita que definitivamente tiene que volver a verlo. No obstante, se encarga de empujarla fuertemente y olvidarla.

El sol ya se ha ocultado y hoy fue su última bendita prueba. Casi llora al entregarla, lo jura. Pudo haber doblado turno, pero no tenía la fuerza suficiente para mantenerse en pie y por ende, logro llegar a casa temprano. Su jefe hizo un berrinche cuando le dijo, aunque al menos lo entendió. Jongdae se aseguró de decirle que doblaría turnos la próxima semana para compensarlo.

Ya estaría durmiendo plácidamente para recuperar todas esas horas de sueño perdidas si no fuera porque recordó que pronto tendrá que dar el abono para su colegiatura. Con lo que tiene ahora no va a completarlo. Seguramente si hubiera doblado turnos durante estos días no tendría que preocuparse ahora. Desafortunadamente, las cosas siempre se complican para él. Quizás no debió haber comprado ese auto porque así tendría dinero suficiente para pagar y no estaría involucrado en la maldita mafia.

No tiene idea de cómo reunir lo que le falta. Ni doblando turnos toda la semana próxima lo compensaría. Tal vez podría decirle a su jefe, pero eso significaría que tendrá que trabajar el doble por algún tiempo y no puede darse el lujo de hacerlo porque no sabe cuándo Luhan decidirá volver y arrastrarlo lejos. Ya puede sentir el comienzo de un dolor de cabeza y entonces decide preocuparse por esto mañana. Todavía le queda algo de tiempo para pensar que hacer. El sueño le pica en los ojos y se deja vencer, quedándose absolutamente dormido.

A la mañana siguiente sale de su apartamento temprano, habiendo descansado lo suficiente para levantarse unos minutos antes. Saluda a la señora del mostrador y como de costumbre, el silencio le contesta. Gracias a Dios su nariz está bien ahora. Estaba comenzando a cansarse de todas las miradas encima de él. Estaciona su auto en un lugar libre y antes de bajar, su mirada viaja a la guantera. Como si un foco se iluminara encima de su cabeza, la abre y saca el pequeño botón dorado. Definitivamente es costoso. Probablemente pueda empeñarlo y conseguir algo de dinero para su abono. Luego de pensarlo un poco, se dispone a preguntarle a su amigo Yixing que piensa acerca del valor del objeto. Es un aficionado con cosas como estas.

Apenas y pone un pie en el aula de clases, se acerca a su puntual amigo y saca el botón de su bolsillo, plantándolo prácticamente frente a su cara.