Between a Heartbeat - LuChen

Capítulo 8

"Condición"

Otro disparo suena en el jardín, pero Jongdae no se inmuta. Demasiado ocupado viendo las nubes pasar y relajándose con la brisa que lleva el viento al pasar. Hace un buen día hoy. El sol brillando a sus últimas antes de tener que ocultarse. Respira hondamente otra vez, reacomodándose en su asiento. Kyungsoo se encuentra a su lado. Sus ojos están cerrados y tiene los brazos cruzados. Se atrevería a decir que está quedándose dormido, pero sabe que el hombre no se permite relajarse.

Hace casi dos semanas que ha sido la ceremonia de Kris Wu. La última vez que Jongdae estuvo en un funeral, no podía dejar de llorar. Ni si quiera pudo ver el ataúd donde estaba su madre más de dos veces porque el dolor en su pecho no le permitía respirar. Gruesas lágrimas recorrían sus mejillas mientras el sarcófago donde se encontraba la persona más importante en su vida era enterrado bajo tierra. Casi trece años después, la herida en su corazón sigue fresca y doliendo como cuando se dio cuenta que no habría nadie que sostuviera su mejilla en las noches para decirle lo buen niño que era.

A Luhan no le agradaba la idea de asistir, no fue muy difícil para él percatarse de esto. Su rostro cambio completamente apenas entraron en el lugar. La pesadumbre podía respirarse en el ambiente. Era asfixiante. Como no hubo nadie que pusiera una mano en su propio hombro, Jongdae no dudo en hacerlo para calmar a Luhan. Porque puede que no lo dijera muy seguido, pero sabía que también le dolía la perdida. Y cuando el ataúd estaba siendo enterrado, supo que el castaño solo estaba tratando de soportarlo. Todo explotó cuando observo a Chanyeol marchándose.

Dudo seriamente en darle su espacio o seguir sus pasos. Con el pensamiento de que a él le hubiera gustado alguien que le mostrara interés, lo siguió. Verlo con un cigarrillo en los labios lo molestó. No era solo por odiar el jodido olor, era porque sabía que Luhan estaba frustrado y jodidamente agobiado por no encontrar al asesino. Le dolió no poder ayudarlo más que con unas simples palabras alentadoras. No obstante, aquello pareció funcionar porque logro que Luhan se quedara el resto de la ceremonia.

Con el pasar de los días el hombre se abría cada vez más hacia él. Jongdae quería saber todo acerca de Luhan, pero sabiendo que no era fácil hablar de un pasado tormentoso como el suyo, se abstenía de preguntar. Sin embargo, aquella tarde en la habitación cuando observo los trazos de tinta en el pecho del castaño, surgió una duda en su cabeza que sin verdadera intención, también dijo en voz alta. Realmente pensó que Luhan no iba a contestarle. Pero tuvo que maldecirse por subestimarlo, porque sí que se abrió a él. Y talvez por ello o porque hacía mucho tiempo que no se desahogaba, termino contándole sobre su padre.

Ver las cejas de Luhan fruncidas en una clara señal de preocupación y molestia mientras hablaba, lo conmovió. Porque aprecia cada gesto que tiene hacia él. Puede que sea muy pequeño, como preguntarle como estuvo su día, que tal le había ido en el trabajo o simplemente alimentarlo. Nadie más que Yixing se había preocupado así por él. Saber que el hombre no solía hacer esto literalmente con nadie, solo hace que lo aprecie el doble. Y puede que su situación no sea prometedora o tengan que mantenerlo en secreto para cuidarse de las miradas enemigas, pero Jongdae después de mucho tiempo se siente honestamente feliz.

Un disparo más lo saca de sus pensamientos, esta vez obligándolo a levantar la vista, pero no por el sonido, sino por la pequeña riña que ha comenzado entre Baekhyun y Luhan.

—Bastardo, has hecho trampa. —gruñe Baekhyun, fastidiado.

—¿Cómo puedo hacer trampa en esto, idiota?—responde el castaño, las manos sobre sus caderas. Puede ver el humo saliendo de su pistola desde esta distancia.

—Recuerda que Baek no sabe perder, Lu. —interviene Kyungsoo, sus ojos aun cerrados. Jongdae no se sorprende, porque a pesar de que el bajo no pueda observar, todos sus otros sentidos se encuentran alerta.