Between a Heartbeat - LuChen

Capítulo 10

"Vínculo"

Jongdae se encuentra parado en la entrada de su apartamento, listo para decirle adiós a este lugar que fue su hogar por más de un año completo. Las tres grandes cajas que contienen todas sus pertenencias están apiladas una sobre la otra en el pasillo del edificio. Realmente agradece que al comprar el pequeño apartamento este ya estuviera amueblado, porque no tiene idea de donde hubiera metido todo de no ser así.

—¿Esto es todo?—pregunta alguien detrás de él y girándose a mirar, encuentra a Kyungsoo observándolo atentamente. Es casi gracioso verlo vestido sencillamente, nada más que unos jeans y una camiseta simple. Una faceta algo inusual en el hombre.

—Hmm. Gracias. —le dice y él asiente, llevándose dos de ellas. Baekhyun, en una pinta casual también, aparece a mitad de camino del bajo e intercambia unas palabras con este antes de acercarse para tomar la última de las cajas.

—¿Listo?

—Sí. Solo tengo que dejar las llaves en el mostrador. —avisa, alzando la mano para que pueda ver el objeto tintineante.

—Bien. Vamos a sacar esto por detrás y te esperaremos en el frente con el auto. Saca esas contigo para despistar. ¿De acuerdo?—asiente, mirando las dos maletas con toda su ropa. El hombre le da una palmada en el hombro y Jongdae se asegura de agradecerle por su ayuda.

Después del momento tan emotivo ayer por la madrugada, Luhan y él se marcharon a la mansión para descansar un poco. Porque apenas y abrió un ojo esta misma mañana, el castaño ya estaba listo para comenzar el día, recordándole que hoy debía mudarse. Así que luego de una ducha y con algo de su ropa prestada, ambos salieron al frente de la gran casa. Sin embargo, Kyungsoo y Baekhyun también estaban ahí, esperando. El castaño termino avisándole que ellos iban a acompañarle mientras él resolvía un asunto.

Así que mientras sus dos nuevos acompañantes se enfrascaban en una plática, Jongdae aprovecho para llamar a su jefe. La verdad era que en sus planes nunca estuvo presentarse en el lugar, porque sabía que el viejo no iba a dejarlo marcharse. Y efectivamente, luego de quince minutos de llamada y un montón de berrinches para alguien de su edad, término diciéndole que iba a echarlo de menos porque no encontraría a un bartender como él, pero que el lugar siempre estaría abierto por si decidía regresar.

Un suspiro sale de sus labios, echándole un ojo al reloj de la estancia. No son ni las once de la mañana y él ya ha renunciado a su trabajo y se está mudando. No obstante, en ningún momento siente ganas de arrepentirse, porque esta es la decisión que el mismo ha tomado. Es solo ese sentimiento de nostalgia que trata de instalarse en su pecho, pues quiera o no, va echar de menos su antigua vida. Al menos un poquito.

La puerta termina cerrándose a sus espaldas. La señora del mostrador tiene la misma cara que cuando entró hace aproximadamente una hora y media para decirle que ya había llamado al dueño del edificio y que se estaba mudando. Fría y carente de emociones. Vaya sorpresa. Saca las llaves con una sonrisa, mordiéndose la lengua porque sabe que podría decirle que echara de menos su entusiasmo ante la vida.

—Gracias. Por todo. —agradece, aunque no es como si ella hubiera hecho mucho más que avisarle que tenía correo o alguna mierda así. Deja las llaves sobre el mostrador y se da la vuelta, totalmente decidido a dejar este bloque.

—Que te vaya bien, chico.

Su cuello gira tan rápido que podría haberse lastimado, porque esto es lo más lindo que le ha dicho durante todo el tiempo que estuvo viviendo ahí. Le dedica una última sonrisa y una reverencia, saliendo por la puerta. Kyungsoo se encuentra en el asiento del conductor, el auto estacionado en la calle. Baekhyun está apoyado sobre el capo, acercándose hasta él apenas lo ve salir.