Capítulo 5

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"Promesa"

El tráfico de la ciudad es especialmente abrumador esa mañana de sábado. Luhan tiene que morderse la lengua y tratar de ser paciente porque de nada serviría decirle a su chofer que se apresure cuando hay un atascamiento de autos. Opta entonces por cruzar los brazos y suspirar profundamente.

Jongdae se encuentra a unos centímetros de su lado, mirando todo y nada a través del cristal. El chico está totalmente vestido ahora y algo se remueve en su pecho al verlo usar su ropa. Nada demasiado exorbitante, unos simples jeans y la misma camiseta blanca con un suéter encima. Fue jodidamente difícil convencerlo de aceptar, pues seguía insistiendo en usar su ropa de la noche anterior. Aunque claro, una camiseta empapada en sangre y un pantalón roto debido al disparo no era un look muy convincente, así que luego de ese argumento termino aceptando con un bufido y un puchero en los labios.

En ese instante Jongdae llama su atención haciendo una mueca de dolor, probablemente porque el pantalón continua rozando constantemente con su herida.

—¿Te duele?

—Estoy bien. —dice, restándole importancia al asunto. Solo cuando Luhan asiente, Jongdae regresa su vista a la ventana. No puede evitar pensar que Jongdae es como él en este aspecto. No quiere ayuda a pesar de que la necesite y asegura estar bien cuando sigue haciendo muecas de dolor. Es orgulloso. Y lo entiende, joder, lo hace. Nunca le ha sentado bien recibir la ayuda de alguien más, por ello le gusta trabajar solo y sin estorbos.

Luhan puede sentir que la constante tensión entre ellos ha disminuido y sabe que se debe a su pelea de esta mañana. El castaño se levantó jodidamente fastidiado y no lo pensó mucho cuando entro en la cocina y planto una pistola en el rostro de Jongdae. Tenía la maldita necesidad de hacerse respetar. Sin embargo, esperaba que el chico comenzara a excusarse, pero no eso. Porque dio por hecho que simplemente había apuntado hacia él y disparado con un mal tiro. Y fue todo lo contrario. Estaba buscando salvar su vida salvando al mismo tiempo la de Jooheon. Nunca quiso hacerle daño y Kyungsoo, por el contrario, supo ver eso.

Se olvidó por completo de la condición de Junmyeon por sus simples impulsos más asesinos. Luhan sabe que toco un punto sensible en el chico al ver sus ojos brillosos y se maldijo internamente por ello. No era quien para preguntar. Cualquier cosa que tuviera que ver con el padre de este y su obvia experiencia disparando un arma, no era de su incumbencia. Si fuera otra persona diciéndole esto, seguramente ya lo habría olvídalo. No obstante, seguimos hablando de Jongdae. Ese chico que ha logrado despertar en él una curiosidad increíble. Luhan sabe que no debe cruzar la línea entre ellos. Su relación es mero trabajo. Y diablos, le está costando demasiado mantenerse de esta forma.

Finalmente el auto comienza a marchar otra vez y en menos de quince minutos llegan al cuartel. Nota que Kyungsoo y Baekhyun ya han llegado al ver sus coches aparcados y gruñe, sabiendo que no debieron tomar la avenida principal en pleno sábado. Baja por su lado y se acerca a Jongdae, quien ha logrado a duras penas bajar también. Hace un amago para tomarlo en sus brazos y el chico le pone una mano en el pecho, deteniéndolo.

—Oh no. Yo puedo. —dice, tratando de dar un paso hacia atrás y fallando en el intento, pues solo logra hacerse daño a sí mismo. Ignorando su comentario, decide no preguntar y lo alza fácilmente.

—Vas a hacer que la herida se abra si sigues intentando caminar por ti mismo. Si quieres que sane rápido, deja de moverte innecesariamente. Haré que alguien te consiga una silla de ruedas.

—No es necesar-

—Cierra la boca, Jongdae. Dijiste que íbamos a cooperar. ¿O has cambiado de opinión?

Between a Heartbeat - LuChenWhere stories live. Discover now