✧ e m o t i o n a l ; [ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ]

「 05 」

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Hermione suspira, pellizcando el puente de su nariz intentando retener la poca paciencia que —milagrosamente— se ha negado a abandonar su cuerpo, para así poder regresar su vista al libro de pociones y a su vez, al informe de aquella poción aún sin nombre; tratando de ignorar la conversación del frente.

Después del desastre en el pasillo, la primera clase para su desdicha fue esa y con ello vino: el castigo. El trío dorado se encontraba en la biblioteca con varios pergaminos alrededor de la mesa.

Ni bien llegaron hace unos minutos la nueva "faceta emocional" de su amigo salió a relucir dando como resultado: un Harry Potter completamente decaído, lloroso y de un gusto por odiar todo.

—Harry eso está mal.— reclama Ron quien hizo todos sus deberes a un lado —No deberías pensar esas cosas, ahora probemos de nuevo, ¿Qué es lo que quieres hacer?

—Morir.

Hermione apretó con más fuerza la pasta del libro fulminando a su compañero con la mirada.

—Muy buena broma.— exclamó el pelirrojo soltando una risa nerviosa para aligerar el ambiente —Pero, en serio hermano, ¿Qué quieres hacer más adelante?

—No lo sé.— murmuró el mencionado sobándose su enredada cabellera —Tal vez aprender a hacer un Avada Kedavra y lanzármelo a mí mismo.

Hermione volvió a suspirar sobándose los cabellos.

—Harry...— el tono de su voz era una extraña combinación de tono pasivo-agresivo —Sabemos que no fue tu culpa lo que pasó allá, todo es por esa poción y por eso tenemos que cumplir con nuestro deber de buscar una solución...

—¡Y cumplir con el informe para ese aburrido de Snape!

—Sí, también eso.— hizo un gesto de desinterés —Pero, necesitamos que te relajes y nos relates cómo te sientes, es una nueva emoción la que estás presentando. Aunque tal vez no es la adecuada.— murmuró lo último.

—¡Es que ustedes no lo entienden!— exclamó el moreno alertando a un par de Hufflepluff que pasaban por allí y que huyeron a toda prisa —¿No vieron lo que pasó? Les grité y ellos no habían hecho nada...— acto seguido estampó el rostro contra la mesa —Odio esto...

Ambos chicos le sobaron la espalda por un par de minutos hasta que por fin Potter levantó la mirada sin rastro de tristeza.

—Wow, amigo en serio esa poción es un asco.— susurró Ron —Pero, Mione tiene razón, necesitamos a tu yo calmado. Si no viene a las buenas lo haré venir a golpes.

—Que sea con un hechizo por favor si eres tan amable.— respondió Harry sarcásticamente, para luego soltar una carcajada —Oigan, ¿Creen que haya un hechizo para borrar emociones?...— susurró —Hacerlas "desaparecer" a mí me gustaría. Lo usaría para no sentir que muero de aburrimiento...— señaló los deberes observando al pelirrojo reír ante su idea —Incluso podría ser para siempre si así se deseara... ¡Ahora que recuerdo creo que hay u-!

Los alumnos que estaban más cerca giraron sobresaltados cuando el sonido de un libro golpeando algo rompió el "silencio" de la biblioteca.

Más no había golpeado a algo, sino a alguien.

—¡¿Qué demonios Mione?!— exclamó el moreno agarrándose la cabeza.

—¡No fui yo! ¡Ron!

—...¡¿Malfoy?!

El pelirrojo junto con sus amigos observaron al mencionado quien traía un libro grande de herbología en la mano, este les dió último vistazo, sobretodo a Harry quien le miraba con todo el odio que podía.

—Deja de decir estupideces, Potter.— y dicho eso se retiró dejando a todos en la biblioteca confundidos, a un trío dorado con miles de preguntas y un dolor de cabeza en uno de sus integrantes.