✧ e m o t i o n a l ; [ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ]

「 10 」

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Seamus se reía, Dean y (esto era el colmo) Ron estaban cerca de imitarlo, listos para hacer un escándalo en medio del comedor.

Hermione tenía una cara que en algún momento pudo haber sido de reproche pero el color de su rostro se estaba tornando rojo y se notaba que se estaba aguantando.

Y luego estaba Harry, oh Harry,  ocultando la cabeza cual avestruz asustada entre sus brazos sobre la mesa, con sus platos de desayuno a los lados, llevaba esa misma posición unos minutos.

—Oigan chicos— trató de preguntar sin levantar el rostro —¿Podrían decirme si me vio?

Los presentes dejaron de reír, bueno, Dean no, él seguía.

—Sí, lo lamento Harry pero quien sea esa persona es más que obvio que vio lo que hiciste.

El moreno gimió frustrado.

La intención nunca fue esa, el día estaba iniciando muy bien, estaba admirando de vez en cuando la mesa de las serpientes. Bueno, estragos de la poción, un par de cuestionamientos y una intensa lucha entre sus pensamientos lo llevaron a una misma conclusión: Malfoy podía ser un egocéntrico, alguien demasiado pesado. Pero era muy lindo.

Sobretodo con su cabellera rubia (tal vez podría tocarla sin perder parte de su cuerpo, en sueños, claro está), sus ojos color plateado y con unos toques de azul que podían mostrar tanta frialdad, cómo adquirir un brillo genial cuando algo lo hacía reír (Merlín lo ampare que nunca notó eso) y sobretodo, sus cambios de expresión al verse envuelto en alguna de las bromas de sus compañeros.

Simplemente, la cosa más adorable que Harry pudiera contemplar. Y eso que hace solo unas horas rogaba que no tuviera que ver con un enamoramiento de corta duración.

Quién diría que sucumbiria tan rápido.

Afortunadamente Potter supo disimular "decentemente", y procuraba "mantener" su concentración la mayor parte del tiempo en el plato de tostadas con mermelada y en una charla algo rara con sus amigos.

Nunca pensó tener un humor tan bueno un lunes por la mañana, y tranquilo empezó a tomar su jugo de calabaza. Luego, todo se fue patas arriba.

Draco lo estaba mirando. Draco 'jodido bastardo adorable' Malfoy lo estaba mirando, con una de sus cejas elevadas, el ruido en su mesa fue a segundo plano y antes de que alguno hiciera algo el rubio le sonrió.

El corazón del moreno dió un vuelco y tal vez su cerebro le dijo que intentar devolver la sonrisa cuando aún no había pasado el jugo era una MALA idea. E igual lo hizo.

Levantó un poco el rostro, dándole un vistazo a la mesa Slytherin y sonrojado se permitió sonreír levemente antes de volver a su anterior posición.

Sí, había hecho el ridículo botando parte de su jugo, pero al menos Draco estaba riendo. Y vaya que así puede que valga la pena.