✧ e m o t i o n a l ; [ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ]

「 08 」

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Clavó el tenedor en parte de su comida, su única intención era hacer que Hermione le dejara de preguntar el porque no comía pero, ya que estaba así, le dió un bocado para hacerlo más creíble.

Apoyó su mejilla sobre su mano y dio un vistazo a sus compañeros antes de seguir comiéndose la cabeza con sus pensamientos.

Parecía que finalmente la poción había desaparecido, aunque, también podía ser que emociones negativas no le quedaban. Quién sabe. De todos modos Harry no tenía tiempo para pensar en eso.

El sueño que tuvo le había dejado varias dudas, probablemente se lo contaría a Ron después de clases, le agradaba la idea de iniciarlo con un: y allí estaba yo, sentando en un cuarto con aspecto rústico y a cada lado había un espejo cubierto por una gran sábana. Eran cuatro en total.

Recordaba que antes de hacer algún movimiento las mantas cayeron y dos de los espejos mostraron mi reflejo a cuerpo completo mientras que en los otros dos con suerte y distinguía la mitad. Los colores también eran distintos: rojo, azul, amarillo y gris y mi reflejo completo se veía en los dos primeros. He de allí mi suposición de que a lo mejor ya me he enojado y llorado suficiente.

¿Habrá algún detonante para las otras?

—Hey hermano ¿Estás bien?— preguntó discretamente Ron.

Harry paró de recordar y le observó dudoso.

—Sí, ¿Por?

—Bueno, te quedaste viendo la mesa de las serpientes y por un momento parecías solo concentrarte en admirar a Malfoy— contestó Seamus antes de darle una mordida al pan —Además él se está burlando de ti ahora.

Harry prefirió ignorar eso y siguió comiendo.

—¿Por qué tan solo, Potter? ¿Ya te abandonó tu dúo de tarados?

El moreno rodó los ojos antes de encarar a tan indeseada presencia.

—Lo mismo digo de ti, Malfoy ¿Se aburrieron de tus dramas?

Harry iba camino a su zona favorita cerca al lago negro, había logrado librarse un par de horas de sus compañeros y en verdad quería un momento a solas. Con solo decir que Snape lo volvió a dejar como un tonto ya tenía suficiente.

—No pienso pelear contigo, no molestes.

Para sorpresa suya Malfoy empezó a reír. Cubría su boca con su antebrazo como si con solo verle la cara las risas volvieran a él.

—¿T-Te crees el centro del universo o qué?— preguntó en medio de carcajadas.

Y Potter examinaba detalles que con algo de cordura jamás haría, como por ejemplo, que los ojos del Slytherin se achinaban, que en medio de carcajadas arrugaba la nariz y...¿Siempre tuvo pecas en la nariz? Porque eran muy pequeñas...

De pronto salió de su estupor y pegó un brinco, antes de huir a toda prisa.