Nuestro Hijo. (SasuSaku)

Capítulo 18.

Mi cuerpo me duele, siento que la cabeza me va a estallar. Me incorporo en la cama y veo a todo a mi alrededor. Estoy en el hospital de la hoja y los recuerdos vienen a mi memoria. Satoshi. ¿Donde estará mi hijo? Me levanto de la cama y veo que se abre la puerta.
—No deberías estar de pie.
—¿Mi hijo, donde está?
—Sasuke lo traerá en un momento— el alivio me hace sentarme y maldecir de dolor— tenias magulladuras hasta en el culo y no nos explicamos por que.
—Me amarraron y un caballo tiro de mi desde el país del te hasta aquí.
—Tu cuerpo colapso en los brazos de Sasuke y te trajimos aquí. Llevas una semana inconsciente.
—¿Koharu y Tekichi?
—En la cárcel, casi matas a Koharu y le fracturaste muchos huesos a ese hijo de perra.
—Los hubiera matado pero mi hijo me detuvo. Mierda siento que mi cuerpo no sirve para nada— Itachi ríe y la puerta se abre y veo a Sasuke con Satoshi en brazos. La imagen más bella de todas. Padre e hijo son hermosos. Le estiro los brazos a mi hijo y el sonríe, su padre me lo entrega y yo me desvivo por mi pequeño. Los dolores se han ido y ahora solo tengo ojos para el.
—¿Cómo te encuentras?
—Mejor ahora que tengo a mi hijo aquí y Koharu en la cárcel.
—Ciertamente es una buena sensación, aunque me cuesta que se duerma en las noches. Yo no se que canciones le cantas pero debes enseñarmelas.
—Son trucos y no reveló mis secretos.
—Itachi y el equipo taka me han ayudado mucho con Satoshi. Aunque Naruto no sale de mi casa ahora que sabe del niño— mi risa lo hace sonreír ladino. Su hermano se despide de mi y sale de la habitación, Sasuke se sienta en la cama y me mira— aun tienes moretones en el rostro y en el cuerpo.
—Me imagino, la paliza que me dieron no fue bonita, Sasuke.
—Lo siento, fue mi culpa por dejarlos solos en casa— en su mirada veo algo nuevo.
—No fue tu culpa, fue mía por no defender a mi hijo y cuando me dijeron que estabas muerto creí morir igual.
—Yo vi tu cadáver y me volví loco. Iba a decapitar a Koharu delante de esta cosita — Sasuke toca los pies de Satoshi y mi hijo ríe y ríe. Nada que ver con el humor de su padre. Debí defenderlos mejor. Nunca más los dejaré solos y nadie más te hará daño. Nadie tocará a mí familia de nuevo.
—¿Tu estas bien?
—Con sueño pero en perfectas condiciones, de verdad necesito que vuelvas a casa o me va a matar este niño.
—Lo que pasa que el sabe quien es su mami, verdad mi amor — dije besando su cabeza.
—Tuve miedo cuando creí que te perdía — sus palabras me cortan el aire y siento su mirada sobre mi.
—Sasuke, yo...
—Pensé muchas cosas en un momento, como criaría a Satoshi solo sin su madre. Tu eres su madre y obligue a Koharu para que firmará un papel donde declara que tu eres la madre de Satoshi y ella renuncia a todos los derechos de mi hijo. Y solo falta que tú firmes si de verdad quieres ser la madre de mi hijo.
—Es nuestro hijo Sasuke, nuestro hijo— siento como se estremece y curva sus labios en una sonrisa.
—¿Quieres ser la madre de mi hijo?
—Si, es nuestro hijo. Satoshi Uchiha Haruno.
—Kakashi esta de acuerdo en hacer un bautizo y así celebrar la llegada de nuestro hijo a la aldea. El heredero Uchiha.
—Perfecto, me parece excelente.
—Mira este pequeño, es un sin vergüenza ya se durmió en tus senos. Con razón no se duerme en mi pecho— sus palabras me causan gracias y río a carcajadas.
—Me haz dado un hijo precioso Sasuke.
—Preciosa eres tu...
—Sasuke no deberíamos de confundir las cosas y — las palabras quedaron olvidadas cuando Sasuke tomó mis labios en un beso lleno de ternura. Era delicado y suave y pude jurar que lo escuche gemir.
—¿Vives conmigo?
—No, Sasuke. Satoshi vivirá en tu casa y yo luego que el se duerma en las noches me voy a la mía. No viviré contigo.
—Lo harás, ya verás— y como si el mundo estuviera de acuerdo me besa y me besa. Ahora más salvaje y feroz. Nunca había pensado que llegaría a sentir algo por Sasuke y ahora es el padre de mi hijo. Tenemos algo que nos unirá por siempre.
—Ya lo veremos.

Hoy Satoshi esta cumpliendo 4 meses y se celebrará el bautizo y la llegada de la hija de Naruto a este mundo con ello todo los buenos deseos de nuestros amigos en el Konoha.
Naruto y Sasuke eran los padres más orgullosos del mundo.
Bautizamos a ambos niños y celebramos por todo lo alto. La fiesta más grande de Konoha desde la boda de Naruto con Hinata.
—¿Sakura, como la estas pasando?— Sasuke me pregunta al tiempo que vemos como llevan a nuestro hijo a dormir.
—Muy bien, esto está de lujo— ve tomado más de la cuenta y siento que no coordinó mis movimientos.
—Naruto y Hinata ya se irán a casa y tu y yo deberíamos hacer lo mismo.
—Vale pero me llevas a mi casa— el asiste y veo que le dice unas palabras a Itachi y me toma de la mano y nos vamos del lugar.
El también ha bebido un poco pero obviamente el está mejor que yo.
Caminos en silencio hasta que un trueno nos hace apurar el paso pero sin tiempo que perder el cielo no moja con su lluvia y yo río.
—Camina Sakura, no es momento para jugar con la lluvia.
—¿Sabes que siempre he querido?
—No no lo se, pero vámonos. Enfermaras y luego contagiaras a nuestro hijo.
—Un beso bajo la lluvia, como en las películas— Sasuke se mira estupefacto y veo que entiende lo que le estoy pidiendo y asiste.
—Te besare todo lo que quieras en la casa, aquí no. Vamos a enfermar puro Dios.
—No me moveré de aquí.
—Mierda— grita frustrado, camina hacia a mí y me toma de la manera más romántica posible para un Uchiha y me besa, su lengua se adentra en mi boca y gimiendo de gusto. Dos meses viviendo con el y no nos habíamos tocado desde el beso en el hospital. Su mano rodea mi cintura y me pega a su cuerpo mojado. Estamos bajo la lluvia y besándonos tan apasionadamente que nos olvidamos del mundo.