Nuestro Hijo. (SasuSaku)

Epílogo

En konoha cuatro años habían pasado exactamente desde que Sasuke le pido matrimonio a Sakura. Un año después de eso realizaron una boda tan o más grande que la de Naruto puesto que nadie creería que Uchiha Sasuke se casaría. Satoshi con 4 años y medio era el niño más hermoso de toda la aldea, era tan inteligente como su padre y tan bondadoso como su madre. Sus cabellos negros tan semejantes a los de padre eran un poco más largos que los de este a su edad. Sus ojos negros brillan de la felicidad que embargaba. Era un niño feliz y más desde que se entero que tendría un hermanito.
La aldea había permanecido en tranquilidad y armonía sin Koharu, Tekichi y los Ambu de raíz. Naruto era el Hokage desde hacía dos años y todo marcha viento en popa. Su hija de cuatro años igual que Satoshi era la más bella de todas, claro que hacía reír a todos con sus monerías. Era tan físicamente igual a Naruto que todos la reconocían al instante. Hinata tuvo un hijo más, un varón y tal como su hermana eran la viva imagen de su padre.
Sasuke y Sakura vivían en la mansión Uchiha junto a su primogénito, más Itachi y su Novia. El se negaba a decir que era su esposa.
-¿Quieres apurate Sakura?- escucho la voz de Sasuke.
-Un segundo, ¿quieres?
-Llegaremos tarde a la ceremonia del primer día de clases de Satoshi por tu culpa- volví a gritar el Uchiha.
-Pues ya va, nada me queda bien con esta barriga- grito ella con un puchero.
-Eres hermosa sin importar lo que uses.
-No me vengas con cursilerias Sasuke, estoy embarazada y no todo me queda bien.
-Vale, intente ser razonable contigo pero estas insoportable y si sigues asi iré solo con mi hijo.
-Pues vete, no te necesito- las hormonas estaban fastidiando a Sakura y a todos en la casa. Era primera vez que estaba embarazada y aunque ya tuviera un hijo no estaba experimentando las mismas Cosas.
Sasuke molesto por sus respuestas salió de la casa con su hijo en brazos, ya todos estaban allá y solo faltaban ellos. Sakura se ha tardado horas y no iba a esperarla más y menos después de como le respondió. Su orgullo estaba en juego.
Sakura se sentía fea y poco atractiva con esa enorme panza y no quería ir tan mal, era la esposa del gran Sasuke Uchiha y madre de Satoshi Uchiha, los hombres más bellos del mundo y ella debía estar a la altura de su familia.

Al llegar a la academia ninja, todos recibieron al Uchiha con alegría ya que al fin podrían comenzar la ceremonia.
-Teme, ¿donde dejaste a Sakura?
-Aún no estaba lista y me corrió de la casa. Estoy harto de sus hormonas dobe.
-No debiste dejarla sola, su embarazo está muy avanzado.
-Lo se pero si seguía un minuto más en la casa habríamos discutido peor y por más que sea yo se que esta embarazada y no quiero causarles molestias a ella.

Los hijos de ambos se llevaban muy bien y jugaban cual niño pequeño, corriendo por todos lados.
Satoshi con su corta edad ya podía crear clones de sombras y hacer la bola de fuego. Claro que no tan grande puesto que su chakra aún era un poco inestable.

-Sasuke, debo comenzar la ceremonia y solo falta Sakura- dijo Iruka mirando seriamente a el Uchiha.
-Lo se pero no debe de tardar.
- Solo veinte minutos más, sino llega comenzaré.

No pasaron ni tres minutos cuando Sakura apareció con un precioso vestido rosa que acentuaba su embarazo, pero algo andaba mal. Su rostro mostraba dolor y cansancio. Ella llegó hasta su familia y tomó asiento sin decir palabras.
-¿Estas bien?- ella escucho a su esposo y solo dijo que si pero este no le creyó. La conocía muy bien-¿Que tienes?
-Nada Sasuke, estoy bien.
-No te creo, algo no anda bien y debo saberlo- pero el destino era caprichoso y escucharon a su pequeño pegar un grito y sin más corrieron en su busca. Satoshi se había quemado mostrándole su nuevo jutsu de fuego a sus amigos.
-Mama- lloraba desesperado el niño, una quemada ardía y dolía a horrores y ellos como ninja lo sabían bien. Sakura como pudo lo tomó es sus brazos y comenzó a curarlo pero su chakra estaba al límite, la curación era lenta pero terminó de hacerlo. No quería ver a su hijo llorar y menos sufrir por algo que ella podía curar.
Dejó a Satoshi en el suelo y se apoyo en la pared.
-Mami, ¿que te pasa?
-Nada hijo, mama esta bien- su respiración cambió y no sabía que pasaba.
-Eres una cochina mama, te hiciste pipi- su comentario la hizo reír pero su hijo tenía razón se había echo pipi o eran imaginaciones suyas. Alzó un poco el vestido y pudo ver que había roto fuente.
-Sasuke - grito con todas sus fuerzas, busco desesperada los ojos de su esposo pero veía bien. Su chakra está al límite y ya estaba afectando su vista. Cuando por fin sus ojos se encontraron se dejó caer en los brazos de morfeo.
Sasuke corrió tan rápido que ni el relampago amarillo lo habría superado, antes de que Sakura tocará el suelo la Sasuke la tenía en sus brazos. Sin entender que pasaba le preguntó a su hijo.
-Mami se hizo pipi- Satoshi comenzó a llorar de nuevo.
-Naruto encargate de mi hijo. Sakura rompió fuente y no siento su chakra- el mencionado reacciono rápido al mismo tiempo que el Uchiha saltaba de techo en techo con su esposa en brazos.
-Mierda Sakura, yo sabía no andabas bien. Mierda- estaba asustado, aunque tuvieran un hijo el no había experimentado ni un embarazo ni un parto y al parecer todo era tan rápido que ni podías respirar.

A Sakura tuvieron que hacerle traspaso de chakra hasta que reacciono, la dilatación era tal que ella pudo dar a luz a su pequeño hijo, un pelinegro con ojos verdes. Era tan bello como Satoshi.
Sasuke mando a todos a salir de la habitación ya que no quería que lo viera llorando. Su hijo había nacido y el había presenciado todo y eso lo hacía él hombre más feliz de la tierra.
-Nuestro hijo.
-Nuestro hijo- respondió Sakura con una sonrisa. Se besaron con amor en el momento que se abrió la puerta y entró su hijo mayor- ven Satoshi, mama quiere presentarte a alguien.
Sasuke lo tomó en brazos y lo subió a la camilla y este miro a su hermano con rareza.
-Es tu hermano pequeño, se llamará Sanosuke.
-Hola Sanosuke, yo soy tu hermano mayor y te enseñaré a ser clones de sombras.
-Son nuestros hijos.
-Nuestros.
Sasuke los abrazo y pudo jurar que nunca se alejaría de su familia.

Fin.