Capítulo 4

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Mis ojos comenzaban  abrirse lentamente, la luz del sol que atravesaba  esa ventana pegaba levemente  en mi rostro provocando que despertará y viera a todos lados.

Al mirar detalladamente  esa habitación  donde me encontraba sola me hacía  recordar la loca noche que tuve, mire el lado de la cama vacío y me cubri con esa sábana blanca para levantarme y mirar un poco lo demás, hasta que escuche una regadera abierta que sonaba desde una puerta que estaba en la misma habitación.

Gire lentamente  la perilla de la puerta entrando y mire el baño lleno de vapor por el agua caliente que caía hasta llegar al cuerpo desnudo de él que apenas lograba mirar un poco su espalda por el vapor. Al parecer él no me había visto, en un gesto subió su mirada con ojos cerrados en dirección a la regadera, logrando atrapar más el agua en lo cuál había quedado unos segundos inmóvil dejando que el agua caminara por todo su cuerpo.

Quizá  estaba sintiendo el efecto del alcohol hoy en la mañana, o

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Quizá  estaba sintiendo el efecto del alcohol hoy en la mañana, o...tal vez estaba pensando si fue un error o no lo que pasó.

-¡No,No,No!. No debes por que pensar así, No hoy, no después de la maravillosa noche que te dio.-Me dije en la mente esfumando todos los malos pensamientos.

Me dispuse a mirarlo entre las partes visibles del vapor, lograba ver sus pies, su definida espalda, sus manos posar en su cabello, su rostro con sus ojos cerrados y de verlo no pude evitar morderme el labio inferior. Deslice por mi cuerpo dejando caer al piso la sábana blanca dejándome como estaba...desnuda.

Camine sigilosamente  aquel cristal de el baño que impedía salir el agua al piso y por el cual me permitía verlo. Subí un poco los escalones y entre con él a la ducha, sentía el agua caer  también sobre mí  mientras más me acercaba dejándome ver aquellos rasguños en su espalda que le había hecho en la noche. Al quedar a un paso tras sus espaldas lleve mis manos desde sus costillas hasta llegar a su pecho dejándolas reposar.

Al sentir mi presencia ahí, coloco sus manos acariciando las mías en su pecho y poco a poco fue girando hasta quedar frente a mí. Me miraba rastreando cada detalle de mi mojado rostro y bajo sus manos por todo mi cuerpo,  por mis mejillas, mí  espalda hasta llegar a mis glúteos.

-Buenos días. -Le dije al besarlo.

-Buenos días, ¿dormiste bien?.-Me acerco más a él dejándome sentir su miembro sobre mi vientre.

- Mejor que nunca. ¿Por qué la pregunta?.-Lleve mis manos al rededor de su cuello.

- Al tenerme en tu pecho  toda la noche pensé que te resultaría incómodo. -Sonrio levemente ante mí.

- No, en realidad fue  un placer. Yo creí  que incómodo te iba a resultar despertar conmigo alado, pues tomaste demasiado. - Lo mire algo nerviosa de sólo decirlo.

-¿Incómodo?, incómodo lo que le dije a Kylie, fue algo grosero de mi parte.-Me dijo riendo recordando lo estúpido que se portó ayer.

-¿Si lo recuerdas?.-Pregunte con el seño fruncido.

La Viuda Negra (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora