Amar no es de tontos, lo tonto es enamorarse. Y ése fue mi error...enamorarme de él.
A hora, gracias a él soy una asesina, ¿qué como me llaman?, me dicen...la viuda negra.
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¡ESTA HISTORIA ES PARA ENTRETENER, QUEDA PROHIBIDA COPIAS Y VERSI...
Había transcurrido una semana después de nuestra luna de miel (que a decir verdad no aparecía acabar) pues, en realidad Elliot y yo estábamos mejor que nunca en esa nueva casa. Mi madre había enviado el resto de mis cosas de mi anterior casa en caso de cualquier cosa que me hiciera falta.
Elliot y yo salíamos todos los días a caminar por el bosque a almorzar como un picnic. Hoy era uno de esos días, Elliot me tomaba de la mano mientras el llevaba la canasta con todas las cosas.
-¡Owo!, ¡Qué hermoso lugar!.-Le dije emocionada mirando la cascada que tenía ante mí. Camine a las grandes rocas que tenía frente a mi y tome asiento en una mirando pasar el agua a unos metros de mi.
- Lo sé, este lugar es asombroso. Por eso compre la casa en esta zona. -Llego hasta mi en la gran roca tomando asiento a mi lado dejando las cosas en otra roca que estaba frente a nosotros.
-Bien, ¿con que te gustaría empezar almorzar?. - Le pregunté con una sonrisa sacando las cosas de la canasta.
Elliot estaba por responderme cuando de pronto sonó su teléfono.
-A hora vuelvo.-Miro la pantalla de su teléfono y comenzó alejarse de mí respondiendo la llamada a espaldas de mí.
En lo que se alejaba lentamente podía escucharlo diciendo cosas de su trabajo como que aún no iba a regresar a la empresa todavia. Decidí no pensar en eso y continúe sacando las cosas, pero de pronto escuche a lo lejos el ruido de unos arbustos, discretamente alce la mirada y note que Elliot estaba a una distancia no tan lejana pero era algo razonable, además estaba aún dándome la espalda caminando de un lado a otro.
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Mire a todas las direcciones desde mi lugar, cuando de repente vi unos arbustos moverse a unos metros de mí. Curiosamente me baje con cuidado de la roca comenzando a caminar aquellos arbustos, al cruzarlos me encontré a otro camino y a lo lejos mire otras plantas moverse, camine rápidamente a ellos chocando con alguien provocando que cayera al piso.
-¡Oh, Lo siento!, ¡De verdad!. - Me disculpe con el chico de cabello castaño desde el suelo.
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