Capítulo 21

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●EL DIVORCIO●

-De acuerdo. Si piensas que es lo mejor... yo te apoyo. -Me miro comprensivo.

-Gracias, Adam. Por todo enserio. -Lo tome de su mano y el me sonrió.

-No es nada. Tu eres muy importante para mi, me alegra poder ayudarte. -Dio una leve sonrisa.

Adam si era de mucha ayuda, me hacía ver las cosas con claridad aunque me costará o simplemente no quisiera verlas. Ya había tomado una decisión y tenía que iniciar esto lo más antes posible.

Mire mi bolso en la mesita donde habíamos cenado Adam y yo y camine hacía el.

-¿Qué pasa?...- Me pregunto el siguiendome a mis espaldas.

-Es hora de enfrentar esto. -Saque mi teléfono señalandoselo.

El me miro algo preocupado y presto atención. Mire las llamadas perdidas eran muchísimas, y marque.

-Llamada:

-¡________!, ¡¿Donde diablos estas?!, ¡Llevo horas preocu...

-Necesitamos hablar, Elliot. -Lo interrumpí seca.

-Emm...-(se calmo)- de acuerdo, amor. Te...espero en la casa. -Decia cariñoso.

-No, Elliot. No me has entendido...

-¿A qué te refieres?...

-A qué yo no regreso a esa casa.

-¡¿QUÉ?!, ¡ESCUCHAME BIEN, ________!...

-Te veo en tu oficina en 1 hora. -Dije seriamente y colgué ante sus gritos.

 -Dije seriamente y colgué ante sus gritos

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-¿Estas bien?... escuche sus gritos.

-Si, es solo que me pone tensa toda esta situación. -Desvie la mirada.

-Me imagino. ¿Quieres que te acompañe a su empresa?.

-No, no creo que sea lo mejor. -Me negué.

-________, me da miedo que el intente hacerte algo.

-No lo creo. Soy inmune en la empresa, el tiene una imagen que conservar. -Me miro no muy convencido.

-Bien, espero no se atreva.

-Estare bien. -(Tomé mi bolso)- Regreso en unas horas.  -Lo mire algo nerviosa y salí del lugar para finalmente tomar un taxi.

Mis manos entrelazadas frotando mis dedos una y otra vez pensando ¿Cómo le diría?, ¿Cómo reaccionaría? y sobre todo... ¿lo aceptaría?. Miraba el paisaje mientras me acercaba más a mi destino inquietante. No quería confesarlo frente a Adam, pero dentro de mi era un temor enorme de solo pensar que realmente pudiera hacerme algo.

-¡Señorita!. -Me hablo más fuerte el taxista.

-Digame... -Salí de mis pensamientos.

-¿Estará bien que la dejo aquí?. -Selaño la entrada de la empresa donde se alcanzaba a ver a los guardias de seguridad.

La Viuda Negra (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora