Capítulo 7

30 1 0
                                    

•E L   C O M I E N Z O   D E
N U E S T R A   H I S T O R I A•

Las campanas de la Iglesia sonaban una y otra vez, con cada tono que daba, cada toqué hacían que más se sobre saltarán mis nervios. Era el anuncio de una boda, ¡mi boda! Y era alado del amor de mi vida.

-¡________!, ¡Te vez hermosa!. -Me dijo mi madre apartandose de mí con tal de que me viera mi reflejo ante el espejo.

 -Me dijo mi madre apartandose de mí con tal de que me viera mi reflejo ante el espejo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Solo falta un detalle...-Tomo el arreglo de flores, para ser específica, eran rosas rojas. Se acercó a mi y me las entregó en mis manos y mire de nuevo mi reflejo, ni yo me reconocía y de sólo verme mis piernas temblaban a hora más que nunca.

-¡Listo!, ¡Estás perfecta!. -Me beso la frente intentando no llorar.

-Bien, hoy es él día.-Fue lo único que pude decirle.

- Si, lo sé. Te deseo lo mejor y que sean muy felices. Se que no conozco del todo a mi yerno Y reconozco que hay algo que no me agrada de él, pero no se que es...-Buscaba en su mente.

-¡Mamá!. -Llame su atención, ya que no podía juzgar a Elliot si no lo conoce del todo, pues se lo presente un día antes de la boda.

¡Si ya sé!, hice mal, pero esa noche que me quede con Elliot acostada, al día siguiente fuimos a ver a mi madre para darle la noticia de que la mañana seguida me casaría con él. Fue demasiado rápido, pero lo amo como el a mí y no podía esperar más de sólo imaginar siendo su esposa.

También Elliot fue veloz con los contactos al hacer unas invitaciones sencillas y invitar a medio mundo como empleados, socios y conocidos de él y ambos, pues desgraciadamente el ya no tiene familia. De inmediato buscamos el salón para agendarlo, Elliot contrato aún tipo para organizar la boda en cuanto antes y todo estuvo a tiempo, aunque desafortunadamente todo tiene un precio, pues el tiempo encima, a Elliot no le salió nada barato. Mientras que mi madre y yo nos encargamos de ir a buscar el vestido.

- Si, lo siento. Sé que lo amas y eso me alegra, verte feliz. Quiero que sepas que cualquier cosa que llegues a necesitar siempre estaré para ti. -Me dijo con una sonrisa.

-¡Gracias mamá!, ¡Te amo!. -Bese su mejilla seguido de un fuerte abrazo.

-Y yo a ti. A hora, tienes sólo 15 minutos para tranquilizar los nervios y después salir al altar. Te veo allá, linda. -Me explicó con una sonrisa y se retiró dejándome sola en la habitación.

A los pocos minutos se escuchó que tocaron la puerta, inmediatamente pensé que era mi madre creyendo que había olvidado en decirme algo.

-¡Adelante!. -Indique mirándome al espejo y de pronto mire el reflejo de él en el espejo.

 -Indique mirándome al espejo y de pronto mire el reflejo de él en el espejo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Viuda Negra (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora