El Vizconde de Castlereagh hace gala de sus nulas capacidades sociales y de negociación.
Las notas fueron enviadas y aunque se trataba de ser lo más discretos posible fue extraño ver a Lord Weymouth llegar a la Mansión de los Condes. No eran familias que tuvieran alguna clase de relación.
Sophie se había quedado un una habitación con Juliette, lo mejor era esperar que pudieran ver como resolver todo eso sin que ella escuchara.
Cuando todos estuvieron en la mansión, Armin se encontró en compañía de su hermano, la madre y el padre de Sophie.
Habría preferido estar sin este último, quien parecía como si pudiera decapitar a Armin, sino fuera por la presencia de su esposa. Quien tenía su brazo firmemente agarrado.—¿Dónde está Sofi? —le exigió el hombre con voz firme.
—Ella está a salvo —contestó Armin. — y eso es lo importante.
—Perdoneme si eso no me tranquiliza —le espetó el padre de ella y el mismo Alexy no tenía idea de como calmar aquello.
—Richard, detente —lo cortó la madre de Sophie, tirando de él con más fuerza—. Lord Castlereagh no va a herirla. Él tiene buenas intenciones hacia ella seguramente.
—Oh, ¿De verdad? —pronunció Richard con lentitud y entrecerro sus ojos fulminado a Armin justo como lo hacía Sophie.
La madre de ella lo miró con más determinación. —Él la ama —declaró. Para ella fue un hecho cuando trató de detener la boda.
—En efecto. — dijo Armin sin temor alguno.
Todos los ojos se volvieron hacia Alexy, quien estaba de pie en la puerta, mirando la escena con una extraña expresión de diversión.
Nadie parecía saber que decir.—Bueno, él ciertamente lo dejó claro ayer —continuó Alexy, mientras se sentaba en una silla con una gracia notablemente fácil—. ¿No le parece?
—Er, ¿sí? —contestó Richard, y Armin de verdad no podía culparlo por su tono inseguro.
Alexy parecía estar tomando esto de la manera más extraña. Calmado. Tan calmado que el pulso de Armin parecía sentir la necesidad de correr dos veces más rápido, solo para adaptarse a las limitaciones de Alexy.
Se sentía desincronizado de su gemelo y con justa razón. Este guardaba tantos secretos al parecer que creía que era ahora un desconocido.
—Ella me ama —le dijo Armin a su hermano como si deseara liberarse de aquel secreto que obviamente ya conocía Alexy —. Siento decirlo, pero...
—No, no, en absoluto —dijo Alexy con un gesto de la mano—. Soy bastante consciente de que ella no me ama. Lo cual en realidad es lo mejor, estoy seguro de que todos estamos de acuerdo en eso.
Armin no estaba seguro de que debía contestar ante eso. Richard estaba profundamente sonrojado, y la madre de Sophie lucía completamente confundida.
—¿Le darás la anulación? —preguntó Armin derrepente. No tenía tiempo para darle vueltas al asunto.
—Si no estuviera deseoso de hacer eso, ¿De verdad crees que estaría aquí parado, hablando contigo en los mismos tonos que uso para discutir el clima? — rodó los ojos y le sonrió a su hermano. Ahora que Armin admitía abiertamente que quería a Sophie estaba convencido de que podría dejarle el paso libre.
—Eh... ¿no? — dijo Armin.
Alexy sonrió. Ligeramente. —Mi padre no se alegrará y lo sabes. Esa es una situación que normalmente me da mucha satisfacción, estoy seguro, pero se pueden presentar muchas dificultades. Debemos proceder con precaución.
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Apostando al amor (Armin CDM Lemon) [Libro III]
Historical FictionLondres 1816, el heredero del vizcondado de Castlereagh solo se dedica a causar problemas a sus padres e incluso a su hermano gemelo. Armin, definitivamente jamas atrae las miradas de las jovencitas casaderas. Cuenta con mala fama, de mujeriego y ju...