Capítulo 7

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Dónde Armin pone en marcha un plan no tan brillante; ni bueno. Que eventualmente traerá problemas.

Londres, invierno de 1815.

Armin se regocijo y se atrevió a felicitarse a sí mismo de forma arrogante. Tenía una idea, una idea que debía efectuar antes de que Alexy descubriera que pasaba o regresara. Se dirigió al comedor con su madre y después de mentir diciendo que quería una esposa, no fue difícil lo demás.

Solo tuvo que esperar unas horas para que la invitación más codiciada en esos días fuera el baile de máscaras que ofrecía la casa Castlereagh, que se celebraría el próximo jueves. En efecto, nadie podía dar dos pasos sin verse obligado a escuchar a alguna mamá de la alta sociedad haciendo comentarios sobre quién asistirá y, tal vez lo más importante, quién se disfrazará de qué. Después de todo, el heredero al título de la familia Castlereagh, aún seguía soltero.

En el caso de Armin no se complicaría la existencia pensando en un disfraz, un traje negro, una capa y un antifaz bastarían para que nadie sepa si es él o Alexy.
Aunque moría de curiosidad por saber que haría Sophie al recibir la invitación de dicho baile.

Cuando el mozo entrego la invitación en la mansión Warren, Marianne se emocionó mucho más que Sophie, después de todo, Sophie no sentía necesidad de ir a bailes si iba a casarse pronto.

- Es una invitación de los Castlereagh - dijo Marianne al ver el sello en esta. Eso atrajo la mirada de Sophie y la inquieto, Alexy no había mencionado nada sobre un baile. Solo esa mañana recibió una nota diciendo que estaría ocupado los próximos días, pero no esperaba que fuera por un baile.

- Alexy no le dijo nada sobre eso - murmuró y camino hasta su hermana menor, donde leyó atentamente la invitación. - ¿Un baile de máscaras? ¿Con disfraz? -

- ¡Qué emocionante! Iré con mamá a decirle - dijo Marianne con su infantil voz y corrió hacia las escaleras.

Por su parte, Sophie sonrió ante el comportamiento de su hermana y le siguió pero caminando. Después de discutirlo mucho, su hermana dijo que sería una sirena, así que le pidió ayuda a una de las mucamas.

Por su parte, Sophie no quería ir con algo tan descabellado, así que fue a uno de los cuartos donde habían cosas viejas de su abuela ya fallecida hace años. Según recordaba había un arcón que vestidos. Todos eran anticuados, de cincuenta años atrás, pero eso no importaba. Era un baile de máscaras; nadie esperaba que los trajes fueran de la última moda.
Al fondo del arcón había encontrado un precioso vestido de brillante seda color plata, con un ceñido corpiño con incrustaciones de perla y el tipo de falda acampanada sobre enaguas que fuera tan popular el siglo anterior. Sophie se sintió como una princesa con sólo tocarlo. Tenía un cierto olor rancio por haber estado años en el arcón, y una de las criadas lo sacudió para
airearlo y lo roció con un poco de agua de rosas.

- este será perfecto - sonrió ella segura de su elección.

Algunos días después, para ser precisos el jueves por la noche.

Armin nunca había tenido problemas con ser confundido con su hermano, después de todo sus ojos los delataban. Pero ese día, detrás del antifaz, bajo la tenue luz que iluminaba el salón y con ese peinado similar al de Alexy, todos habían creído que era él.

Lady Evangeline estaba delante de él sonriendo vestida de pastora. - ¿Eres Armin o Alexy? -

Armin la miró imperturbable sin responder. -¿Cuál eres? ¿El Número uno o el Número dos? - volvió a preguntar con amabilidad.

Apostando al amor (Armin CDM Lemon) [Libro III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora