Suerte, lisiado

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*Narra Raoul*
El día de la final ha llegado más rápido de lo que esperaba, aunque es comprensible, ya que tiempo lo que se dice mucho no tengo... Entre los entrenamientos y las tardes con Agoney preparando la selectividad, bueno... preparando la selectividad la mayor parte del tiempo... Estoy en mi habitación, antes de ponerme las medias me aprieto bien la venda.

Ra: *a su pie* aguanta un poco más, hoy termina todo
Ago: *aparece por la puerta* estás preparado para... le estabas hablando a tu pie?
Ra: sí *ríe* déjame
Ago: *ríe* vamos, anda

Sigo a Agoney escaleras abajo para ir al coche. Admiro mucho lo que está haciendo, sé que está muy preocupado por mí pero ha decidido no ponerme presión y que el jugar o no sea mi elección y yo no puedo estarle más agradecido. Llegamos al campo y antes de nuestro partido se juega el de Álvaro, así que lo vemos. Lo de Álvaro no es un torneo, es una liga, y este partido la verdad es que no influye mucho porque ganen o pierdan se van a quedar segundos. Pero bueno, ser subcampeones de liga no está nada mal. Nos sentamos en las gradas esperando nuestro turno y, pegada a la barandilla, vemos una melena rubia de poco más de metro y medio. Es ella. Ladeo mi cabeza para mirar a Agoney que parece haberse dado cuenta de lo mismo que yo.

Ra: e...es ella, no?
Ago: yo creo que sí
Ra: solo hay una forma de averiguarlo

Ambos nos acercamos a la chica sin saber muy bien cómo entablar conversación.

Ago: Merce?

La chica se gira. Sí, es ella.

Me: hola... os conozco?
Ra: yo soy Raoul y él es Agoney
Me: ah, encantada, por qué sabéis mi nombre?
Ago: somos hermanos de Álvaro

Entonces la chica abre los ojos y la boca esbozando una gran sonrisa como si en su mente algo hubiera hecho "click".

Me: sois los que estáis liados, verdad?
Ra: joder con Álvaro, podría ir diciéndolo con un megáfono por ahí
Ago: espera, qué me perdí? Volviste a hablar con Álvaro después de la fiesta?
Me: sí *ríe* digamos que tenéis un hermano muy persistente y encontró mi instagram... Bueno... vosotros un hermano muy persistente y yo unas amigas muy cabronas *ríe* y cómo es que me habéis reconocido?
Ra: te vimos hablar con él
Ago: y como para no reconocerte, con lo pesado que está...
Me: *ilusionada* en serio?

Agoney y yo nos echamos una mirada complice acompañada de una pequeña risa. Por primera vez vemos a esta chica avergonzada.

Me: *sonrojada* que a mi me da igual, eh...
Ra: que sí, que lo pillamos, encoñadisimos los dos, pero no bajes la guardia porfa que me encanta ver como avergüenzas a mi hermano
Me: *ríe tímidamente* vale
Ago: y qué haces aquí?
Me: me invitó él *señala a Álvaro que está calentando en el campo*

Miramos a Álvaro que nos mira de vuelta. Agoney y yo le saludamos con una sonrisa irónica en la cara y, como respuesta, Álvaro se lleva la mano a la frente como diciendo: "tierra trágame". A continuación, saluda a Merce que le saluda de vuelta, algo que hace que el canario y yo nos riamos aún más si es posible. La verdad es que estamos siendo un poco cabrones... pero bueno... que se joda. Vemos el partido de Álvaro, su equipo ha ganado, y nos preparamos para el nuestro. Estamos en el vestuario preparados para salir.

Ri: chicos, recordad, pase lo que pase tenéis que estar orgullosisimos de lo que habéis conseguido, vale? Habéis llegado a la final y eso no os lo va a quitar nadie
Alf: que sí, muy bonito todo pero vamos a ganar

Todos reímos con el comentario de Alfred y gritamos un gran "Sí" al unísono.

JA: venga chicos, a darlo todo, os quiero un montón
Ago: y nosotros a ti, Juan Antonio *ríe*

Nos damos un abrazo grupal y saltamos al terreno de juego. Y esta vez no me tengo que despedir de Agoney porque este partido lo vamos a jugar juntos desde el principio y esta es una de las razones que hace que este vaya a ser el partido más importante de mi vida. Saludamos a los contrincantes, lo peor de todo es que los conozco a todos ya que hemos compartido curso durante todo el año. Puedo notar miradas de desprecio e incluso de asco, tanto a mí como a Agoney, pero nos da absolutamente igual. Es el turno de saludar a David.

Da: suerte, lisiado
Ra: no la necesito

Los dos soltamos una sonrisa con ápice de rabia que esconde más insultos que halagos y sellamos todo lo que no nos hemos dicho con un apretón de manos. No volvemos a dirigirnos la palabra, al menos de momento. El árbitro hace sonar el silbato, empieza el partido, qué nervios!

DREAMING AWAKE (Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora