Capítulo 2

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Gotas caían en el grisáceo piso, mientras sonidos de pisadas resonaban en la habitación.

El chicoteo del plástico al tocar el cemento era lo único que al individuo en esa habitación le importaba. Solo el escucharlo sonar era lo importante para saber qué numeración gritar a todo pulmón.

—576 —masculló sintiendo sus pies alzarse del piso para escuchar claramente dos chicoteos en el piso—. 577 —prosiguió al escuchar nuevamente dos chicoteos por pare de la cuerda y próximamente sentir nuevamente sus pies tocar el piso solo por unos momentos para después volver a elevarse en el aire.

Steve no sabía bien cuánto tiempo llevaba en el gimnasio de las instalaciones, pero no le era importante. Lo único que importaba en ese momento era terminar su tercera sesión de mil saltos, lo cual tal vez para algunos era mucho pero para él solo era algo básico.

—582 —gruñó.

Todo lo que había sucedido esa mañana simplemente había fastidiado su día, y no era que quisiera pasársela encerrado todo el día sudando hasta desfallecer, si le era posible, pero en ese momento parecía ser lo que más le venía bien.

Todo había iniciado cuando Tony le dio su explicación. Y no era debido a eso exactamente por lo que Steve se encontraba tratando de controlar su temperamento por medio de trabajo físico; sino por lo que le seguía.

Pero todo inicio con Tony.

Steve siguió a Tony hasta su vehículo para después seguirlo de vuelta a las instalaciones, para ser más claros: a la cocina.

Una vez ahí el fornido alfa observó a su compañero colocar cuatro cosas en forma de tubo —dos de color blanco, uno azul y otro negro—; sobre la mesa y comenzar a desenrollarlos para mostrar no más que dos papeles con cuadros y otros dos sin siquiera esas líneas.

—¿Ves esto, Cap? —preguntó Tony, con cierto tono de superioridad en su voz.

Steve observó atento lo que, obviamente, parecían ser papeles para planos por unos segundos hasta que se dignó a ver al hombre de ojos café, y sin tartamudear decir fuerte y claro lo que pasaba por su cabeza.

—¿Ver qué exactamente? —Steve observó a Tony reír levemente ante su evidente confusión.

El rubio Alfa se enderezó en su lugar sintiéndose por unos momentos pequeño debido a la sonrisa que el otro Alfa le mostró. No era que haya sido intimidado o algo parecido en ese momento; sino qué al parecer no había entendido algo obvio para la otra persona y eso —para Steve— era peor que perder una pelea contra alguien, más que nada cuando se trataba de algo de Stark. Pues casi siempre parecía no entender algo con él y eso le hacía sentir increíblemente pequeño e insignificante —claro que su cara no lo dejaba ver.

—Oh, Rogers, lo que tienes frente a ti es arte puro. Más que arte podría decirse —declaró él futurista al colocar sus manos en la mesa, sin tocar los planos, y ver a Steve a los ojos.

Rogers observó a Tony sin impresión alguna en su rostro esperando a que el proclamado genio dijera lo que al parecer para él era tan obvio.

—Déjame iluminarte un poco esa mente cerrada, Cap —sonrió con superioridad—. Viernes, apaga las luces —comandó el genio sin apartar la mirada de Steve por ningún segundo—. Las ventanas también, cariño.

Galantear | Stony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora