Galantear | Stony

Capítulo 8

Había pasado una semana desde el despertar de Steve y para su sorpresa se encontraba bien. Quizás lo único que había necesitado era descansar.

Claro, que estuviera bien no detuvo al Alfa filántropo en hacer pruebas al igual que aquello no detuvo a Vision de obsérvalo de cerca.

Todo iba bien en lo que a Steve correspondía, parecía que lentamente cualquier malestar que alguna vez hubiera sentido no hubiese sido más que una horrible pesadilla.

Todo iba bien hasta que de pronto todo comenzó a ir en picada.

Había algo raro, algo que no le dejaba concentrarse en ningún lugar. Era algo extraño que no sabía como identificar, no era que le causase dolor o malestar sino que le causaba pensar de más tratando de saber que era aquello.

Steve no podía concentrarse en absolutamente nada y no sabía el porqué.

—¿Estás bien?

La pregunta le hizo alzar la vista de los papeles que tenía en la mesa del comedor. Steve observó a Sam perplejo por un momento para después simplemente asentir.

—Estoy abrumado, eso es todo.

—Pareces más bien enfermo, ¿seguro que estás bien?

—Enserio lo estoy.

Steve apreciaba que su amigo se preocupara por él pero en ese momento lo que menos quería era hablar.

Su humor no era el mejor ese día, no sabía si era por el trabajo o aquello que no podía descifrar.

—Pelícano —dijo una familiar voz en forma de saludo—. Primera enmienda —saludo el mismo hombre ahora viendo en dirección a Steve.

El rubio Alfa no pudo evitar obsérvalo por unos instantes— perplejo; hasta que por fin devolvió el saludo sin siquiera darle importancia al hecho de que le había llamado enmienda.

—Tony, ya te he dicho que no me llames así —musitó Sam.

—Está bien, palomita.

—Ah, no sé cómo te soportan en tu casa.

—No lo hacen, por eso estoy aquí —respondió al encogerse de hombros.

Steve observó como sus amigos charlaban, ambos alfas hablando con normalidad sobre apodos y demás. De vez en cuando un chiste entre la conversación.

—¿Sucede algo? —dijo Tony al ver en su dirección.

—¿Qué?

—Nada, es solo que para ser la primera enmienda no utilizas ni tus propios derechos —se encogió de hombros—. Ya sabes, libertad de expresión... porque estás muy callado, ¿entiendes? —explicó el genio.

—No era necesario que lo explicaras —bufo Steve.

—Créeme no quería hacerlo, mis chistes son mejores cuando son espontáneos, pero aveces pare que te tengo que explicar las cosas con manzanitas.

—Stark, que no me ría no significa que no los entienda... —pausó— simplemente son malos —explicó Steve al encogerse de hombro.

El Alfa líder no pudo evitar sonreír por la mirada fulminante del Alfa castaño.

—Lamentó no tener chistes de tus tiempos.

—No importa de que tiempos sean mientras sean buenos.

Ambos hombres comenzaron a discutir sobre chistes malos que alguno habría contado, era algo tan normal en ellos enfrascarse en algo sin sentido y convertirlo en una pelea.