14

838 116 2
                                    

Se sentía cansado física y mentalmente. El alcohol que había tomado hacia lo suyo. Él sabia que el día de mañana el haber tomado como loco le pasaría factura.

A paso lento y sosteniéndose de las paredes camino hasta el cuarto. Se sentó en la ordenada cama y suspiro, miraba fijamente la mesa de noche junto a su cama y los recuerdos volvieron.

Fue mi culpa. Yo lo aleje primero... No tengo motivo valido para sufrir.

Abrió el primer cajón, revolvió un poco y saco una caja un poco gastada. Saco de su interior 3 tabletas. Dos de estas estaban completas con 8 pastillas, y una con cinco pastillas blancas y redondas.

Comenzó a sacar todas las pastillas de las tabletas y las coloco todas en su puño. Las miro un buen rato y sonrió ante aquellos recuerdos que fabricó junto a Jimin. Bellos, únicos e inigualables. Tanto buenos como malos recuerdos, siempre serían sus dulces memorias.

Tomo un corto sorbo del vino que estaba sobre la cama. Llevo el puño cerca de su boca y sonrió.

-Idiota.

[...]

La luna se ocultaba por momentos detrás de las grandes nubes oscuras.

-Jimin y-yo realmente no se a quién más llamar. Yoongi, él...- Habló Hoseok nervioso.

Se levanto de la cama y cambio su ropa rápidamente, botando la pijama a un lugar no especifico. Colocándose unos jeans y la primer chaqueta que agarro.

- que s-... Dios ¿Podrías ir a verlo? Tengo miedo de que haga algo estúpido.

Se puso las zapatillas y salio del cuarto. Busco las llaves y salió de la casa.

-No estoy en Seúl y no salen trenes...

El frió le hacia doler los pulmones. Su respiración era agitada y su pulso acelerado.

-Él esta en su casa, lo he llamado pero no contesta. Estoy desesperado.

Corrió por las oscuras y frías calles de Seúl, apenas iluminadas por unos cuantos faroles de la calle. El frió le calaba los huesos, hacia que le doliera el cuerpo.

Su casa no quedaba lejos de la pastelería, la pastelería quedaba cerca del apartamento de Yoongi.

Cuando llego a los apartamentos subió las escaleras, su respiración agitada era difícil de regularizar. Golpeó la puerta una, dos, tres, y más veces.

-¡Yoongi, abre!

Grito su nombre, importándole poco que los vecinos se molestaran. Pero la puerta no fue abierta.

Las luces del apartamento del frente se encendieron y la puerta sonó.

-¿Hyung?- El somnoliento rostro de Jungkook apareció. -¿Qué haces aquí a esta hora?- Preguntó mientras limpiaba sus ojos.

-Lamento las molestias... ¿Has visto a Yoongi?- Preguntó preocupado.

-No ¿Por..?

Fue cuestión de minutos en los que Jimin puso al tanto al azabache.

Jungkook entro rápidamente a su casa y en segundos regreso.

-Con permiso- Empujó levemente el cuerpo de Jimin y se agacho a la altura de la cerradura. En sus manos traía dos pequeños ganchitos, los metió dentro del orificio y los empezó a mover. Jungkook rogaba que Yoongi no hubiese puesto seguro por dentro, eso haría imposible que abriera así. Pero al parecer Dios o algún otro ¿Santo? le escucho.

-Bien, ya esta.

La puerta se abrió... ¡Se abrió! se hizo a un lado permitiendo que Jimin entrara.

-Joder, te haré todo el postre que desees- Abrazó a Jeon, luego se adentro al apartamento.

No estaba desordenado, tampoco estaba perfectamente ordenado. Había unas cuantas botellas de Soju y uno que otro tazón de ramén instantáneo vació.

-¡Yoongi! ¡¿Dónde estás?!-Gritó pero no recibió respuesta.

Siguió caminando, hasta entrar al cuarto de Yoon. Un gran bulto debajo de las cobijas le llamo la atención. Caminó no, corrió hasta llegar allí.

-Yoongi- Lo estrujo suavemente del brazo, pero éste no reacciono. Su vista se poso en una caja vacía de pastas para dormir, y unas tabletas completamente vacías de esta -¡Yoongi!- La angustia y el miedo que sintió eran inexplicables. Está vez lo estrujo fuertemente, el bulto medio abrió sus ojos.

Al ver a Jimin se sorprendió, pero no se levanto de su caliente refugio.

-Joder, no me digas que me morí...-Susurró. -¿Eres mi ángel?- Preguntó adormilado.

-¡¿Qué hiciste con las pastillas?!-Preguntó tratando de mantener la calma en un fallido intento.

-¿Por qué gritas...? Déjame dormir-Pidió.

-¡¿Qué hiciste con ésta mierda?!-Tomo la caja y las tabletas vacías entre sus manos. El pelinegro cerro los ojos nuevamente. -¡Responde! ¡¿Te las tomaste?!

-¡No!- Suspiro cansado. - Solo una, quería dormir.

-¿Enserio?- Preguntó un poco más calmado.

-Sí... Las otras están por ahí regadas. -Se tapo los brazos con la cobija.
-Ahora estúpido sueño molesto, déjame descansar y soñar algo agradable.

Jimin miro detenidamente el piso y efectivamente observo las pastillas botadas. Sonrió más calmado.

Jungkook entro por la puerta. -Creo que es mejor irme, adiós- Jimin lo abrazo fuertemente y sonrió. -Gracias por todo Kook- El chico sonrió y luego de otro par de palabras salio de ahí.

Miro nuevamente el lindo bulto de la cama, saco el celular y marco un número.

-¡¿Cómo está?!- Fue lo primero que gritó Hoseok.

-Demasiado tomado. Está cansado y no hizo nada estúpido. Creo que tomo algo para dormir pero de resto esta bien.

Luego de que Jimin jurara por su vida que todo estaba bien Hoseok se calmo.

-Joder, te debo la vida Jimin.

-No te preocupes, me quedare por ahora, así que tranquilo. Adiós.

-Gracias Jimin... Él te ama...- Dijo para luego cortar.

MinJi dijo lo mismo.

Pensó y sonrió feliz.

Volteo nuevamente a mirar aquel bulto que lo hizo correr por la madrugada. Se saco los zapatos y la chaqueta, la dejó sobre un sillón que había en el cuarto. Se acerco lentamente a la cama y con el mayor cuidado posible se metió bajo las cobijas, al lograr su objetivo se acercó al cuerpo calientito del otro, paso su brazo sobre su cintura y lo atrajo a su pecho... Él sintió la felicidad que le faltaba, él era lo único que necesitaba para estar completo.

[...]

¡Gracias por leer!

Sweet Memories [JimSu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora