Capítulo 1

36.6K 2.2K 2K
                                    


Todo le daba vueltas, sentía su cuerpo hormiguear mientras se torcía en la cama de un lado a otro, su mirada estaba perdida y todo se veía distorsionado, no le sorprendía, no era la primera ni última vez que lo experimentaba, lo odiaba porque después de que pasase, unas nauseas incontrolables lo invadirían. Pero era algo ya cotidiano para él.

Sintió como era abordado por el mayor que desde hace años era su captor, lo tomo de las muñecas con brusquedad alzándolas sobre su cabeza, sentía como pasaba su lengua desde su cuello bajando por su abdomen, no forcejeaba, no podía, la droga ya estaba surgiendo efecto.

Aunque, de no drogarlo aun así no lo haría, aprendió con el tiempo que era preferible ser dócil y sumiso como él deseaba. A su oído llegaron palabras lascivas y morbosas, las conocía todas, pero esa voz siempre lo hacía temblar.

Había desarrollado un terror por su captor, que, con solo verlo acercarse, ya estaba petrificado y solo obedecía cada mandato.

¿Hace cuánto que llego a ese lugar? Un mundo lleno de morbo, lujuria, drogas, sabe que era un infante, perdió noción del tiempo desde que lo encerró en esa habitación, la cual lleno de juguetes para jugar con él, juguetes de adultos que hundió en el mundo de un niño de solo ocho años.

Su inocencia se la arrebato de sus pequeñas manos, destrozándola con cada día que pasaba bajo su techo, lo educo para solo vivir para complacerlo, se dejaba hacer lo que fuera con tal de no molestarlo.

Termino tan pronto como empezó, aunque para él se volvía eterno, se obligó a no pensar en ello, estaba cansado, bastante, siempre terminaba muy agotado después de ser cogido de esa manera, agradecía que al menos ese día fuera algo rápido.

En ocasiones duraba noches enteras, usando todo su repertorio de juguetes sadomasoquistas, bondage, lo humillaba hasta el punto de obligarlo a rogar que parase.

Era un chico de solo quince años y ya conocía lo más depravada que podía ser una persona, ya había experimentado todo tipo de abuso sexual hacia su cuerpo que estaba vacío ya.

El suicidio siempre había sido su mejor opción, pero ese hombre jamás se lo permitió, en cuando terminaba con él, lo encerraba en una habitación con solo una cama, no le dejaba nada para realizar tal acto, lo alimentaba lo suficiente para no caer enfermo. Solo eso.

Dejo de intentar huir desde hace tanto que ni siquiera recuerda que había hecho, o incluso si ahora de más grande sería más efectivo, solo se cubrió con las sabanas en busca de esconder su vergüenza.

Hace mucho que perdió toda autoestima, si podía definirse, seguramente sería más bajo que la propia basura, su cuerpo estaba tan manchado y profanado que ya no tenía valor, ni su cuerpo ni el mismo.

Ese día sentía todo arder, se lo dijo, que no se sentía bien, pero no lo escucho, estaba seguro en que había caído en una fuerte fiebre, temblaba por los escalofríos, tenía leves espasmos y su cuerpo dolía, tal vez, ese día tendría la suerte de morir por fin.


.

.

.


Midoriya Izuku es un joven bastante peculiar, no era solo por el hecho de ser tan joven y liderar toda una mafia, sino como logro estar en la cima de ese bajo mundo al que su padre lo obligo a ser parte de.

Estaba en sus veintidós años, él había aspirado a ser un médico, pero esto fue pisoteado cuando su padre le exigió heredar su fortuna y con ello sus obligaciones, el negarse no fue opción, la vida de su madre estaba en juego, una humilde y dulce mujer, que se había dejado enamorar por un hombre despiadado que solo buscaba diversión, de no ser por el nacimiento de Izuku la habría matado en algún punto de aburrimiento.

Sálvame - DekuKatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora