Su cuerpo dolía y eso era algo ya común, quería que lo dejara en paz, que parará, que todo eso fuera irreal y estar en su cama con su mamá abrazándolo, pero sabía que no.
Suplico entre lloriqueos y lo abofeteo, se aferró a las sábanas cuando alzó sus caderas, volvió a lloriquear y simplemente lo tomo del cuello y apretó causándole dolor para que callase.
Despertó gritando y sudando frío, hacía tiempo que no tenía una pesadilla como esa, pero últimamente estás se habían vuelto más constantes, temblaba y respiraba de manera agitada. Se abrazaba en busca de tranquilizarse antes de que llamara la atención de alguien.
Pero Deku ya había entrado y rápidamente lo abrazo, Kacchan comenzó a llorar quería aguantárselo, decirle que estaba bien, pero su voz no salía, solo podía llorar.
—Mañana llamaré a Shoto, tus pesadillas aumentaron.
Quería negarse, porque eso conllevaba una molestia, hacer a Shoto un lugar en su itinerario, que viniera, Kacchan sentía que simplemente era una carga para todos.
Sus terapias se habían reducido en ser cada dos semanas porque había mejorado, se suponía que era porque ya estaba bien, pero desde que Deku se comprometió las cosas dentro suyo empeoraron.
Porque sabía que eso le recordaba que Deku al final solo era su tutor, alguien que lo acogió sin motivo aparente, pero el solo sería un chico que vivía a sus expensas. Solo eso, porque sus inseguridades volvieron y ya no podía imaginarse ser amado por alguien.
Deku lo abrazaba fuerte, tratando que nada se saliera de su lugar, porque sentía que si lo soltaba se rompería de nuevo y tendrían que iniciar desde cero, estaba más que harto de esa situación, no de Kacchan, no de sus problemas, él sabía que tomaría bastante tiempo superar todo lo que vivió, años que estaba dispuesto a esperar por él.
Lo quería ver sonreír, ser feliz y amarlo sin condiciones, pero ese matrimonio arreglado que su padre hizo era una gran piedra en sus zapatos, admitía que había huido de Melissa, momentos antes se había escabullido a su cama con intenciones no muy morales, pero este la trato de echar y al negarse opto por irse el.
—¿Puedo dormir contigo?
Pregunto aquello y Kacchan tembló por no saber que responder, por supuesto que quería eso, más que nada en ese momento, pero ¿podía pedirlo? Deku le sonrió y se arropo con él, ambos estaban bastante pegados el uno del otro, la cama no era tan grande como la de Deku, pero, en ese momento era lo mejor, era su pretexto para no soltarlo.
—Deberíamos dormir siempre así.
—¿Realmente eso quieres?
Rio bajito al ver las mejillas rojas del menor, este se escondió en su pecho y tembló nervioso, porque seguramente le diría que no, que bromeaba o malinterpreto todo.
—Ya te lo dije, quiero que permanezcas a mi lado por siempre.
No lo entendía, no podía, ¿Por qué el querría eso? él no tenía nada que ofrecerle, nada que pudiera hacer por él, su presencia en ese lugar eso simplemente un estorbo.
—Kacchan, deja de pensar tonterías, eres lo que más me importa en este mundo y nada lo va a cambiar, ahora descansa, prometo protegerte, nadie te va a lastimar.
Acababa de volver de clases, ese día fue tranquilo por suerte, Kirishima le enviaba mensajes mientras comía, al parecer pronto seria su cumpleaños y quería que el chico asistiera a festejar con sus padres, estaba muriendo en nervios por ello, ya que realmente no recuerda si quiera como era un cumpleaños.
Eso vino a su mente, no sabía cuándo era el cumpleaños de Deku, debía preguntarle, de pronto su celular fue arrebatado de su mano y frente a él estaba la persona con quien aún no había intercambiado palabras, la evitaba a toda costa, prefería salir de la habitación si ella llegaba, pero ahora leía sus mensajes sin descaro.
—Vaya, entonces raritos como tu tienen amigos, vaya estupidez.
Lanzo el celular a la mesa y Kacchan apenas logró atraparlo para que no se dañase, no podría dejar que algo le pasara, eso significaba que tendría que pedirle uno a Deku, además de que no cuido el que este ya le había dado.
—Dime la verdad ¿Qué hiciste para seducir a Izuku?
Se sorprendió por el comentario de la chica, la vio consternado al no entender de que estaba hablando, ella sonrió y se sentó a su lado.
—Oh vamos, se quién eres, eras el juguete de Shigaraki, y si Izuku te compro, debes ser muy bueno, aunque no importa, ya que nos casemos no te necesitara para satisfacerlo, simplemente te vamos a desechar.
Quería huir de ahí, todo lo que estaba diciendo era horrible para escucharlo, simplemente escuchar ese nombre lo hizo temblar y querer llorar, se trató de levantar para irse, pero Melissa lo tomo de la muñeca de manera fuerte, encajaba sus uñas en su piel y chillo bajito por el dolor.
—Vamos dime, eres su perra, no puede haber otra explicación, todo es una pantalla.
Negó con su cabeza desesperado, las palabras no salían, estaba demasiado aterrado, todas las emociones negativas volvían a su cabeza, no quería hablar con ella, le daba miedo, la odiaba, quería que lo dejara en paz.
—¿No vas a responderme? Realmente te falta disciplina con lo mal educado que eres, debes responder cuando se te dice.
Las lágrimas comenzaban a salir y Melissa bufo irritada por ello, lo arrastro fuera del comedor y lo guió hasta el fondo de la mansión, quería decirle que lo soltara, forcejeaba con la poca fuerza que su cuerpo le daba por el miedo, no fue tonta, se paseó por áreas donde las mucamas no solían pasear.
Llego a una puerta al fondo de ese pasillo, le arrebato su celular y comenzó a entrar en pánico total, la abrió con una llave y lo jaloneo dentro de lo que parecía un armario estrecho, cerró la puerta y lo dejo en total oscuridad, era tan pequeño y frío que, con un paso choco con la pared, comenzó a golpear la puerta y a lloriquear.
—Tus lágrimas de cocodrilo no van a funcionar, volveré hasta que aprendas a responderme, no te esfuerces esta área la limpian en las mañanas, nadie pasa por aquí.
Estaba desesperado aruñaba la puerta y la golpeaba, pero llego un punto donde ya no pudo más y se tiro por el poco espacio abrazando sus rodillas, lloraba a mares sin poder detenerse, sentía como si las manos de aquel hombre que Melissa menciono lo estaba tocando. Sentía como Tomura lo manoseaba en la oscuridad.
Pasaron las horas que fueron eternas para él, su garganta dolía en extremo, sus ojos ardían y temblaba por el frió y el miedo, la puerta se abrió y vio a la chica sonreír satisfecha, salió gateando a paso lento por lo entumecido que estaba.
—Izuku aun no llega, pero sé que no le dirás nada, ¿lo quieres? No sé cómo algo como tu puede creer que puede querer a alguien como Izuku, pero...
Se inclinó tomándolo de las mejillas, ese frío en sus manos fue asqueroso al tacto y cuando sintió su aliento golpear en sus oídos su cuerpo se tensó.
—Si dices algo le diré a la policía todo sobre Izuku y él ira a la cárcel y a ti te meterán en un horrible orfanato y jamás lo volverás a ver.
ESTÁS LEYENDO
Sálvame - DekuKatsu
FanfictionKatsuki Bakugou fue tratado como un juguete desde que tiene memoria, pero todo cambiara cuando ese pecoso, el cual fue obligado a entrar a ese mundo tan enfermo, se enamore perdidamente de él. ADVERTENCIA chicoxchico Tematica R18 Disclaimer : Los...