Lauren leía tranquilamente en la biblioteca, aquel había sido el único momento libre que había tenido durante el día. A veces le era difícil estudiar Diseño de Moda y ser una Bio-Queen tres noches a la semana, pero eso le ayudaba a mantener sus exquisitos gustos de vida sin mayor ayuda de sus padres.
Le gustaba llevar su vida tranquila y en un bajo perfil cuando no era Lorenzo, aunque Lauren era bastante popular, la verdad prefería que toda la atención se fuera a su personaje y no a ella. Muchas veces las personas creaban ideas erróneas de Lauren al pensar que ella y Lorenzo eran la misma persona, pero no era así. Lorenzo representaba una mujer totalmente empoderada y segura de su cuerpo, aunque Lauren no estaba muy lejos de eso, aún le perseguían demonios de su pasado y inseguridades que trataba de desviar gracias al hecho de ser una de las reinas de Nueva York.
—¿Qué tal, Lo? —Lauren soltó un suspiro, supuso que le sería difícil seguir tranquilamente con su lectura.
—Hola, Billie. —Lauren le sonrió. —¿Necesitas algo?
—Venía a buscarte para llevarte a tu casa.
—¿Sabés?, una de las cosas que significa independizarse es dejar de depender en algunas cosas de tus padres y también de tus hermanos o hermanas. —Billie le sonrió simplemente haciendo que Lauren volviera a soltar un suspiro. —No tienes que hacer esto.
—Eres mi hermanita, mi tarea es cuidar de ti.
—No, no lo es.
—Es tarde, ya vamos. Quiero visitar tu apartamento. —Lauren soltó un suspiro antes de asentir.
—Eso sólo suena como una inspección para papá y mamá, puedes decirles que estoy comiendo sano y no estoy viviendo con nadie más. Así podrás volver a casa. —La joven de mirada esmeralda dijo levantándose de su lugar para tomar su rumbo fuera de la biblioteca.
—Lolo, he venido por mis propias razones y motivaciones. —La joven de pelo claro le sonrió antes de tomar el brazo de su hermana para dirigirle al subterráneo. —Recuerdo que cuando íbamos en el instituto, Ally siempre terminaba sujetándose de tu brazo cada vez que debíamos ir de pié en algún transporte público porque nunca llegó a tocar esas barras. —Billie rio algo divertida contagiando a Lauren.
—Tú también lo hacías.
—Si, pero porque siempre me ha gustado sentir que me proteges Lo. —Ambas subieron al metro de Nueva York y Lauren tomó la baranda, Billie no soltó su brazo y la mayor no dijo nada pues ya sabía a donde iba todo esto.
—Como tu hermana mayor yo debería ser quien te lleve a casa, Billie.
—Tú estás cansada con tu trabajo, no tienes que hacerlo, de todas formas, Ally pasará por mí en una hora para llevarme a casa. —Lauren le sonrió. —¿Qué?
—Si me extrañas solo tienes que decirlo, Billie. —La menor rodó sus ojos.
—No es eso, sólo que no son tan graciosos como tú. No entiendo por qué te fuiste de casa si ni siquiera Daniel lo ha hecho y es el mayor. —Ambas se miraron a los ojos y Lauren hizo una mueca. —¿Ya no eras feliz con nosotros?
—Billie, no digas eso. Ustedes siempre serán lo más importante en mi vida, pero yo soy diferente a Daniel o a cualquiera de los demás. Conseguí un buen trabajo y soy feliz haciendo lo que hago, si tengo el dinero no iba a seguir siendo una carga para nuestros padres, ahora solo deben preocuparse por las otras 8 bocas que alimentar. —Lauren soltó un suspiro antes de ver las puertas que se abrían quedándose sorprendida una vez más al ver a aquella castaña que había robado su atención completamente en el club.
Camila estiraba sus músculos luego de un largo día en su universidad, sólo tenía una cosa en mente y era llegar a casa y esperar que Shawn no haya tenido un turno para poder pasar un rato con su prometido. Vio las puertas del vagón abrirse y entró a este sintiendo una mirada sobre ella, entre las personas que se encontraban ahí vio a su alrededor de quién podría ser, pero no vio nada fuera de lo normal, trato de convencerse de que había sido sólo su imaginación.
Camila tomó su bolso para bajar y volvió a sentir aquella mirada, está vez encontró a quien le miraba y pudo reconocer aquellos ojos esmeralda, era Lorenzo. Se sorprendió un momento al verle, ella le sonrió haciéndole sonrojarse y cuando ella le devolvió la sonrisa vio como una chica iba tomada de su brazo afirmándose. Camila apartó la mirada y sólo decidió bajar, cuando volteó vio que la reina bajó junto a la chica de cabello claro quien aún abrazaba su brazo, ambas parecían bastante cercanas y fue a su casa con la pregunta de si aquella chica era su novia.
—Llegué. —Camila anunció, pero no hubo ni un solo ruido. Fui a la cocina por un vaso de jugo cuando vio una nota de Harry diciéndole que llegaría tarde pues tenía un turno en el McDonald's en el que trabajaba. Vio su celular y vio los mensajes de Shawn diciéndole que tenía otro turno aquella noche, en ese momento volvió aquel sentimiento de soledad que empezó a sentir al venir a Nueva York.
—Bien, Billie. —Lauren entró a su departamento junto a su hermana menor quien lo miraba asombrada, era la primera vez que lo veía. —Considerando que Ally llegará en un rato, ¿Quieres algo de comer?
—Comeré en casa. —La chica le sonrió. —Pero te acepto una taza de café. —Lauren asintió con una sonrisa y su hermana le siguió hasta la cocina sorprendiéndose de la tecnología que tenía ahí. —¿Cómo pagas esto?
—Trabajo tres noches a la semana, en paralelo le diseño algunos vestuarios a algunas reinas y vendo los que ya no utilizo. —Lauren se encogió de hombros mientras encendía la máquina de café. —Ah, y la mesada de mamá y papá también ayuda un poco.
—Supongo que el hecho de que hayas conseguido una beca en FIT te ha favorecido. —Lauren asintió. —Me preguntaba si algún día me dejarás ir a ver tus shows.
—Te lo he dicho, cuando seas mayor de edad me lo pensaré. Aún eres muy joven para ir a estos lugares, no puedo estar vigilandote mientras trabajo.
—Sé cuidarme sola, Lauren. Ya tengo 17.
—Siempre serás mi hermanita. —Lauren tiró de sus mejillas molestando a la joven de cabello claro. —No le digas a los demás, pero junto a Ally son mis hermanas favoritas.
—Bien, ahora luego de este momento cursi. ¿Ya tienes alguna novia?
—No tengo mucho tiempo para eso, sólo cosas pasajeras.
—Quién diría que Lauren Jauregui es toda una jugadora ahora.
—No es eso. —Lauren rio algo divertida y nerviosa. —En serio, apenas tengo tiempo y tener una relación implicaría muchas cosas. Además, tengo una libertad enorme gracias a estar soltera y vivir sola.
—¿Sabés?, siempre he creído que él no sentirte libre con una relación es un problema de esa relación, no de todas. Con novia o sin ella, tú siempre deberías ser libre. —Lauren le entregó el café a su hermana y le dio una sonrisa.
—Si, quizás ya estás madurando Billie.
—Te lo dije.

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The Bio-Queen
FanfictionLa vida de Camila Cabello toma un cambio al conocer a Lorenzo The Bio-Queen, sin saberlo toma una gran interés en una de las reinas de Nueva York asumiendo que al igual que el resto era un hombre. Sin embargo, Lorenzo es sólo el nombre artístico de...