The Bio-Queen

Capítulo 17

Camila abrió sus ojos al escuchar su celular vibrar, era Shawn avisándole que iba en camino a casa con un desayuno para ambos, la castaña había soltado un suspiro antes de volver a cerrar sus ojos y acomodarse en la cama sintiendo un cuerpo a su lado, la joven rápidamente abrió sus ojos para ver a Lauren a su lado durmiendo rápidamente, por el sueño que sentía lo había olvidado por un segundo el hecho de que había estado con la Bioqueen.

—Lauren. —Camila la movió rápidamente, Shawn estaría ahí en un rato. —Lauren, despierta.

—Que forma de despertar. —La joven abrió sus ojos dejando ver el verde que estos tenían. —No es que esperara algo más romántico o...

—Debes irte. Ahora. —Camila rápidamente se levantó de la cama y buscó pantalones pues solo llevaba una camisa de pijama y su ropa interior. La castaña buscó la ropa de Lauren dejándola sobre la cama. —Puedo prestarte algo, pero necesito que te vayas ahora, Shawn llegará en un rato. —Camila ante la desesperación ni siquiera notó como el semblante de la Bioqueen había cambiado drásticamente. La latina le estaba tratando como otras chicas que engañaban a su pareja lo hacía, o como gran parte lo hacía, como si solo fuera una fantasía para estas.

—No te preocupes. —Lauren se levantó y se puso su ropa. —Adiós. —La Bioqueen apenas se puso el vestido salió de la habitación con sus zapatos de tacon en mano y tomó los regalos que había recibido, Harry comía cereal en el sofá y aunque quiso molestarle no pudo pues se había ido rápidamente, así que decidió ir por la latina que cambiaba las sábanas rápidamente.

—Vaya que Lauren sabe hacer su trabajo.

—¿Qué? —Camila dijo algo confundida.

—Te he tenido que escuchar con Shawn, pero esto definitivamente no tiene comparación, además fueron horas y...

—No sigas, menos con Shawn acá, Harry. —El chico se sorprendió un poco por el tono que había usado con él. —Fue una fuerza mayor que me dominó.

—Entonces te arrepientes.

—No dije eso. —La castaña rápidamente dijo.

—¿No lo haces? —Camila bajó su mirada, pero al ver uno de los aretes de Lauren en el piso sólo se preocupó de seguir limpiando todo antes de la llegada de Shawn, al menos lo posible.

Lauren mientras esperaba un taxi frente al edificio pudo observar a la distancia al novio de la latina que llevaba bolsas y a pesar de la distancia creyó que Shawn se veía perfecto, lo cual le llevó a pensamientos totalmente negativos y sólo ratificó sus pensamientos de que probablemente para Camila sólo era una fantasía, ¿Quién dejaría a un chico como Shawn por alguien como Lauren?, claramente Camila no lo haría.

La Bioqueen se sentía algo deprimida, dejó los regalos de la latina sobre el sofá antes de ir a darse una ducha. Al salir se empezaba a sentir sola y eso nunca había sido buena, así que decidió recurrir a las personas que siempre le sacaban de esas sombras y fantasmas que le atormentaban. Se puso la ropa más cómoda antes de irse a casa de sus padres en donde fue recibida por un fuerte abrazo de parte de ambos adultos que le criaron.

—No esperábamos verte por acá tan temprano, Dinah nos dijo que te emborrachaste en casa de tu amiga y decidiste quedarte. —Lauren supo que tenía que agradecerle luego a su hermana por cubrirle.

—Si, pero decidí irme temprano para verles antes de que todos despertaran y dejar mis regalos bajo el árbol junto el resto de regalos. —Lauren caminó a la casa y con cuidado dejó los regalos para sus hermanos bajo el árbol perfectamente decorado como el resto de la casa, probablemente idea de Dinah y Ally. —Iré a despertarles. —Lauren dijo con una sonrisa maliciosa y sus padres sólo rieron, siempre se habían sentido bastante feliz por la relación que sus hijos e hijas habían podido formar. La BioQueen subió y sabía que la primera habitación a la cual debía ir era a la de su hermana menor, le debía una disculpa por romper su compromiso de respetar las festividades en familia pasara lo que pasara. —Despierta, dormilona. —Lauren saltó en la cama de Billie quien se quejó al sentir el peso de su hermana mayor sobre ella.

—Sal, Lauren. —La joven se quejó tratando de sacar el cuerpo de su hermana mayor de encima. —Ya quítate. —La Bio Queen se quitó de encima para acostarse a un lado.

—Te he traído tu regalo. —Pero la chica solo le dio la espalda y cubrió todo su cuerpo con el edredón. —Billie, lamento no haber llegado anoche, pero aquí estoy.

—¿Por qué no has venido?

—Bebí demasiado. —Lauren mintió, en ese momento hubiera deseado que aquella hubiese sido la verdadera razón y no el hecho de que su deseo por la latina había sido mayor. Billie al mirar a su hermana notó que su mirada estaba algo triste, la menor sabía que Lauren había pasado la noche con una mujer pues había escuchado a Dinah hablando de eso con Ally, estaba enfadada por sentirse desplaza por alguien, cuestión que nunca había ocurrido en el pasado y ver a su hermana mayor triste supo que en ese momento lo mejor era que recibiera un abrazo. La Bio Queen se sorprendió cuando los brazos de Billie cubrieron su cuerpo, le transmitió una tranquilidad que necesitaba en ese momento. —¿Esto significa que me prepararás el desayuno navideño?

—Solo porque no te compre nada. —Billie le molestó como siempre, a Lauren poco le importaban las cosas materiales, pero sabía que su hermana siempre decía aquello y ella fingía sorpresa. —Ahora, ve a molestar a los demás mientras preparo todo.

Y Lauren le obedeció, fue a despertar a cada uno de sus hermanos y hermanas como solía hacerlo cada navidad. La familia Jauregui apreciaba cada festividad, pero sobretodo la navidad, siempre había sido la fecha más difícil para todos y todas, sobretodo para quienes si tenían malos recuerdos de las fiestas y Michael junto a Clara se preocuparon de darles unos mejores recuerdos en su nueva familia.

—No esperaba verte aquí. —Dinah dijo frotando sus ojos para tratar de despertar.

—Bueno, ya sabes, nunca me quedo mucho con una chica. —Su hermana notó lo forzada de su sonrisa. —Ahora, levántate que te he traído un gran regalo.

—A ella le gustas.

—Supongo, pero es solo otra chica más, además no es primera vez que se cruza en mi camino una chica hetero que quiere experimentar. —Con aquel comentario Dinah supo que las cosas iban mal, pero lo dejó pasar y Lauren se marchó antes de que su hermana pudiera interrogarlo. Al bajar se encontró con Elizabeth y Daniel que molestaban a la menor para que también le preparara el desayuno que solo hacía para Lauren.

—Ya déjenle. —La Bio Queen apartó a sus hermanos mayores.

—Obligame. —Elizabeth le retó con la mirada.

—Yo solo quiero comer. —Daniel se quejó. —No es justo que Billie solo cocine para ti, el favoritismo en esta casa está prohibido.

—Solo lo dices porque nadie te tiene como favorito. —Noah le molesto mientras mantenía su mirada en el teléfono. —Ni siquiera el de Ally.

—Yo no tengo favorito. —La más baja dijo rápidamente al ver como Daniel hacia un puchero.

—Puedo mentir y decir que eres mi hermano favorito. —Louis dijo mientras se servía un vaso de jugo.

—Quizás si me voy de casa como Lauren me valoren más. —Daniel se cruzó de brazos.

—Ya deja de llorar, Daniel. —Billie le dio un pequeño empujón antes de volver a prestarle atención a sus panqueques.

Los hermanos disfrutaron aquel día juntos, la ventaja de que la mayoría aún viviera en casa de sus padres es que ahorraban bastante con no pagar una renta, lo cual les permitía comprar regalosos costosos o preparar buenas sorpresas. Clara y Michael disfrutaban ver a todos y todas sus hijas disfrutando en conjunto, desde que Lauren se había ido de casa empezaron a sentir la realidad de que pronto cada uno se iría, pero estaban agradecidos al saber que siempre volverían.

Si bien había sido una buena tarde para la familia Jauregui, Billie y Dinah notaron cada vez que Lauren parecía algo decaída, pero quería ocultarlo en segundos para evitar preocupar a sus hermanos y sus padres. La Bio Queen al volver a casa miró los regalos que Camila le había dado, lo último que quería hacer en ese momento era pensar en la latina, así que sólo se fue a la cama recordándose a sí misma no hablarle, ni buscarle. No quería ser el experimento de nadie, mucho menos sentirse así, otra vez.