Capítulo 12

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—¡Camila! —La castaña detuvo su paso entre los pasillos de la universidad para voltearse a ver a la rubia que se le acercaba. —Al fin te encuentro.

—¿Cómo sabías que estudiaba aquí y por qué me buscabas? —Camila le preguntó.

—No lo sabía, yo también estudio aquí y te vi caminando, pero de todas formas te buscaba.

—¿Me buscabas?

—¿Eres sorda? —Dinah dijo divertida. —Lo siento, si te buscaba. Lauren dijo que debía disculparme contigo por lo del otro día, a veces hago bromas algo pesadas y la gente se lo toma mal, normalmente mi familia está acostumbrada a ello.

—Está bien, sólo fue una sorpresa.

—Y vaya que sorpresa. —Dinah dijo divertida y Camila no pudo evitar sonrojarse al recibir una imagen del torso desnudo de Lauren. —Puedes estar tranquila, no le diré a nadie que te gusta mi hermana.

—¿Cómo lo supiste?, ¿Harry te ha dicho algo? —La castaña dijo asustada.

—No lo sabía, sólo te probaba, boba. Por eso siempre debes negar todo o guardar silencio hasta que llegue tu abogado designado.

—No quiero pensar en tu consejo y como lo aprendiste, no estaba preparada para que te metieras en mi vida tan abruptamente. —Camila empezó a retomar su camino y rápidamente fue seguida por la rubia que le miraba divertida.

—Yo creo que a Lauren también le gustas. —Camila le miró de reojo por un segundo.

—Lo de Lauren es meramente platónico, yo tengo novio.

—He escuchado eso tantas veces, Camilita. —Dinah siguió molestándole. —No tienes de qué preocuparte, no le diré nada a Michelle.

—¿Quién?

—¿Aún no sabes el segundo nombre de tu futura esposa?

—Ella no...

—Lauren Michelle, siempre uso su segundo nombre para molestarle.

—Yo... Debería ir a la biblioteca.

—Camila, espera. —Dinah tomó el brazo de la castaña a tiempo para evitar de que está pudiese escapar. —Escucha, sé que puedo ser algo pesada todo el tiempo y solo me has conocido algunos minutos, pero si necesitas hablar algo no dudes en hacerlo, sobretodo si es sobre mi hermana.

—¿Por qué harías eso?

—La verdadera pregunta es, ¿Por qué no lo haría?, hay veces que las cosas pueden tornarse confusas y no saber con quién recurrir, una persona que te escuche sin juzgarte siempre es bueno. —Dinah le sonrió dulcemente.

—Vaya, muchas gracias, Dinah.

—Además, quiero saber de primera fuente si serás de la familia o no, Lauren se lo dirá primero a Ally o Louis, antes que a mí.

—¿Ally? —Camila preguntó.

—Nuestra hermana mayor, supongo que no te ha dicho de Ally.

—Vaya, tiene muchos hermanos.

—Ni te lo imaginas.

Lauren estaba diseñando un nuevo traje para el show que había empezado a planificar en su cerebro. Llevaba días con algo en mente para realizar un gran show, sabía que usualmente no necesitaba mucho para impresionar a las personas a su alrededor, pero eso no le limitaba a quedarse en su comodidad, al contrario, la impulsaba a salir de ella. Ahora que no debía cuidar a Billie y había conseguido que la joven volviera con su madre, tenía más tiempo libre como para diseñar algo fuera de lo que sus clases le exigían.

—¿Lo? —Elizabeth miró a la joven quien levantó la vista del boceto que tenía en su libreta encontrándose con su hermana mayor. —Sabía que eras tú.

—Beth. —Lauren sonrió. —No sabía que venías a esta cafetería.

—No lo hago, pero debía entregar algunos papeles de unos clientes y he pasado a esta cafetería en mi camino regreso a mi despacho.

—Todavía me pregunto qué haces viviendo con mamá y papá.

—Me queda cerca del despacho, además aún tengo algunas deudas con Harvard que me comprometí a pagar por mi cuenta mientras papá y mamá me dan techo, ahorro lo suficiente para pagarles. —Elizabeth tomó asiento frente a Lauren. —Además, me siento segura con ellos, quizás en unos años siga tu camino.

—Mamá y papá son unos santos al permitir que todos y todas ustedes se queden aún en casa. Técnicamente Billie debiese ser la única en quedar ahí y hasta ahora soy la única que se ha ido, soy una de las menores.

—Siempre fuiste más independiente. —La mayor se encogió de hombros. —Además, todas y todos sabemos que si decidiste vivir sola es para llevar esa vida loca que tienes sin tener a mamá fotografiando cada atuendo que te pones y sin que aparezca fuera del club para llevarte a casa cada vez que pueda.

—Si, fueron semanas bastantes vergonzosas luego de que se lo conté. —Lauren rio levemente recordando a su madre. —Ella es asombrosa.

—Tuve madres de acogida bastante buenas, pero definitivamente Clara ha sido la mejor persona. Cuando decidió adoptarme a pesar de que tenía 17 años, supe que esa mujer tenía un corazón enorme y me sorprendió que siguiera trayendo niñas y niños a casa, tanto en transición como todas y todos ustedes que llegaron para quedarse.

—Creo que tuvimos suerte de que fuesen unos millonarios con corazón. —Lauren bromeó, no le gustaba pensar demasiado en ello.

—Tuvimos suerte de encontrar verdaderos padres, Lauren. —Elizabeth le sonrió y un chico gritó el nombre de la mayor anunciando que su café estaba listo. —Nos vemos, debo volver al trabajo.

—Elizabeth. —Lauren dijo cuando la joven abogada se levantó. —Dale mis saludos a las y los demás. —Elizabeth sonrió levemente.

—Okay.

Lauren había llegado a casa de Clara y Michael luego de que en su tercera casa de acogida tuviese que pasar por un caso de maltrato. El padre biológico de Lauren nunca había estado presente, mientras que su madre biológica había muerto tras una sobredosis cuando la Bio-queen tenía seis años, sus abuelos biológicos estaban completamente desaparecidos y fue así como Lauren entró al sistema. La joven tenía diez años cuando entró a casa de Clara y Michael quienes ya habían adoptado al resto de jóvenes, sin contar a Billie, eran una gran familia en ese entonces y para Lauren fue difícil entablar una buena relación con la mayoría, pero todas y todos respetaron sus procesos, pues la mayoría de las y los jóvenes habían vivido cosas horribles en alguna casa de acogida, como también tuvieron buenas experiencias. Cuando Lauren tenía catorce años, fue la llegada de Billie, quien en realidad era ahijada de Michael y tras la muerte de sus padres, fueron ellos quienes se hicieron cargo de la pequeña quien no dudó en apegarse a Lauren quien era la menor de los hermanos y hermanas, pero fue quien le brindó una cálida bienvenida al llegar y siempre le protegió. Michael y Clara se habían encargado de que todas y todos recibieran una buena educación, como también pudiesen vivir la vida que ellas y ellos quisieran, mientras se sintiesen felices, todo estaba bien para el matrimonio. Parecían haberlo logrado y aunque Clara tratara de que Lauren dejase de trabajar en el club, se sentía orgullosa del avance de su pequeña hija de ojos esmeralda.

The Bio-QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora