Velvet Voice ||ChanBaek||

Prólogo.

En algún punto de tu vida comienzan las palabras «Bipolar» «Amargado» o incluso la frase «No te comprendo» salir de la boca de las personas que te rodean.

BaekHyun lo ha escuchado muchas veces durante toda su vida y solo a estas alturas ha empezado a resignarse a no contestar. Ellos no saben la magnitud de las palabras que le sueltan, lo muy lejos que se encuentran de la realidad y lo muy profundo que calan dentro de él, porque no puede hacer nada para cambiar o terminar con su situación.

¿Pero qué ocurre con BaekHyun?
Está enfermo.

Él sabe que hay personas dentro de él que de vez en cuando salen a causarle problemas sin que él de su permiso o consentimiento. Alejandolo de amistades, haciendo que lo despidan de sus trabajos e inclusive hacer que se separara de la única persona de su familia que le quedaba. Su hermana.

BaekHyun aprendió a vivir con ello. Con el paso del tiempo aquellas personas comenzaron a salir con menos frecuencia y la estabilidad de su vida había incrementado de un doce por ciento a un quince. Se podría decir que vivía normal, trabajando en un restaurante de mesero, que fue lo único que pudo conseguir a pesar de haber terminado el bachiller y de donde afortunadamente aun no lo han despedido. No lo malinterpreten, no tuvo a nadie que lo ayudara con la universidad y su problema tampoco lo dejó.
Pero vive bien, lo que gana le alcanza perfecto siendo que vive solo.

Tiene veintisiete años y esta seguro que se morirá soltero y con sus dos gatos. Aunque por muy perturbador que suene no estará solo después de todo. Hay más dentro de él.

BaekHyun aun no comprende que es lo que esas personas quieren y tampoco se ha puesto a investigar. Al principio quiso librarse de ellos pero eso solo lograba hacer que despertara en lugares a los que no recordaba haber ido y con demás cosas que no recordaba haber hecho.

Como dije al principio, se resignó.

Ahora su vida rondaba en lo normal y para él eso estaba bien.

Hasta que conoció a Kasper.

Una tarde de otoño, BaekHyun había notado que un grupo de amigos había entrado a su restaurante a esconderse del frio. Pidiendo el almuerzo y tazas de cafés para calentarse un rato. No les tomó la verdadera importancia hasta que comenzaron a poner su atención en él y hablar en murmullos sobre su persona. Eran bien obvios, no es que BaekHyun esté exagerando.

Intentó ignorarlos y pasar de largo al continuar con su trabajo. Pero al caminar cerca de su mesa por cuarta vez una voz masculina que le enchinó la piel de los brazos cuando lo llamó le hizo parar en seco.

—Disculpe lindo mesero.

BaekHyun intentó no tropezar con sus propios pies al escuchar que lo llamaron de esa forma. Y no es que se sienta la divina garza al sentir que se dirigen a él, pero está consiente de que es el único mesero varón.

Se gira lento hacia ellos y sonríe como muestra de la parte de su trabajo.

—Diganme, ¿En qué puedo ayudarles?

Eran seis. Tres de ellos estaban serios y observando la situación, dos intentaban aguantar unas risillas y el que lo había hablado con aquella voz escalofriante lo miraba expectante.

—¿Cuál es tu nombre? —Preguntó al fin.

—BaekHyun. —Respondió un poco confundido.

—Es un nombre muy bonito.

El desconocido le sonrió y en poco tiempo, por primera vez, BaekHyun comenzó a descubrir lo que era amar sin necesidad de que esa persona fuera parte de su familia.

Aquella tarde se vio acompañado por el muchacho castaño hasta la puerta de su departamento, con sonrisas coquetas y cumplidos respetables. Con un suspiro de despedida y una promesa de quedar más tarde.

BaekHyun a partir de ese día le encontró sentido a la vida y se sintió bien al tener la compañía de otra persona que no fuera él mismo con otras almas. O así lo describía.

Pasó un més entero conociendolo, haciendose amigos e insinuandose al siguiente paso. Pasó de estar solo a estar acompañado a casi todas horas del día, y a la segunda semana del segundo mes BaekHyun no podía estar más felíz porque ya tenía novio.

BaekHyun no sabía que era gay. Nunca se había enamorado, pero le daba igual. Mientras esa persona le correspondiera como justo ahora Kasper lo hacía.

Sin embargo, no todo en la vida es color de rosa. Y menos en la vida de BaekHyun.

Los dolores de cabeza comenzaron a hacerse presentes y eso solo podía significar peligro.

El primer suceso ocurrió una mañana que se despertó y descubrió a Kasper durmiendo a un lado de él. Gracias a Dios aun estaba vestido pero no recordaba nada de la noche anterior o por qué el chico había dormido con él en su departamento.

«No se que clase de juego estabas jugando anoche BaekHyun. Pero insistías en llamarte BaekLov y no dejaste que me fuera a mi casa. Por eso estoy aquí»

Esa fue la explicación que le dio su ahora novio antes de marcharse confundido. Y BaekHyun se puso de todos colores habidos y por haber porque ninguno de sus otros yo se llamaba BaekLov. Para su desgracia, al parecer había aparecido otro. Y eso no era nada agradable, considerando que apenas puede con los otros tres.

BaekHyun intentó serenarse y comenzó a tomar pastillas contra el dolor de cabeza que se le pegaba justo antes de que perdiera la consiencia y despertara después de haber hecho cosas sin recordar. Lo controló durante varios días en los que pudo inventarse una buena excusa para Kasper. Pero al quinto día de automedicarse la situación explotó.

Con el angulo perfecto para poder observar como aquella pareja profundizaba un beso con una agilidad impresionante BaekHyun se quedó de pie a esperar por que se separaran solo para confirmar lo que ya sabía.

Era Kasper.. y una chica.

Intentó buscarle respuesta a la situación antes de que el chico se diera cuenta de que estaba ahí. Quizás la muchacha le está robando el beso, tal vez lo está obligando, se imagina que puede ser una apuesta o simplemente tiene que aceptar que lo está engañando porque sus dos manos apretando la cintura ajena le dice que lo está disfrutando.

Cuando Kasper se separa de aquella pelinegra y le sonríe BaekHyun entiende que él no es nadie, nadie a quien puedan amar de verdad porque después de todo, quizás sus problemas mentales ya asustaron al que considera su ex novio ahora. Pero eso no es pretexto para el engaño, bien pudo terminarlo primero.

Sin embargo, eso no quita el hecho de que vuelve a estar solo. Solo en cuerpo, porque en alma ahora son cinco.