Capítulo 8

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Los ruidos provenientes de la habitación contigua lo despertaron. La molestia fue detectada por el enfermero, quien enseguida abrió los ojos asustado y salió corriendo en busca de su doctor asignado. Seguro era nuevo.

Bufó intentando sentarse, pero los cables no lo dejaron.
Planeaba pararse frente a esos dos ruidosos y preguntarles qué los tenía tan contentos en un lugar como ése como para estar riendose a carcajadas.

Cómo podían estar divirtiendose en una habitación blanca rodeados de artefactos de alta tecnología en medicina que solo les recordaba que uno de ellos estaba enfermo.

¿Qué demonios tenían en el cerebro?

Volvió a suspirar.

—Al menos él tiene alguien que lo visite.

Y ahí va de nuevo el mismo pensamiento, aquel que lo deprime y le hace querer morir. Estando solo en el mundo sin alguien que quiera estar junto a él, que lo cuide y esté al pendiente. Alguien a quien pueda estar esperando ansioso.

Alguien a quien le importe.

Utiliza sus manos para agarrarse la cabeza. Odia esos pensamientos, quiere sacarlos. Deshacerse de ellos.

El doctor Park dice que ese es el problema y que debe tratar de evitarlo, pues pensar así solo le atrae las famosas recaídas.

Entonces vuelve al punto principal, todo es culpa de los dos revoltosos de la habitación uno. Donde risas y voces altas se oyen a pesar de tener las puertas cerradas.

De pronto la soledad se le hace agobiante y le falla la respiración.

Y justo cuando siente que comienza a ahogarse tocan la puerta.

Intenta regular el movimiento de sus pulmones y logra subir un poco su camilla, no está sentado pero tampoco acostado. Toma una respiración grande otra vez y espera a que el doctor entre.

La puerta no se abre y los toques vuelven a sonar en la habitación. No contestó de nuevo, queria autoconvencerse que escuchó mal, pero después de algunos segundos la puerta se abrió, dando paso a un joven menor que él con cabello rubio y complexión delgada que se asomó solo un poco y observó alrededor de la habitación.

—Uhm.. Hola KyungSoo.

Oh no, es ese chico de nuevo.

Rodó los ojos y volteó la cara, ignorándolo y esperando que entendiera el mensaje de que no lo quería junto a él. Tres segundos después escuchó como la puerta se cerró y creyó que se había ido, así que giró de nuevo el rostro esperando estar solo, pero vaya sorpresa.

¡Lo tenia sentado a su lado!

Acechando su rostro tan cerca que de no haber reaccionado rápido y alejarse un poco sus respiraciones se habrían mezclado.

—Oh, estas bien. —Volvió a hablar.

Frunció el ceño irritado de nuevo. ¿Por qué no captaba la indirecta?

—Pff.. —Volvió a girar el rostro.

Pero él solo escuchó una risita suave retumbar por toda la habitación.

—Me alegra saber que estas bien. No sabes lo mucho que me preocupé, el doctor Park fue a visitarme. El no es mi doctor asignado así que me pregunté por qué iría a verme. Por un momento creí que le había gustado. —Volvió a reirse bajito y tomó una rápida bocanada de aire —Pero me comporté fiel a ti y actué normal y sorprendido. Me contó que tuviste una recaída y en pocas palabras aseguró que fue mi culpa. Que porque te hostigo, hazme el favor. Creo que él solo quiere separarnos, por eso estoy aqui. Voy a asegurarle que no podrá.

Velvet Voice ||ChanBaek||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora