La tarde amenazaba con terminar y la noche traía consigo el frío calador de huesos.
BaekHyun tenía su uniforme, un sueter, un chaleco, una chamarra gigante, una bufanda, dobles calcetines, guantes de lana, un gorrito y aun sentía que el frío le llegaba hasta los vellitos de sus brazos.
Su turno terminaba tarde y había llevado consigo todo el material necesario para no morir congelado, aunque eso significó casi toda su guardarropa. El restaurante estaba relativamente vacío, con una pareja tomando la cena en una esquina y un chico solitario con un café en la mano mientras mira su teléfono con la otra. BaekHyun se tomó su tiempo limpiando la mesa de donde recién salían un par de amigos para irse y con toda la tristeza del mundo se sentó ahí, mirando por la ventana. Hacia la calle pintada de blanco por la nieve cayendo del cielo, que a plena luz de la luna brillaba.
Se perdió en sus propios pensamientos y se dejó llevar por la ola de la tristeza. Con un suspiro desgastado que le dio de golpe el recuerdo doloroso que tuvo recientemente.
El tintineo de la campanita que se encuentra sobre la puerta le hizo volver a la realidad y ponerse de pie rapidamente para recibir al nuevo cliente. Pero cuando sus ojos enfocaron a quien había entrado su rabia, su tristeza, su lado sarcastico y su depresión se pusieron alerta. Como gatos ariscos frente a un perro.
—BaekHyun. —Le habló Kasper.
—Buenas noches señor. ¿En qué puedo ayudarle? —Actuó como normalmente atiende a los desconocidos.
—Tenemos que hablar.
—El menú se encuentra en la mesa. Cuando decida su orden vengo a tomarla y atenderlo, mientras tanto usted y yo no tenemos nada de qué hablar.
BaekHyun sonó firme y seguro, para después darse la vuelta y regresar a detrás de la barra. Sin embargo, las piernas le temblaban y el frio pasó a segundo plano cuando los nervios dominaron su sistema.
Y él creía que estaba bien. Él estaba seguro de estar haciendo lo correcto, mantuvo las lagrimas adentro y se dijo que no valía la pena voltear. No obstante, dos simples palabras le hicieron dudar de todo.
—Lo siento.
Dejó de caminar, se quedó de pie aún con la bandeja de trastes sucios que comenzaban a moverse a causar de sus temblorosas manos. Su linea de pensamientos comenzó a revolverse dentro de su cabeza y llegó a la conclusión de que Kasper tal vez quería recuperarlo.
Tal vez.
Se dio la vuelta aun con el ceño fruncido y lo encaró, dispuesto a escuchar sus disculpas y su discurso tonto que buscaba reconquistarlo.
Pero se precipitó demasiado. Sacó conclusiones rápido y no pensó en las alternativas diferentes y dolorosas que existían y que una de esas le llegaria.
—Lamento haber jugado contigo BaekHyun.
Tal vez se equivocó.
Si el bajito ya había formado una leve sonrisa en el rostro, en ese momento se desvaneció hasta la chispa de esperanza que mantenía y creó en los últimos segundos. Si no se volteó y siguió caminando, fue porque el corazón le latía tan rápido que creía que un movimiento en falso y se desmayaría.
Kasper ya había avanzado unos pasos y ahora se encontraba frente a él.
—No era mi intención llegar tan lejos contigo. Se que es horrible decirtelo así pero fue una apuesta. Y eres bien lindo, pero ya me gustaba alguien, llegué demasiado lejos contigo y cuando esa persona me correspondió no supe como decirte. Lamento que te enteraras de esa forma. Quizás, hubieramos sido buenos amigos. Eres una buena persona.
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Velvet Voice ||ChanBaek||
FanficCon una enfermedad peligrosa y recuerdos borrosos de un trauma que los creó, BaekHyun deberá poner todo de su parte para descubrir el propósito de cada personalidad que vive dentro de él. ||Una voz más allá de cualquier sentimiento, capaz de salvarl...