Velvet Voice ||ChanBaek||

Capítulo 18

Sentado frente a la mesa. Viendo como su madre iba y venía dentro de la cocina tratando de hacerle de comer lo más rápido posible.

¿La razón? Debía comer antes de que él llegara.

BaekHyun era un pequeño niño de siete años, no entendía lo que pasaba. Pero tenía creía que su vida era normal, aunque un poco triste.

Le ponía triste ver a su mamá con la cara lastimada, con moretones en los brazos y temiendo cada vez que veía la hora y su padre estaba por llegar. No entendía por qué él era así pero suponía que era normal. Los padres debían imponer autoridad le había escuchado decir alguna vez. Debía ser un poquito malo para que nunca le faltaran al respeto. BaekHyun por supuesto jamás le faltaría al respeto, no si no quiere sufrir lo que mamá.

-Toma Baekkie, come rápido por favor. No tarda y llega, ya sabes lo que debes hacer. -Le dijo su madre mientras ponía el plato frente a él.

-Mami, ¿no crees que es mejor si me quedo y nos pega a los dos? -Preguntó comiendo la primera cucharada.

-¿Pero qué cosas dices BaekHyun? Por supuesto que no. -Le reprimió la mujer.

-Pero así los golpes serán divididos en dos y no te tocarán tantos. -Le respondió.

-Eres tan valiente mi niño. -Apenas y pudo decir debido al gran nudo en la garganta que se le había formado.

La mujer se acercó a abrazarlo con todas sus fuerzas. Besandole la frente y dejando caer lagrimas que significaban todo tipo de sentimiento negativo provocado por su vida miserable. Le pedía perdón a Dios por involucrar a un niño de siete años en esta situación, debido a su miedo y cobardía. BaekHyun no entendía por qué su madre lloraba tan desconsoladamente pero no se dio el tiempo de preguntar o de devolverle el abrazo puesto que aun su comida no estaba terminada.

No pasaron ni dos minutos cuando el sonido de la perilla comenzó a sonar indicándole a los Byun que el padre de la casa estaba intentado abrirla. Fallando, puesto se escuchaban golpes a esta cuando no quería ceder a ser abierta.

-Está aquí Baek, parece borracho. Anda, y no salgas. Escuches lo que escuches no salgas. -Le dijo con el ceño fruncido.

BaekHyun asintió y se bajo de la silla, corriendo en dirección a su armario lo más rápido que sus cortas piernas le permitían y escondiéndose entre los tantos abrigos colgados. Sin embargo la puerta de éste se entreabrió. BaekHyun no quería cerrarla por miedo a hacer ruido, su cuerpo entero temblaba y se hizo un pequeño ovillo abrazando sus piernas. Pero entonces comenzó a ser testigo visualmente de cómo su padre golpeaba a su madre. Él jamás lo veía, y tapaba sus oídos para no escucharlo tampoco. Pero aquel día, aquel primer día lo presenció todo, y se sintió aterrado. La estupefacción no lo dejó siquiera llevar sus manos a sus orejas, no podía ni parpadear de lo horrible que se estaba mostrando todo y no fue hasta que vio a su madre arrastrarse por el suelo que intervino, agarrando valor.

-¡No papá! -Le gritó, saliendo del armario y poniéndose rápidamente entre el hombre y la mujer.

-BaekHyun.. -Susurró la mujer, aterrada de igual manera. -BaekHyun regresa al armario.

Pero el niño no le hizo caso y quizás ese fue su mayor error. Pero tenía siete años y que iba a saber él de lo que estaba bien a lo que estaba mal.

-Engendro insolente. ¿Quieres ser castigado igual que ella? ¿Ah? -Le gritó.

-¡Solo deja de pegarle! -Le pidió a gritos con lagrimas en los ojos.

-BaekHyun corre. Corre por favor. -Suplicó la mujer.

-¿Y tú quien te crees para decirme qué hacer? -Tomó el cinturón de su pantalón del suelo y comenzó a enrollarlo en su mano dejando la parte de la villa colgando. -Te voy a enseñar a respetar a tus mayores.