A marte ¿o no?

19.Intentando no quemar la cocina

Al llegar al apartamento el profesor Nathan me ayudó a sacar los ingredientes mientras yo tomaba dos mandiles recién adquiridos en una tienda friki: yep, color verde y hermosos estampados alienígenas por toda la tela.
-¿Enserio?-señaló aquel mandil mientras con una mano tomaba una cuchara.
-Deberías sentirte orgulloso- resople.

Mezclamos los ingredientes, añadimos más y después meneamos mientras bailabamos al ritmo de "Feel It Still"

Mientras aquel pastel se horneaba decidimos ver un documental sobre seres del más allá,digo, era de esperarse ¿no?
-¿Qué te hace creer que los fantasmas existen Alex?-Giró lentamente hacia mi mientras se reclinaba sobre sus rodillas.¡Mierda! Maldije para mis adentros.
-Digamos que... tengo una larga y amplia lista de sucesos paranormales.
-¿Enserio?
-Yep, nadie me creyó jamás. A excepción de una persona.
-¿Tu hermano?-mientras mencionaba esto, la voz de Nathan sonó suave.
Solté un fuerte suspiro.-Sí, mi hermano. Inconscientemente baje la vista y él ya estaba a mi lado observandome.
Nuestras miradas se encontraron y el tiempo se detuvo. Él tiempo a su lado pasaba volando, a excepción de momentos como este, el tiempo se congelaba y dentro de esa esfera de pausa total, nos encontrabamos únicamente él y yo.
Se acercó un poco más y estuvimos a nada de sentir nuestras narices.
Fue tan incómodo que él fue el primero en reaccionar.
-¿Cómo murió?
Mierda.Otra vez.
-Él... me defendió.
-¿Enserio? - notaba en su gruesa voz un alto grado de curiosidad.
-Me-e amenazaron con un arma, di lo que me pedían y...y.. aún así... él se opuso y me dijo que co-orriera... yo corrí se que no debí dejarlo solo. Todo fue mi culpa. El disparo lo recibió...-Él.-finalizó. Asentí con la cabeza y en menos de lo que imaginaba él me levantó consigo del sofá. -Ven aquí-dijo y me sumergió en un profundo abrazo.
Me tomo fuertemente y mi cabeza quedaba a la altura de su pecho, mis manos rodeando su tórax mientras que el me arrullaba y acariciaba mi cabello. Así nos mantuvimos lo que pareció una eternidad. Recargó suavemente su barbilla en mi coronilla y amarró su agarre.

El sonido del televisor quedó mudo, el piso de madera paso a ser de algodón, el "tic tac" del cronómetro en el horno quedó en otra dimensión, el olor a quemado quedó en la sala....Espera un momento...
Atención Spoiler: SANTA PUTA MIERDA.
-SANTA MIERDA! -gritamos a la voz de uno. Corrimos directo a la cocina mientras el sacaba el extintor. El fuego quedó inexistente.Tomé aquellos guantes que hacían juego al mandil y saqué lo que parecía un pastel de carbón.
Lo miramos un momento antes de dejarlo enfriar para poder disfrutar aquel manjar.

Lo observé con detenimiento mientras daba el primer mordisco. Mis ojos se ampliaron al verlo dar lentas y suaves mordidas.
-¿y?!-Mis ojos saltaban de emoción.
-M.... no esta nada mal.
Aja...