10

294 55 12
                                    


La mirada de RyeoWook había permanecido fija en la ventana en la gran parte del viaje. Hubo un momento en el que sus ojos se cerraron y no volvieron a abrirse hasta que habríamos llegado a nuestro destino.

Yo, por mi parte, jamás alejé mis ojos de él.

Era tan irreal el tenerlo al lado y que él no pudiese reconocerme.

Comenzaba a extrañar mi antigua forma, y es que al menos entonces RyeoWook si me dirigía miradas llenas de calidez, ahora en sus ojos solo veía confusión, miedo y una profunda tristeza.

DongHae fue quién me sacó de mis ensoñaciones y así lo hizo con RyeoWook también.

- Vamos, chicos.- Nos habría llamado con dulzura.

RyeoWook bajó del auto y yo le seguí, noté que se le veía algo mareado, así que permanecí muy cerca a su lado, cosa que agradecí luego cuando tambaleó de un lado a otro y yo le brindé algo de soporte.

- Cuidado.- Dije sosteniéndolo de los hombros.

Él me dirigió una mirada, pero una vez más en esta solo había desconcierto. Sus mejillas enrojecieron para después apartar rápidamente sus ojos de mi.

- G-Gracias.- Dijo empequeñeciendose y alejándose disimuladamente de mi.

Me hubiese gustado decirle algo como que todo estaba bien, pero no estaba tan seguro de ello.

RyeoWook siguió a DongHae en completo silencio.

La casa era inmensa y sabía que así como a mi, a él debía de embargarle una completa emoción. Jamás habíamos pisado un lugar tan gigantesco y bonito como este, claro, quitando el hospital de encima.

Ya había medio oscurecido cuando habíamos llegado, así que DongHae nos había dirigido a la habitación que ocuparía RyeoWook rápidamente, teniendo en cuenta además que este a penas había salido del hospital y que habían heridas que aún debían de sanar.

- He llamado a SeoHyun para que tuviese todo listo así que no deben preocuparse por ordenar.- Comentó DongHae cuando subían hacía el segundo piso.

Vi el amplio pasillo que se extendía frente a mi.

En verdad era una casa hermosa.

La habitación de RyeoWook se hallaba justo frente a la mía, lo que me alegraba pues estaría cerca de él en todo momento, aunque tampoco creía que desde ahora fuese a dejarlo solo nunca.

DongHae insistió en que RyeoWook se recostara y descansara como debía, la cena se la llevarían a la habitación así que solo debía de preocuparse en sanar.

RyeoWook asintió en silencio y sumisamente se quitó las zapatillas nuevas que le había conseguido HyukJae, para después abrir la cama y meterse entre las sabanas.


- Está caliente.


Comentó RyeoWook claramente sorprendido.


Yo fruncí el ceño y me acerque con extrema rapidez hacía él ¿cómo era eso posible?.


Toqué el borde de la cama y mis ojos se abrieron con sorpresa.


¡Era cierto, la cama estaba tibia! ¿Ya habría dormido alguien allí antes?

La risa de DongHae se escuchó en la habitación y yo le miré aturdido. ¿De qué se reía?

Caminar en la lluvia (YeWook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora