12

263 55 13
                                    


No entendía para nada el comportamiento de RyeoWook.

Había terminado su plato de comida entre lágrimas y cuando finalmente se había detenido había sido para dar las gracias por la deliciosa comida, así sin más.

Y vaya que si había sido deliciosa, jamás había comido algo así en toda mi vida.

DongHae parecía conmovido y diciéndole que se tranquilizara y que si necesitaba algo o se sentía mal no dudara en decirle a él o a Hyukjae.

RyeoWook había asentido con la mejillas brutalmente rojas. Tanto que me cuestioné seriamente el si la fiebre habría regresado. Odié el pensamiento, por ello cuando él preguntó si podía retirarse a su habitación y DongHae había asentido diciendo que le llamaría para la cena más tarde provocando que el castaño se levantara con timidez y huyera escaleras arriba, yo no dude en seguirlo de cerca.

Escuche algo sobre privacidad y espacio para dejar que alguien pensara sobre no sé que cosas, pero no presté atención, lo único que me importaba era no perderle de vista.

Si.

Cómo hasta ahora.

Le he acompañado en su habitación, en silencio, sin maullar ni nada, solo él durmiendo y yo velando su sueño como en viejos tiempos, antes de que pasara todo esto, cuando él temblaba bajo las sabanas producto del frío marino, cuando se levantaba temprano o antes de que saliera el sol y prendía la lamparita sobre su mesita de noche con la simple intención de continuar pintando un rato sobre su lienzo.

Me entristece un poco la idea de que todas esas bonitas pinturas de seguro fueron consumidas por el fuego junto a la casa y el cuerpo de su despreciable tío, pero no me detengo a pensar mucho en ello. Él pintará de nuevo y creará pinturas mucho más bonitas.

Veo su espalda pequeña y sus hombros encogidos, su cabello revuelto, algo largo y brillante.

Pienso en lo bonito que se ve.

Pienso que mi imagen de él parece seguir siendo la misma a pesar de que estos ojos que lo observan ya no son los míos.

Una cálidez inexplicable me cubre el pecho.

Siento el impulso de decírselo, pero me abstengo al verlo girar la cabeza y encontrarme con sus también bonitos ojos. Se sorprende, le sonrío y vuelve a sonrojarse como en un principio. Vuelve su mirada hacia adelante y apresura un poco su paso, entonces llega al segundo piso seguido de mi, se tropieza y yo me alarmo, pero soy feliz porque esta vez puedo alcanzarlo, sostenerlo, él chilla bajito cuando se ve entre mis brazos, yo hundo mi nariz en su cabeza sin poder evitarlo.

Siempre quise hacer algo como esto.

Él luce desconcertado, pero a mi no me importa.

Pienso en lo bonito y adorable que luce, en lo pequeñito que se ve en comparación a mi.

- ¿Q-qué? .- Pregunta él tartamudeando y removiéndose un poco.

- Eres hermoso.- le digo entonces.

Y se lo digo porque quiero.

Porque por fin puedo hacerlo.

Porque es mi oportunidad de borrar las palabras de las personas y coser sobre estas un paisaje más colorido.

Él parece tensarse, pero en verdad quiero que me crea, así que se lo repito al oído.

Lo estrujo entre mis brazos y él tiembla.

- ¿P-por qué?.- Cuestiona cuando me separo levemente de él y llevo una de mis manos a una de sus enrojecidas mejillas.

Yo le sonrío.

No hay algo como eso.

Solo es eso y ya.

Ni yo lo entiendo.

¿Tiene que haber necesariamente un por qué?

Niego con la cabeza y aprisionó una de sus manos, él luce confundido y a punto de llorar, pero entiendo que es porque nunca había oído palabras así en su dirección.


Respiro, apreciando lo que tengo en frente.

No luce enfermo, ni cansado, e imagino que su personalidad inquieta lo tiene vuelto loco dentro de esas cuatro paredes en las que ha estado encerrado un par de días por culpa de su débil cuerpo.

Sé por DongHae que RyeoWook mejorará.

Sé también por HyukJae que este bonito milagro no durará lo suficiente como para entonces, así que me empeño en sonreirle a pesar de que alguien ha descubierto mi secreto.

A pesar de que soy consciente de que se acerca un final inevitable.

El momento en que tenga que apartar mis manos y ojos de él porque simplemente no son míos, ni me corresponde estar aquí, ni soy quien nadie para estar a su lado, así con él.

Memorizo su rostro ansioso.

Y me concentro en recordar la calidez que emana de sus manos, de su cuerpo.

Sonrío cada vez más amplio.

Porque deseo que él también sonría.

- Sólo créeme.- Le ruego. Sintiéndome desesperado al pensar en la noche anterior.

HyukJae entrando en medio de la noche a la habitación, llevándome consigo, para hablar.

Alejo aquel recuerdo cuando RyeoWook separa nuestras manos y hace todavía más grande nuestra distancia.

- L-lo siento.- Dice antes de dar la vuelta y correr hacia su habitación.

Quiero seguirlo como he echo hasta ahora, pero en vez de ello, suspiro.

Supongo que ya sé de lo que hablaba DongHae en la mesa.

Escucho una puerta cerrarse y sé que es la de él.

Así que camino en su dirección, pero al contrario de entrar apoyo mi espalda en la puerta y me deslizo por ella hasta el suelo.

Le esperaré aquí.

Me digo cerrando los ojos.

¿Por qué de repente mis pensamientos se volvieron tan tristes?

"Es una locura, puede ser el destino, pero esta clase de sueños cumplidos no duran para siempre"

Suspiró.

Y sé que tiene razón cuando algo arde en mi conciencia y agua salada como la del mar cae por mis mejillas.

Caminar en la lluvia (YeWook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora