Caminar en la lluvia (YeWook)

18

Pasaba por el umbral de la puerta de entrada cuando escuchaba la intranquila voz de HyukJae dirigirse en mi dirección. No fue mucho lo que tardó en llegar a mi lado con la chaqueta a medio poner y el celular apegado a su oreja con firmeza.

- Tranquilo Hae, ya voy para allá.

Le escuché decir, llamando por completo mi atención.

Antes de que pudiera dar un paso más lo sujete del brazo deteniéndolo.

- ¿Le ha pasado algo a Hae?.- Pregunté sintiéndome asustado de repente.

HyukJae extrañándose de verme allí -puesto que le había dicho que no volvería hasta la noche- pareció guardarse sus comentarios, respirar con profundidad, ajustar su chaqueta y mirarme.

- DongHae a perdido a RyeoWook en la ciudad.- Dijo sin más.

Mi corazón pareció detenerse por un milisegundo, más ignoré la sensación y fruncí en el ceño con molestia.

- ¿Cómo así?

- No sé los detalles, YeSung. Solo sé que DongHae no ha podido dar con él hace más de una hora.

- No es un niño, podrá cuidarse solo.- Pasando por alto muchas cosas.

HyukJae rechistó negando con la cabeza. Se le veía enfurecido.

- No sé para qué me molesto contigo, tu cabeza está loca, después de todo.- Gruñó dándome la espalda.

No sé qué me llevó a ir nuevamente hacia afuera pero cuando me di cuenta de esto ya estaba en el asiento del lado de Hyuk.

- Pensé que no te importaba.- Me dijo conduciendo.

- No lo hace.- Le respondí de inmediato.- Sin embargo a Hae y a ti parece ser que si y por más que no me agrade la idea si se trata de algo importante para ustedes, entonces debería importarme a mi también.

Una risita resonó en el automóvil justo cuando las nubes cubrían el cielo y de ellas caía la primera capa de agua sobre la tierra.

- Alguien ha estado meditando.

Dijo, no obstante me limite a permanecer en silencio.

Cuando llegamos al lugar al que DongHae nos había indicado HyukJae no había dudado en bajar del automóvil para correr hacia él y calmarlo envolviéndolo en sus brazos.

- Está bien pececito.- Le oí decir a Hyuk.- Dime todo lo que recuerdas y haremos todo lo posible por encontrarlo ¿si?.

DongHae asintió entre lagrimas. El cielo se rompió con mucha más fuerza que antes cuando este nos relataba lo que sabía. Un nudo se formo en mi garganta, mis piernas temblaron ante sus palabras, no sé bien si era su llanto o la angustia que había en sus ojos las que me hacían sentirme así, y así mucho menos sabía qué era lo que me impulsaba a caminar, cuando perdí el curso que recorrían mis pensamientos yo ya me dirigía hacia algún lado con algo en mente, como si supiera lo que hacía.

Por Dios, RyeoWook solo estaba dando problemas.

Pensé con frustración.

No era un niño, ya tenia ¿cuantos? ¿diecinueve, veinte años?. No podía simplemente desaparecer así como así. Desaparecer y dar vuelta el mundo de todos. Era injusto.

Caminé sin detenerme en ningún momento, mis ojos escaneaban cada lugar en el que pudiese estar, olvidándome de la oscuridad que comenzaba a caer traviesamente sobre la ciudad, de la lluvia empapándome, del las delgadas capas de ropa que me abrigaban.