Noche extraña

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Cuando Lázuli entró a la casa, vio a Steven intentando levantar a Peridot del suelo.

-¿Que ocurrió? -Pregunto Lázuli acercándose a Steven para ayudarle

-No te preocupes Lapis. Solo se resbaló con una silla. -Respondió Steven

-Tranquila Lázuli. Peridot solo se estaba divirtiendo. Al parecer no tolera la bebida -Respondió Amatista sin poder contener la risa.

-Ella... ¿Bebió? ¿Cómo pudo quedar así de mal tan pronto? -Continuó Lázuli observando a Peridot- ¿Cuánto fue que tomó?

-Solo un trago, ni siquiera terminó el vaso -Habló Perla con ironía

-¿Sólo uno? -Lápis no sabía si reír o preocuparse.

-¿Y por qué todos están obser-vando-me? ¿La música? ¡Debi-Debe....Deberiamos seguir baila-bailando! -Gritó una ebria y desconcertada Peridot en cuánto pudo sostenerse en pie.

-Creo que debemos irnos Peridot... -Decía Lázuli

-¿Pero por qué? Yo m-me estoy div-divirtiendo con mis nuevos amigoooos...

-Si Lápis, deberías dejar que por una vez en su vida no sea tan amargada -Dijo Amatista en tono burlón

-Steven ¿Puedes llamar a un taxi? Es hora de irnos -Dicho esto, Lázuli tomo a Peridot de la mano y se disponía a salir con ella

-¡Lápis Lázuli! -Gritó Jaspe- Yo puedo llevarlas. Déjame ayudarte

-No, no no no... No necesito tu ayuda amiguita.... -Habló Peridot desafiante y soltando a Lázuli- En todo ca-so, me vooy, yo, sola.

Peridot se disponía a abrir la puerta, cuando Lázuli volvió a tomarla de la mano.

-No te preocupes Jaspe, el taxi ya viene -Respondió Lazúli

Jaspe no dejaba de sentir celos, su ira se dirigió a una sola persona: Peridot. Ella no estaba dispuesta a perder.

-Lápis, ya viene tu taxi -Decía Steven tratando de romper el silencio y arrebatar la tensión.

Pocos minutos después, el taxi llegó. Lázuli y Peridot salieron de la casa.

Ya dentro del taxi en movimiento, Lázuli observó a Peridot con mayor detenimiento y comenzó a reírse.

-¿Como es que te metiste en tantos problemas en sólo diez minutos? -Preguntó Lázuli a una Peridot muy pérdida.

-Creo qu-que la soda... No... -No logró terminar esa última frase. Peridot recargó su cabeza en la ventana del taxi.

-En verdad tú... Si que eres muy divertida

-Y tú... Eres... Taan Hermosa -Peridot la observó detenidamente a los ojos.

Lázuli se desconcertó y ahí estaba de nuevo esa extraña sensación de cosquilleo en el estómago.

El taxi se detuvo frente a la casa de Lázuli. Peridot bajó primero, en realidad... Tropezó. Y ambas entraron a la casa.
Lázuli llevó a Peridot hasta su habitación.

-Bueno Peridot, tú puedes quedarte a dormir aquí. Y yo iré abajo, dormiré en el sofá.

-¡De ninguna ma-nera, Lázuli! Si alguien tiene que.... dormir abajo, esa seré yo...  -Peridot tomó una almohada y se disponía a salir de la habitación

-Estoy en total descuerdo, tú dormirás aquí arriba.

-Te propongo algo Lázuli. Yo me quedaré aquí.... Si tú.... Duermes con-mi-go..... -Peridot se acercó a Lázuli y la abrazó hasta tirarla en la cama- Oye Lázuli....

-¿S-si Peridot? -Lázuli estaba totalmente inmóvil, no quería separarse de ella, todo lo que estaba sintiendo en ese momento, le agradaba en demasía.

-No, no quiero que te vayas. Quédate conmigo esta noche, aquí... ¿Si?

Se acercaban cada vez más; Lázuli comenzó a jugar con el cabello de Peridot mientras ambas chicas se miraban fijamente, Lázuli se dejó llevar... Cerró los ojos cuando estaba a punto de besarla.
Entonces...... se dio cuenta de que Peridot ya se había quedado dormida.

Lápis quedó atrapada en los brazos de Peridot, no podía zafarse, tampoco es que quisiera hacerlo. Finalmente Lápis dejó de intentarlo y  se dispuso a dormir, aferrada a la chica de ojos verdes.






Lapidot [¿...?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora