Lapidot [¿...?]

¿Qué sigue?

-Si te pidiera hipotéticamente hablando, que está noche, tú... T-Te quedes aquí... Conmigo... Es decir, yo... –Peridot no sabía cómo continuar, solo arrastraba las palabras.

–Hipotéticamente yo te respondería "Está vez no vas a desaparecer de mi lado en la mañana ¿O si?" –Interrumpió Lapis con una sonrisa mientras observaba con ternura la timidez de Peridot

–¡DE NINGUNA MANERA! En realidad, no podría, esta es mi casa...

Lapis no pudo contener una carcajada ante la obvia respuesta.

–Peridot... Claro que me quedaré contigo... Por... esta noche... –Decía Lapis mientras tomaba la mano de Peridot– Solo, ya no vuelvas a irte...

Lapis ayudó a Peridot a recoger un poco el desorden que tenía en las habitaciones de su casa. Peridot tomó una ducha, finalmente sentía una calma reconfortante y Lapis no entendía como Peridot se volvió tan importante en su vida, pero le agradaba verla reír, hacerla sentir mejor, estar cerca de ella; Todo fue perfecto en un instante...

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–¡Mira quién regresó! –Decia Amatista acercándose al pupitre de Peridot con una sonrisa burlona en el rostro– Cuando finalmente habíamos encontrado la armonía en este lugar, decides volver...

–¡Ah! Amatista, creí que era alguien más importante. Pero alguien tan insignificante como tú, me tiene sin cuidado –Replicó Peridot mientras sacaba algunas plumas y un cuaderno de su mochila –Durante mi ausencia ¿Finalmente pudiste alcanzarme, O solo buscas "humillarme" desde el complejo de tu mediocridad? –Continuó Peridot regresando esa sonrisa desafiante mientras se ajustaba las gafas

Amatista golpeó el pupitre de Peridot con fuerza y solo se escuchó un grito que resonó en todo el lugar. En eso, la profesora Quartz estaba entrando al salón y todos volvieron a su lugar sin causar más problemas.

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Al finalizar la clase, Peridot guardó todas sus cosas tan rápido como pudo y corrió hasta las canchas dónde se vería con Lapis. Estaba muy entusiasta. Al mismo tiempo que Lapis a quién aún le faltaban algunos minutos para finalizar su clase con el profesor Greg, veía impaciente el reloj del salón.

–Bueno chicos esto es todo por hoy, pueden retirarse. Excepto... Lapis ¿Podrías quedarte unos minutos por favor? –Preguntó el profesor Greg mientras buscaba a Lapis con la mirada

–¿¡Justo ahora!?  –Decia Lapis levantandose de su asiento con disgusto– Es d-decir, claro profesor... –Regresando a su lugar apenada, cuando notó que alzó la voz y las miradas de sus compañeros se clavaron en ella.

–¿Te espero afuera? –Pregunto Connie preocupada

–No Connie, muchas gracias. Todo está bien. Además, tengo planeado ver a alguien al salir de aquí.  -Respondió Lapis con una sonrisa

Con el salón vacío, Greg revisaba algunos documentos que tenía en su escritorio, cuando tomó uno dónde el nombre de Lazuli aparecía en la portada.

—Lapis –Inició el profesor Greg mientras hojeaba aquel expediente– no es una sorpresa que seas tan buena en mi clase ¡Tienes una creatividad excepcional!

–¡Muchas gracias profesor! Significa demasiado el que me lo diga usted –Lazuli sonreía con mucho entusiasmo

–Es por eso que me tomé la libertad de recomendarte para un proyecto más avanzado. Es una gran oportunidad para ti. Esto irá directamente a tu historial académico.

–¿Avanzado? ¿A qué se refiere profesor?

–Significa que estarás aprendiendo de tus compañeros de grados superiores. Harán un proyecto en conjunto, destacando sus habilidades. Finalmente en una competencia sana, los mejores trabajos participarán a nivel nacional... –Decía el profesor Greg muy emocionado– De este tipo de trabajos es que han salido nuestros mejores elementos para estudios de animación de mucho prestigio... Tal vez, solo sea un inicio, pero aprenderás mucho de los mejores en nuestra rama...

Lapis estaba sumamente asombrada, no sabía que decir... Apenas el primer semestre y ya estaba siendo reconocida. Era como un sueño para ella, desde pequeña siempre trabajó duro en lo que amaba sin saber que podía vivir de ello, ahora que tenía la oportunidad, no pensaba desaprovecharla...

–Buenas tardes profesor Greg...

Se escuchó desde la puerta del aula, una voz conocida... Esa voz tan, imponente y melódica.

–¡Adelante Jaspe! Justo le hablaba a Lapis del gran proyecto que tenemos en mente y dejar que ella se involucre. –El profedor Greg acomodaba nuevamente sus papeles– Lapis. –Continuó el profesor– Jaspe, junto con Garnet son las encargadas y serían tus mentores, en al menos, tres meses, que es lo que duraría el desarrollo de esta tarea. No te preocupes, reduciría tus clases para que puedas tener más tiempo con ellas. ¿Qué dices?

Lapis no supo cómo reaccionar después de esto. La gran oportunidad que tenía, la inquietud que aún tenía con Jaspe...

–Lapislazuli, no te decepcionaré, si lo que quieres es aprender de los mejores. Por qué, es bastante claro, yo lo soy... –Decía Jaspe con un tono de elegancia, mientras le guiñaba un ojo

–Profesor... –Respondió Lapis con timidez mientras desviaba la mirada de Jaspe– Podría... Yo... ¿Podría pensarlo un poco?

–¿Pensarlo? ¿Qué hay que pensar?

–Por favor, déjeme... Solo un día, por favor...

–Un día... ¡Bien! Mañana espero tu respuesta... ¡Sólo hasta mañana!

–Muchas gracias profesor Greg. Jaspe... Gracias por tu tiempo también....

Lapis tomó su mochila y salió del salón apresurada, alguien la esperaba en las canchas... En eso alguien la alcanzó rápidamente a tan solo unos pocos metros.

–¿Puedo acompañarte? –Decía Jaspe con una sonrisa que relucía

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Casi llegaban a las canchas cuando finalmente Jaspe tomó la mano de Lapis muy suavemente....

–Lapislazuli, yo... Es decir... Siento haber sido tan idiota en el pasado... La verdad es que no sabes que hacer, cuando tienes a la mujer más hermosa justo frente a ti...

Lapis estaba sonrojada, pero al mismo tiempo sentía que todo era inverosímil, ella había cambiado algo... ¿Que fue?

–Jaspe...

–Por favor, déjame terminar. Si es tan importante para ti el aprender, acepta la propuesta del profesor. De verdad no te arrepentirás y no te preocupes, no haré nada... No tendré segundas intenciones para contigo. Me importas, por eso es que quiero ayudarte...

El silencio se hizo presente. A lo lejos una pequeña figura, que portaba gafas, las observaba en silencio... Ese golpe de nuevo... En el pecho...